Una Vez Más

O7

El fin de semana se había pasado demasiado rápido para gusto de Chan.

El sábado por la mañana, fue uno de sus mejores despertares, con un Woojin sumamente meloso, llenándolo de besos por todo su rostro y dándole muchos mimos. Ambos estuvieron en la cama hasta casi el mediodía, entre mimos y besos robados.

Se alimentaron mutuamente entre besos, se ducharon y miraron muchas películas en el transcurso de la tarde.

Entrada la noche Chan tuvo que correr a Woojin de su apartamento, éste no se quería ir, tuvo que empujarlo, cerrar la puerta rápidamente para que no entrara como las anteriores cuatro veces. 

El domingo se hablaron mucho por teléfono, pero no se vieron, Chan tenía planeada ya una salida con su amiga.

Ahora ambos estaban en el baño de profesores. Chan se lavaba las manos  mientras que Woojin miraba a este; a través del reflejo del gran espejo que tenían en frente. El rubio insistía que dejara de mirarlo porque no podía evitar ponerse nervioso, pero él solo sonreía.

Admiraba su belleza tratando de por fin creer que estaban juntos nuevamente, se sentía feliz, sumamente feliz

La puerta fue abierta haciendo que Woojin dejara de mirar al rubio y  mirarse quien estaba por entrar.
Tras la puerta apareció un BamBam sonriente, pero su rostro se torno de sorpresa al ver a Woojin allí, miró a Chan quien se encontraba secándose las manos.

—Oh, hola Channie, Woojin-ssi

—Hola Bam– Chan agarró su maletín y guardo la pequeña toalla dentro de este.
Por otro lado Woojin hizo una pequeña reverencia dirigida al pelinegro, antes de hablar;

—Ya que estás aquí BamBam, quería disculparme por mi estúpido actuar contigo. Si bien no fui nada maduro en esa situación, al actuar como un niño berrinchudo, sin darte la oportunidad de que ambos pudieran explicarme el mal entendido, lo siento, Channie ya me lo a explicado todo.

Kunpimook y Christopher lo miraron un tanto sorprendidos, no esperaban que el castaño se disculpara, si bien es alguien tontamente orgulloso, Chan estaba sorprendido y alegre, el hecho de que el castaño haya dejado su ego, y orgullo de lado, para pedir disculpas sin que el rubio lo presionará, era un gran avance.

—Oh, no hay problema, entiendo, acepto tus disculpas.

Woojin asintió y miró a Chan quien le habría brindado una tierna sonrisa marcando, los pequeños pósitos cerca de sus mejillas, Este le sonrió de la misma manera, sin percatarse de la atenta mirada de BamBam quien estaba feliz por el australiano.

—Bien, ya casi es hora de entrar, solo vine a lavarme las manos, no a ver cómo derraman amor.

Río, mientras mostraba sus manos llenas de pintura, haciendo que la pareja rompiera su reciente burbuja.

—Ya~, ¿que te sucedió? Pareces un profesor de jardin de infantes que recién está enseñando a los niños a pintar y no uno de literatura– Chan reía por la mueca de 'indignación' que mostraba el rostro del pelinegro.

Woojin sólo se limitaba a mirar la escena, en especial la bonita sonrisa de su amante.

—La directora me pidió supervisar a los muchachos que arruinaron la pared del establecimiento, uno accidentalmente me empujó y metí las manos en el bote grande de pintura.

La carcajada de Chan no se hizo esperar.

—Ya~, no te rías de mi desgracia– sí, bien no habría contado la historia en su verdad ¿No tenía por que Chan saberlo no?.
Por que ¡Vamos! ¿Cuantos profesores han metido su pie en un balde y se accidentalmente empujado por un grupo de estudiantes, hayan perdido el equilibrio y para evitar que su hermoso rostro y cabello sean bañados de un feo negro opaco?
Já, Kunpimook Bhuwakul no era el único, al menos eso intentaba hacerse creer.