-¿Eitabel? -La chica tardo unos minutos en reaccionar ahí estaba Adrew, sosteniéndola, la chica abrió los ojos desorientada.
-¿Adrew?- entonces recordó aquel Ángel y vio su mano, no parecía tener sangre ni nada "Lo debí soñar" - ¿Qué haces aquí?
-Te vi salir abruptamente que me preocupe ¿Estas bien?- Adrew la ayudaba a levantarse -¿Quieres que te traiga algo?
-Si estoy bien-No quería abrumar a Adrew con sus complicadas situaciones sentimentales, por un momento en la mente de la chica posó la palabra "Celos" ¿Acaso estaba celosa de que la hija de los Mitchell si podía compartir una pieza con él?
-Luces como una Reina, mi Ángel- fue todo lo que dijo Adrew con una sonrisa-Es una lástima que no hayamos podido tener un baile -Y una gran sonrisa le salió de su rostro- acompáñame.
Eitabel sonrió y Adrew le tomó la mano para ir rápidamente al segundo piso de la fiesta, aún se escuchaba la fiesta, pero no había nadie en ella sala del segundo piso.
-¿Aceptarías un baile conmigo? - Eitabel se le quería salir el corazón con una sonrisa.
-Si Adrew- El gobernante sonrió y la volvió a tomar de la cintura, Eitabel se sentía en las nubes.
Una Reina merecía bailar con un Rey, Adrew beso la cabellera de la chica, amaba el olor a vainilla que desprendía.
En estos momentos Adrew agradecía a Irish, sino fuera por él, no hubiera conocido a su ángel.
Eitabel abrazo más Adrew recargándose en su hombro, dejando de lado, toda inseguridad, toda incomodidad se sentía segura en sus brazos.
Sus miradas volvieron a conectarse, poco a poco comenzaron a acercarse, el corazón de ella comenzó a latirle frenéticamente.
Adrew acuno el rostro de la chica, sus labios estaban a nada de tocarse hasta que una voz los interrumpió.
-¿Donde está Lady Wembley? - estaban buscándola, Eitabel con pesar se separó de Adrew.
-Tengo que irme-susurro Eitabel y le dio un beso en la mejilla - Gracias Adrew, eso es lo que quería. Bailar contigo.
La chica voló a la terraza, esa noche ambos regresaron a sus casas respectivamente.
Eitabel sonreía mirando a la nada, recordando aquella mágica balada que compartió con Adrew. Sonrió emocionada "casi nos besábamos"
Adrew en la habitación que le había asignado Charles, veía aquel cielo estrellado, mientras se llevaba la mano a los labios, delineándolos. Casi pudo sentir esos labios, que tanto lo que estaban enloqueciendo.
Sin duda era seria la Reina perfecta para él. Suspiro recordando su realidad, él era un gobernante de otro planeta, ya tenía su vida planeada.
El también ya estaba comprometido con otra mujer, un compromiso arreglado por sus padres desde el nacimiento. Con la hija del senador Tylon, Agara.
Abrió un cajón sacando el dije que se había quitado por precaución, observó el cuarzo color azul. Cuarzo sacado de las profundidades de la ciudad donde gobernará.
-¿Me escuchan? - trató de contactar al otro dueño del cuarzo, su iris se volvió del mismo color del cuarzo.
-¿Andrew? - era Nahir - primo ¿donde estás? Irish está tomando el control de tu reino, pero ten cuidado, escuche que iba tras de ti. Se está aliando con ese ángel de alas rotas, están buscándote primo - Su voz se escuchaba preocupada.
-Nahir, cálmate estoy tratando de regresar, recuerda prima eres mis ojos y oídos mientras que yo no esté. Gracias por alertarme, ese ángel de alas Rojas lo había visto merodear unos días antes de mi desaparición, no te puedo decir donde estoy, pero lo único que te puedo decir es que aguantes, volveré a mi reino.
Semanas más tarde.
¿Qué opinas de esta propiedad que compre? - preguntaba Charles, Eitabel veía el edificio con una sonrisa y aquel lago a lado de la misma.
-Es perfecta Charles ¿Dices que antes esto era un orfanato? - decía Eitabel viendo el gran patio -Aquí podíamos entrenarnos.
-No solo nosotros, todos los que quieran aprender a defenderse, lo harán - con una sonrisa soñadora Charles miraba la propiedad -Podríamos crear nuestro propio instituto.
-Es una gran idea Charles -comentó Eitabel con una sonrisa, en eso ven a Adrew saliendo del agua.
-Oye tu amigo es muy peculiar, casi no prueba alimento y le encanta estar en el agua - comentó Charles.
-Adrew es peculiar, pero muy confiable- decía Eitabel con una sonrisa -¿Qué viste en el lago? -le preguntó.
-Bueno, el lago desemboca al mar así que me agrada - con una gran sonrisa, quitándose un poco el agua del cabello, Eitabel se ruborizó al darse cuenta que la camisa blanca que traía él, se le pego al cuerpo.
Ahora Adrew acompañaba a Eitabel por toda la propiedad, pues Charles tuvo que quedar con el antiguo dueño, la chica aprovechó que no había nadie cerca y sacó dos espadas.
-Vamos a inaugurar este jardín con el primer duelo, te parece - con una sonrisa enorme -Aunque me veas así en vestido incómodo, puedo moverme.
-Me siento honraado de tener esta primera batalla contigo- ambos comenzaron a chocas sus espadas en un duelo interesante.
-Aprendes rápido- fue todo lo que dijo con una sonrisa de lado, al mismo tiempo que esquivaba un ataque mío -No puedo creer que de donde eres no pelean.
-Nunca me fue necesario que me inculcaran esos hábitos, con nuestras habilidades teníamos suficiente -Adrew con una sonrisa.
Logro desarmar a la chica, la sostuvo antes de que cayera al suelo, Eitabel por inercia se sostuvo de Adrew, sintiendo como su corazón rápidamente.
Fue todo lo que dijo antes de que el gobernante Del Mar tirara su espada seguido por el sombrero de la chica, liberando su cabello.
Acto seguido ambos acortaron la distancia, dándose ese tan esperado beso, ambos sabían que no debían, pero era tan dulce aquel beso que compensaba todo lo demás.
Sin saber que el jardín no solo fue imaginado con la primera batalla, sino también de un beso lleno de los más puros sentimientos que alguien puede ofrecerle a esa persona especial.
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Cuando nos une el agua
FantasyAdrew legítimo gobernante de las ciudades submarinas de Athikus, considerado un rey para muchos de sus habitantes. Todo se pone de cabeza cuando el rey de las ciudades submarinas ha desaparecido. "¿Dónde estará?" Irish tomando el cargo de su herman...