Los habitantes de Aquifer no creían, aquel ser con impresionantes alas blancas que hacia juego con su cabello albino y sus profundos ojos azules, el sello distintivo. Caminaba a lado de la prima del rey Adrew.
Nahir solo observaba como Endel caminaba a paso firme por el pueblo, sin dejar de mostrar una sonrisa cálida con todos los habitantes.
—Nahir ¿podemos ir más rápido? Me siento raro tener todas las miradas sobre mí — Nunca le había gustado ser el centro de atención.
—Te están reconociendo tranquilo, nuestro pueblo sabe reconocer a los suyos — le guiño el ojo para después saludar a algunos aldeanos con una sonrisa— nadie de aquí duda de que eres el hijo de la Reina de Aquifer — señalando su cabello blanco característico. Endel suspiro, se tardaría en acostumbrarse a eso.
Cuando llegaron al palacio, Endel no entendía a donde se dirigían pues Nahir iba por pasillos que él no había transitado.
Llegaron a la habitación que el rey utilizaba para entrenar. Donde ponía su espada todas las noches y su traje de batalla, que en ese momento no estaban.
—Aquí está — sacando una espada y un uniforme real de batalla, Endel no pudo evitar agarrar la espada tenía un grabado — Era de Irish, el hermano mayor de tu padre —
—No voy a usar cosas de ese traidor — dejando la espada arriba del baúl donde Nahir.
—No culpes a la espada por los problemas que causó la persona que la utilizó — seriamente Nahir — este traje y espada ha pasado de generación en generación, es una reliquia. — viendo el traje acariciando el logo de Aquifer que estaba plasmado en el metal. — la familia real de Aquifer, siempre había tenido un heredero al trono, por más que los reyes intentaran tener más descendencia, no podían. Eso parecía una maldición, por tanto este traje y espada pasaba de Rey en Rey. Solo los miembros de la familia real pueden portarlo.
—Pero Adrew es el hermano menor — Endel aún no tenía la confianza de llamarlo "papá" — ¿Cómo es que es una maldición? — con curiosidad.
—Eso mismo nos preguntamos, el caso fue que el nacimiento del rey Adrew fue insólito, un milagro. Entonces Niord, tu abuelo mando a crear una armadura y espada solo para Adrew. Ya que no quería que no tuviera nada al momento de crecer.— suspiro — se dice que el primer rey de Aquifer murió haciendo una promesa a su pueblo que fue sellada con magia, la misma magia que tenemos Adrew y yo para proteger el pueblo con melodías. La promesa era que todo aquel que se sentara en el trono tenía que tener corazón puro sino iba a ser retirado de la corona.
—¿Entonces no fue coincidencia que Irish naciera sin esa magia? No había nacido con el corazón puro — la miro sorprendido, pensando más las palabras de Nahir — ¿Eso significa que yo soy de corazón puro? Digo, los reyes de Aquifer no han tenido más hijos.—
—Ya Aquifer no necesita otro heredero, pues hacía siglos y sin que tus padres supieran, ya había nacido el siguiente rey en línea. — Nahir tomó la armadura y se la empezó a colocar a Endel, el arcángel seguía procesando aquella información. — sigue tu turno de empezar a hacer tu historia, tu padre te necesita, solo tú puedes traerlo de vuelta. Por más que intente yo traerlo de vuelta con mi magia, no provengo de su misma línea genealógica, tú eres su hijo, su magia es igual a la tuya — le entregó la espada — espero que tú la uses sabiamente.
Endel asintió, aunque por fuera demostrará un temple por dentro se estaba desmoronando, no tenía noticias de ella y eso lo carcomía. Tampoco sabía como usar esa magia, hasta antes de ser poseído por Raguel descubrió que aquellos vidrios que dañaba era "magia".
Pero algo si tenia en claro, tenía siglos de experiencia en batallas y una decisión de ayudar a Adrew y Eitabel, sus padres.
Cuando volvieron a esas tierras desérticas e infernales, ambos sabían el camino.
—¡Ahí está! — murmuró el arcángel y Nahir asintió, habían creado un plan así que la chica Del Mar comenzó a crear la distracción.
Endel ardió de rabia al ver a Abdel claro que lo llegó a conocer, quiso matarlo cuando vio a Eitabel con él, muy cariñosa, "Esa no es ella" la llamaba de distinta forma.
—No te descontroles, recuerda que tu objetivo es Adrew — una voz a mis espaldas, me giré ahí estaba Chander —¿Dónde esta Nahir? —
—Fue por el oeste, quería ver cómo estaba la plegaria que contenía a Los Ángeles oscuros — Chander asintió, Endel lo vio listo para irse — ¡Espera! ¿Donde esta Marlen? — El demonio bajo la cabeza, aún tenía una lucha interna si quedarse con su hermana o venir a ayudar al amor de su vida.
—Está con el celador del inframundo, aún no sé cómo sigue, Marshall prometió avisarme cualquier cosa — alzó la mirada — aun tengo que hablar contigo cuando todo esto acabe— alzó la ceja, sonriendo de lado.
Con sus poderes demoniacos, comenzó avanzar hasta que se encontró a Nahir batallando con un par de ángeles oscuros, que lograron atravesar la plegaria.
—Más vale que le quiten las manos— Nahir sonrio, al ver a su demonio — a la mujer Del Mar solo la toco yo — con una sonrisa — Nahir querida toma buen aire, te enseñaré lo que mis poderes pueden hacer.
La chica asintió, observando cómo Los Ángeles oscuros que peleaban y ella se envolvieron en un tornado negro, casi no podía ver nada, solo veía a Los Ángeles negros asfixiarse. Los Ángeles pronto fueron expulsados por la copa del tornado, lanzándolos a aquella muralla que los contenía.
—Te tengo hermosa — Nahir abrazo a Chander por el cuello.
—No sabía si vendrías — murmuro después de separarse un poco, Chander la beso.
—Sabes que no te dejaría sola, cariño —acomodando su cabello— me estoy dando cuenta que la muralla necesita más plegarias — murmuro aún cargando a Nahir. — no te preocupes, no dejaré que se te acerquen, es una promesa — con una sonrisa pretenciosa.
—Te amo —Nahir encantada con su demonio, la hacía sentir como una princesa.
—¡Raguel! — gritó Endel observando a Adrew, este se giró — Ahí estas maldito, ven acá —
Ambos padre e hijo viéndose cara a cara, ambos portaban su armadura de Aquifer, las mismas espadas hermanas, volvían a desenvainarse.
—Sobrinito— se carcajeó Raguel en plena pelea — la estupida demonia te despertó, nunca llegarás a mi nivel, yo te entrene. Conozco todas tus tácticas.
—No vengo a lastimar a Adrew, que es otra cosa — El ángel solo esquivaba los ataques de Raguel. Le tenia aprecio a admiración al rey de Aquifer antes de enterarse de que era su hijo, Adrew había sido la primera persona que entendía lo que pasaba con sus poderes.
La batalla campal entre Adrew y Endel estaba muy reñida, necesitaba una balanza, algo.
Endel observó a lo lejos dos remolinos negros aproximarse, saliendo de aquellos, dos personas.
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Cuando nos une el agua
FantasyAdrew legítimo gobernante de las ciudades submarinas de Athikus, considerado un rey para muchos de sus habitantes. Todo se pone de cabeza cuando el rey de las ciudades submarinas ha desaparecido. "¿Dónde estará?" Irish tomando el cargo de su herman...