The Pirate 🏴‍☠️ [l.h] PAUSADA

𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 31

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Luke pasó el resto de la tarde trabajando junto a los demás piratas, algunos le daban miradas curiosas de vez en cuanto, pero las desviaban completamente al notar sus ojos sobre ellos.

Rubí le había dicho que Leven y Carlo dormían junto al venado dentro de su tienda, y solo por cualquier tipo de emergencia había puesto a Anton fuera de la tienda para que los vigilase.

Luke le agradeció a su hermana con una sonrisa, pero eso fue todo.

El día era caluroso y a decir verdad estaba demasiado cansado, había sido un día largo y lleno de adrenalina.

Tanto así que no pudo aguantar mucho tiempo después de la puesta de sol cuando ya sentía sus ojos cerrarse en contra de su voluntad.

-¿Por qué no le llevas algo de comer a Leven y descansas un rato?-ofreció Rubí.-Seguro no has dormido en días. Por cierto, dile a Carlo que venga a comer, ya casi es su hora de dormir.

-Te tomaré la palabra.-murmuró, tomando un par de frutas que había tomado de vuelta del estanque.

No había visto comer a Leven algo que no fuera fruta, así que supuso que su especie era herbívora o algo así.

No tenía idea de lo equivocado que estaba, pues en realidad eran de los depredadores marinos más rápidos y fuertes que habían, eso sin mencionar el hecho de que con su bello canto podrían ser la única especie que podía cazar humanos.

Claro que cometieron el error de intentar ser sus amigos en lugar de cazarlos.

Creer en ellos fue lo que les llevó a la muerte.

Se adentró en la tienda solo para ver cómo Carlo acariciaba el cabello de Leven y le contaba una de las muchas historias de sirenas que su madre le relataba antes de dormir, mientras ella lo miraba atenta, con ojos brillantes y una bella sonrisa.

-Hola.-susurró Luke.-Lamento interrumpirlos, pero Carlo, tu madre te llama para comer.-el menor asintió sonriente, mientras Leven lo miraba con el ceño fruncido.

Cuando Carlo intentó levantarse, Leven lo tomó de la mano, mirándolo entre confundida y aterrada.

-Mi mamá me llama Leven, debo de ir.-susurró el menor, pero la pelinegra solo negó sin dejar de arrugar su frente.-Se enojará si no obedezco.

-Leven, Carlo debe de ira comer.-dijo Luke, mirándola expectante.-Ve con tu madre.-le ordenó al menor tranquilo.

-No.-dijo la ojiverde seria, abrazando al menor.-Leven su madre.

-Leven.-regañó Luke, sin entender del todo que estaba pasando.-Carlo tiene que irse, suéltalo por favor.-pidió intentando conservar la calma, la chica negó, estrechando con fuerza al castaño entre sus brazos.

Un incómodo silencio se formó en la tienda, en el que Luke solo miraba serio a Leven, quien mantenía su rostro oculto contra el menor, que compartía miradas de vez en cuando con Luke.

-Leven, tengo hambre.-dijo finalmente Carlo, cortando el silencio.

-Noo.-pidió la pelinegra en un hilo de voz.-Carlo es mi bebé.-susurró triste.