Asalto en la UA

289 38 27
                                    

Después de aquél encuentro tan peculiar, algo dentro de mí se movió, no me había dado cuenta hasta que la voz de esa chica Eri, me formuló la pregunta que seguramente para muchos es ridícula: "¿Quién eres?"

Creí que ya lo sabía, he notado que algunas personas me confunden con ese héroe Deku, y más preguntas se formulan en mi mente sin siquiera detenerlas. Otra cosa que he notado, es que la liga de los villanos me prohíben hablarle a los héroes, y que tengo que ocultar mi rostro para supuestamente que nadie me atrapara; llegué a la conclusión, de que todo está relacionado con lo que dijo Eri y Ali.

Ellos piensan que soy Deku.

Eri llegó casi sin aliento a su casa, tenía que bajar a cenar, después de todo, tuvo que perderse de vista de Bakugou, pues es uno de los héroes que no le gustaría involucrarse, ya tiene suficiente con que Izuku no sabe quién es y que deben ir a América a buscar respuestas.

Pero eso pensaría después de comer, pues tiene mucha hambre; nadie sospechó que se había ido, ni siquiera su padre que acabó de llegar. Lo saludó cómo siempre y comieron juntos en familia.

Más fue la sorpresa de ambos adultos ver cómo su hija comía mucho, sobretodo, le pidió un tercer plato de arroz con curry.

-Cuanta hambre- agregó Mirio.

-Tengo mucha hambre- respondió Eri.

-Bueno, es normal- inquirió Tamaki- estás creciendo, debes tener muchas vitaminas y minerales en tu cuerpo si quieres crecer grande y fuerte.

-Sí- asintió con la cabeza, luego tuvo que beber mucho jugo de naranja, pues se había atragantado por la prisa que comía.

-Oye, despacio- dijo Mirio curioso- parece que algo pasó en la escuela.

Su corazón se paró al escuchar eso.

Tamaki sonrió.

-No- respondió Eri una vez que se recuperó.

-¿En serio?- Mirio levanta una ceja- Pues tu madre dijo que te levantaste con ánimos en la mañana y que no parabas de sonreír ¿es un chico?

-¡Mamá!- protestó- Te dije que no es nada de eso.

-Entonces ¿por qué te sonrojas?- atacó Tamaki con una mirada pícara.

-P-por nada.

-¡¿Qué?! ¡Un novio!- exclamó Mirio sorprendido.

-¡No, claro que no!

-¡No voy a permitir que mi hija tenga novio!

-¡Qué no es eso!

Y así comenzó la pequeña riña de la familia.

Por otro lado, Ali e Izuku estaban planeando una estrategia para su viaje.

No será fácil, ya que Eri quería ir por su traje de héroe y una ropa para sus nuevos amigos. Cortesía de la casa. Más a parte, tenían que conseguir pasaportes y un poco de dinero, por eso, tienen que esperar a la chica y les de la señal.

Eri por fin tuvo su libertad. Ya no tenía que estar bajo vigilancia nunca más. Aprovechó para ver a un tío que nunca le agradó desde que lo conoció. Le daba miedo. Fue a su casa, o mejor dicho, a su mansión, al estilo tradicional japonesa. Se acomodó un poco el uniforme de la escuela y su cabello. Pues iba a ver el segundo mejor héroe de la ciudad, Endeavor.

Fue recibida por una sirvienta y la guió a la sala principal.

-El señor Todoroki la atenderá en unos minutos- dijo la sirvienta con una reverencia.

El clonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora