Identidad revelada; el secreto de Bakugo

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Humo, sangre, destrucción, fuego, es lo único que podía ver sus ojos, la oscuridad envolvía el cielo, no está segura si es de día o es de noche, lo único que sabía, es que tenía que correr, pero no sabe a dónde dirigirse.
Algo le decía que debe seguir corriendo, el fuego crecía más y más, de pronto, varias explosiones se escuchan cerca de donde estaba, los escombros le impiden caminar con normalidad, logra llegar a una especie de cueva creada por los pedazos del edificio, ahí ve una luz verde, una brillante, delante de él, está un ejercito de sombras con ojos rojos como la sangre, y quieren matar a la persona que los está desafiando.
Ella lo mira con miedo, sabe que no puede contra esa cantidad de gente; quería gritarle, decirle que huyera, pero su voz no emite sonido alguno.
La persona logra sentir su presencia, la mira con enojo, tal vez con reproche por no correr y alejarse.
Alza la mano...

-¡No!- despierta y se sienta en la cómoda cama.
Alguien la toma de los hombros para volverla a acostar, pero su miedo hace que crezca más y comienza a patalear para alejar aquél agarre.

-¡Eri, somos nosotros!- la voz hizo que se detuviera, podía reconocerla en cualquier lado, en eso, levanta la mirada y ve un par de esmeraldas viéndola con preocupación- Tranquila, tuviste un mal sueño.

La respiración de la chica es irregular, sus ojos examinaron el lugar donde se encontraba, está en la posada donde se estaban quedando, el miedo regresó ahora que Izuku está con ella, se aferra a su chaqueta que tiene y recarga su cabeza en su pecho, pequeñas lágrimas salen de sus ojos carmesí.

-No te vayas...- sollozó- por favor, no te vayas...

Izuku no sabía qué fue lo que soñó, debió haber sido algo que la perturbara de esa manera, Kota y Ali le contaron lo que pasó después de que haya despertado.

El pecoso, lo único que hizo, fue abrazarla para que se sienta segura, los chicos sólo vieron cómo la chica ya no respiraba irregularmente, poco a poco se calmaba. No cabe duda de que Izuku es alguien gentil y dulce, pero a la vez fuerte y valiente. Muy pocas personas son afortunadas en convertirse en amigos de él, y logran conservar la amistad que tienen con el paso de los años.

Minutos más tarde, Eri ya estaba tranquila y sonríe de nuevo.

-¿Cómo te sientes, Izuku?- preguntó la chica.

-Estoy muy bien- respondió con tranquilidad.

Pero lo que ninguno de ellos sabe, fue lo que sucedió con Shoto cuando despertó y volvió a desmayarse por el repentino beso; es increíble que un adulto se aproveche de un menor, de verdad que está un poco molesto por su conducta, y desde que despertó, le pidió de favor que lo dejara solo con los chicos, no podía mirarlo a los ojos, pero sentía que el mayor tenía pesar por lo que hizo, y eso, no se atrevería a decirle a sus amigos, ya lo arreglará por su cuenta.

Eri le mostró a Izuku la ropa que compraron para él, y para ellos, claro está, resulta que la celeste se le ocurrió comprar una ropa que fuera idéntica a la del uniforme que tenía el pecoso, cosa que no le agradó en absoluto, pero al ver la sonrisa de Eri, no pudo evitar sonreír también. Después, se le ocurrió ir al baño, en eso, se encuentra con la persona que no quería ver.

El ambiente entre ellos es tenso, el cuerpo de Izuku está alerta, mientras que Shoto lo mira con tristeza.

-Lo lamento- dijo en voz baja, pero audible- no sé lo que me pasó, no quería sentirte incómodo.

-Yo...no sé que pensar- respondió el menor, pero sin mirarlo- fue algo sorpresivo, no creí que mi primer beso fuera con un hombre.

Eso fue un golpe bajo para Todoroki.

El clonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora