El clon

Temores y tentaciones

"All Might..."

Se escucha una voz de una mujer en la oscuridad.

"All Might".

Por fin abre los ojos, se encuentra en un espacio en blanco, pero cuenta con una especie de pradera que decora el lugar, las hojas de los arboles vuelan a su alrededor, no muy lejos, ve que hay alguien ahí.
Con pasos lentos se acerca, en ese momento, el perfil de la persona toma forma.

-¿Maestra?- nombró sorprendido el rubio mayor.

"All Might. Vámonos". Extiende su mano "has estado luchando todo este tiempo, ya es hora de irnos. Ya no tienes nada que hacer en este mundo".

El hombre comienza a caminar, siendo guiado por su mm maestra que ha querido mucho desde que se convirtió en el símbolo de la paz.

-Maestra...yo...

"Midoriya está esperando".

-¿Joven Midoriya?- detiene su andar.

La imagen de su heredero aparece en su mente, pero luego, es reemplazado por un Izuku mucho más joven.

Ahora recuerda que conoció al clon de su heredero, y que debe ser el héroe que tanto anhelan.

No. No puede morir, aún no.

-Izuku...

De pronto, la imagen de su maestra desaparece, el espacio en blanco es cambiado por uno oscuro.

-No pienso morir, todavía tengo una razón para vivir- dijo con determinación- Lo siento, maestra. Lo siento...joven Midoriya.

Alguien le da un golpe en su mejilla, haciendo que despierte de golpe y se incorporara.

-Hasta que por fin despiertas, Toshinori- dijo el anciano.

-Gran Torino- All Might mueve un poco la cabeza y ve que se encuentran en la nada, todo está oscuro, sólo las estrellas son testigos- ¿qué pasó? ¿Dónde estamos?

-No tengo idea- respondió- algo nos golpeó.

-Gran Torino. Tuve un sueño. Vi a mi maestra.

-¿Qué has dicho?

-Me dijo que la siguiera y que me fuera con ella.

-¿Quisiste ir?

-No. Aún no. Por cierto: ¿Dónde están los demás?

-No tengo idea. Cuando desperté, me encontraba aquí, a tu lado.

-Hay que buscar a los jóvenes. Tengo un mal presentimiento.

Por fortuna ambos hombres no presentan heridas graves, pero eso no es lo importante.

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Eri lograr despertar un poco adolorida, en eso, ve que hay alguien cerca, se incorpora y ve a su alrededor, no hay más que césped seco y nopales que representa el desierto.

-¿Quién anda ahí?- preguntó. Aunque le daba miedo, lo reprime, un héroe jamás huye- Quiero que sepas que no estoy sola- advirtió.

-¿Estás segura de eso?- preguntó una voz conocida, una voz que no creyó escuchar de nuevo.

Entre la oscuridad, aparece un hombre de cabello oscuro y oculta la mitad de su rostro con un cubre bocas en forma de un pico de un ave, ojos fríos que la habían llevado a la muerte tantas veces.

-No puede ser- susurró desconcertada- Tú...no deberías estar aquí.

-Hola, Eri- saludó el hombre.