"𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐈𝐀"

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Naciente, descomunal y esplendoroso, solo como él podía hacerlo, el sol se imponía en el horizonte, marcando el comienzo de la vida, despertando a cada ser que dormía a su despedida.

Una mujer que poco conoces descansaba plácidamente en su lujosa cama, repleta en telas, extravagancias y escozores en el alma, un pequeño ser le rogaba que despertara mediante susurros tiernos. Puesto era su obligación servirle o más bien fue eso lo que le indujeron a agresiones. 

—Ama, despierte. la elfa doméstica tratada sin éxito de despertar a la joven.

—Mmm q-que ... gruño con fastidio la damisela mientras abría poco a poco sus lustrosos ojos verdes— ¿Qué hora es? preguntó soñolienta.

Ama, son las 7:36 A.M. —dijo la elfa desesperada mientras su ama volvía a arroparse— Su madre le espera.

Pero Neely, ¡Es muy temprano!

Ama, Neely sabe que odia que interrumpan su sueño, pero la señora me ha ordenado que le despierte. dijo la elfa apenada.

Neely, no te preocupes —le acarició la cabeza con dulzura—, no estoy enojada, pero ¿cuántas veces te he dicho que no me llames ama? la elfa solo asintió con la cabeza.

Neely lo sabe, pero la señora se enojara con Neely si la escuchara, irrespetando así a la joven ama. la elfa recordó cuando tuvo que quemarse las manos, y su rostro expresó terror absoluto.

Neely, recuerda que yo no soy como mi madre, yo soy tu amiga hablo la joven con firmeza, además jamás permitiré que vuelva a lastimarte de esa forma estando yo presente, te lo prometo.

Lo discierno, ama. Pero Neely de verdad necesita que usted se organice y vaya a desayunar. dijo la elfa mientras abría el enorme ventanal de la lujosa mansión.

Descenderé pronto. —gracias a la respuesta de la señorita, la elfa salió de la habitación tranquilamente, liberando el estrés que hace unos momentos había acumulado.

No quería que la señora le abusase, no de nuevo.

La hermosa joven se acercó al ventanal mientras el viento acariciaba sus delicados y largos mechones de cabello, su cabello castaño tenía un aspecto singular, ya que los rayos del sol provocaba que emanaran destellos rojizos de él, sus labios no eran demasiado gruesos o demasiado delgados, simplemente estéticos y su nariz respingada un tanto ancha le proporcionaba un toque ligeramente tierno.

Exhalo profundamente la corriente de aire que le golpeaba en el rostro, dejando que este la despertara por completo, el día era radiante, al igual que cada vez que la primavera tocada a la puerta.

Exhalo profundamente la corriente de aire que le golpeaba en el rostro, dejando que este la despertara por completo, el día era radiante, al igual que cada vez que la primavera tocada a la puerta

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EL MESTIZO Y LA SANGRE PURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora