Juego de Héroes: Máscaras Negras [COMPLETA]

Capítulo 5: ¿Soy un monstruo?

Las puertas del comedor se abrieron con un súbito crujido, con un sonido muy característico. Al oír el ruido, todos los niños de la sala dejaron de murmurar entre ellos y trataron de concentrarse en las dos personas que se materializaron tras la estructura, una más baja que la otra. 027 alzó la cabeza con ellos, como todos. No se esperaba nada distinto de lo habitual, pero lo que vio la dejó sin aliento. Era 042.

A su lado estaba uno de los agentes de la Legión, uno que en un principio la chica no reconoció. Le pasaba algo raro en los ojos, como si uno estuviera lleno de luz y el otro repleto de oscuridad. Eran... Distintos. Y también muy bonitos. Brillantes y bonitos, como una estrella muerta. Lo conocía, ahora se daba cuenta. Lo había visto varias veces cuando habían intentado averiguar sus habilidades, hace ya bastante tiempo. 042 traía una expresión aterrorizada, había algo oscuro entre sus brazos.

El agente le dijo algo a la niña, unas palabras que 027 no pudo reconocer. Parecían importantes. 042 asintió y empezó a caminar hacia ellos cojeando, con un aura abatida a su alrededor. El hombre desvió sus ojos hacia ellos, pero no dijo nada. Al contrario, se alejó de allí y, sin el más mínimo ruido, desapareció tras la puerta del comedor. Los ojos verdes de 042 brillaban. Le pasaba algo en la cara, algo a lo que 027 no le prestó atención. Pero su compañero, 031, sí.

El chico se levantó con rapidez nada más ver que el hombre de la Legión se alejaba de ellos. Sus ojos relucían con un brillo casi colérico, como hace unas horas cuando le sometieron a la tortura. No enfrentó su mirada con el guardia, pero parecía querer avalanzarse sobre él, como un león enfadado. Con pasos tambaleantes, 031 se acercó a la niña y se arrodilló junto a ella, tocándole la mejilla y susurrando algo.

027 entrecerró los ojos. Su vista ya de por sí era mala, y peor cuando tenía que ver algo que estaba a distancia. Así que simplemente esperó. Los demás chicos de la nave, que habían estado presenciando toda la escena desde sus asientos y sin intervenir, dejaron de mirar a 042 enseguida, reanudando conversaciones y fijando la vista en su comida. 027 quiso hacer lo mismo, pero tenía curiosidad. También estaba cansada, muy cansada. Quizás eso la hacía no poder pensar con claridad.

Tras unos minutos en los que la chica simplemente se quedó mirando a ambos chicos, 031 se levantó y se acercó a la mesa, seguido de cerca por 042. La niña lloraba y, como 027 ya había sospechado, una de sus mejillas estaba hinchada y de un color enfermizamente morado oscuro. 001 se levantó como movida por un resorte y se acercó a la chiquilla, que le miró con los ojos entornados.

---¿Qué ha pasado, 042?---preguntó con un tono de voz urgente.

042 la miró con los ojos vidriosos, como si no la reconociera. Había algo entre sus brazos, algo vivo. Era una criatura de color oscuro, como la muerte, de ojos brillantes y rojizos. Unas orejas puntiagudas asomaban en su cabeza, y poseía una larga cola. 031 se levantó de la silla con los ojos muy abiertos y una expresión aterrada en su rostro. Una gota de sudor recorrió su frente con rapidez.

---¡¡¡Está muerto!!!------chilló el chico con los pelos de punta. 001 se rió y, tras unos segundos, 027 también.

---No está muerto, imbécil---susurró 042 secándose las lágrimas. Una media sonrisa se asomaba en su boca, pero su piel seguía pálida---. Está dormido, así que no grites.

031 siguió murmurando cosas inentendibles, como si tartamudeara, además de empezar a morderse las uñas sin darse cuenta. 027 le ignoró. No había tiempo ahora para que a su compañero le diera un ataque de pánico por ver un "animal muerto".

---Está muerto---gruñó 031 en voz baja mientras se mordía el pulgar---. Muerto. Muerto.

Con cuidado, 042 se acercó a él e hizo que extendiera los brazos. El chico lo hizo, con los ojos asustados y apagados. Sin despegar sus ojos de los de 031, la niña agarró a su gato y lo puso entre sus brazos. El chico pegó un repingo ante el contacto del cálido cuerpo del felino y gritó, asustado. El gato bufó cuando 031 soltó el grito, tirándose al suelo en el acto.