A Zack le dolía todo el maldito cuerpo. Definitivamente, la prometida venganza de Kayla no había sido lo que él se esperaba, pero había sido mejor de lo que pensaba que iba a hacerle en un principio. Ya se estaba preparando mentalmente para portar con un brazo o una pierna rota durante un mes y medio como mínimo, pero a Kayla le bastó con dejarle un bonito ojo morado. Según ella, "para poder acordarse de ella".
Al menos, Zoe había logrado tranquilizar a su compañero Colt. Vale, sí, que había tenido que darle un brutal golpe en la cabeza cuando le había dado un pequeño ataque de pánico al ver una serpiente de cascabel en la arena, pero luego estuvo bien. Blake se había despertado media hora después, pero se había tomado las cosas con mucha más tranquilidad (aunque su hermana le había dicho que no solía tomarse las cosas de forma demasiado exagerada por su constante somnolencia). Había hecho unas pocas preguntas, con un tono evidentemente molesto, pero no se había sorprendido demasiado por su atropellada explicación.
Una vez que todo el equipo estuvo a pié y Zack y Pícaro le hubieran terminado de explicar algunas de las costumbres y personas importantes del clan, llegó la hora de ponerse en marcha. Tomaron todos juntos un pequeño y apresurado desayuno conformado por unos trozos de manzana y un par de barritas de cereales que Pícaro llevaba en su cinturón, y empezaron a caminar de forma incansable.
El aire estaba un poco más fresco que el día anterior, pero seguía haciendo calor. Mucho, demasiado calor. Todos estaban agotados, y esta vez fué Nio, que además de caminar tenía que cargar con Ada, (que le mordía los dedos y le clavaba las garras en el hombro de forma bastante dolorosa), quien tuvo que darles ánimos para que continuasen. Palabras alentadoras, algún que otro chiste, y todo logró arreglarse. Más o menos. Ninguno estaba de humor para aquello, pero lo necesitaban.
Al amanecer del décimo día, la alegría del equipo subió como la espuma al vislumbrar por primera vez los muros de la ciudad, Alen. Estaban agrietados y rotos, desgastados y mal pintados, pero a los rebeldes le brillaron los ojos. Ya faltaba menos, pronto estarían en casa. Zack ni siquiera sabía cómo demonios habían logrado sobrevivir todos, sin perder a ningún miembro, en medio del calor de aquel atroz desierto, pero lo habían hecho. Lo habían conseguido. O casi.
Quizás habían sido las pequeñas peleas que se montaban al caer la noche para saber quién hacía guardia, puede que fueran los chistes que él mismo contaba mientras caminaban. Tal vez fueran las historias que Nio contaba por la noche, mas los pequeños espectáculos con fuego que montaba Kayla (a pesar de que eso le dejara agotada por la mañana). Puede que incluso hubiera sido a causa de las anécdotas que Blake, Colt y Zoe relataban sobre la base, que, aunque no fueran demasiado alegres, eran sin duda entretenidas. Eso no importaba ahora, ya no. A través de la oscuridad de las calles, sus calles, estarían por fin a salvo.
Mientras más se acercaban a su destino, Zack se iba poniendo más y más nervioso. Una única pregunta rondaba por su mente como el zumbido de una abeja atascado en su cerebro. ¿Cómo iba a explicarle a los jefes del grupo (sobre todo a Hunter y a Kat, que tendían a tomarse las cosas más en serio que el resto) su ausencia durante el transcurso de más de una semana entera? Sí, habían logrado su objetivo, habían rescatado a Zoe, pero les iba a caer una buena bronca. Y lo peor de todo era... Que aquél no era su primer aviso. Ya le tenían en el punto de mira desde que se había metido en una pelea con Crystal y Hugo. Ya se había disculpado y todo estaba bien, pero la amenaza seguía ahí, en el aire. Una amenaza que, seguramente, se cumpliría aquella noche.
---¿Zack?---preguntó la ayuda vocecita de Zoe, que ahora tenía un tono cansado. Debía de haber notado su tez pálida, pero, la verdad, era difícil no notarlo---. ¿Está todo bien?
---Estoy bien---murmuró el chico apretando los dientes. Mirándole de forma algo preocupada, Zack le preguntó---. ¿Estás cansada? ¿Quieres que paremos?
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Juego de Héroes: Máscaras Negras [COMPLETA]
FantasíaTras los muros de una oscura prisión, tres jóvenes tratan de luchar contra el destino para el que son entrenados: Destruir el mismo mundo que les entregó sus habilidades. Para ello, tendrán que forjar peligrosas alianzas, arriesgándose a sufrir trai...