Capítulo 19: Muertos van, no regresan

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---¿Quién crees que lo ha hecho?---preguntó la grave voz de Hunter, que se encontraba a su lado.

Zack negó con la cabeza, confundido y con la respiración acelerada. Acababa de llegar y ya se encontraba con el ambiente cubierto de muerte. La visión que se empañaba frente a sus ojos era aterradora, grotesca y repugnante. El hecho de que el suelo estuviera manchado de sangre, pudriendo y soltando su pestilencia por toda la calle S-1, provocaba que la escena fuera aún más terrorífica.

Al menos el asesino de la pobre chica (el cadáver que se encontraba a sus pies) había tenido la decencia de limpiar la escena del crimen completamente, lo que era una gran desventaja. Nada de huellas, resquicios, pistas. Sin lugar a dudas, aquel tipo era un profesional. Sólo había que ver el único agujero en la frente de la ciudadana, sin lugar a dudas hecho por una herida de bala.

El tercero aquella semana.

---El hueco por donde entró la bala es demasiado perfecto para ser un accidente---dedujo Zack, tras agacharse durante unos minutos sobre el cuerpo.

---Eso pensé yo---murmuró el jefe de los vigilantes, muy serio---. Ojalá la alarma hubiera sonado antes. Habría dado lo que fuera por poner las manos en el cuello de ese hijo de-

---Nada de palabrotas, Hunter---les interrumpió una voz, desde lo más alto del edificio.

Zack alzó la mirada, súbitamente alerta, y sacó su arma, una pequeña pistola que, en vez de disparar balas, disparaba láseres. Una sombra, de traje negro y rojo, irrumpió en el callejón. El chico recién llegado salió a la luz de la luna, como un fantasma oscuro, de muerte. Una capa negra ondeaba tras él, una máscara cubría su rostro.

---¿Con qué derecho lo dices, Colt?---gruñó Hunter, alzando la vista para vislumbrar al recién llegado---. Yo puedo decir lo que me dé la gana.

---Lo digo en serio. ¿De verdad crees que es prudente insultar al asesino delante del cadáver fresco?---preguntó Colt, bajando de un salto hasta donde estaban los chicos y agachándose junto al cuerpo de la pobre chica---. Su fantasma todavía pulula por aquí.

Ambos chicos alzaron las cejas, pero Zack estaba sin lugar a dudas impresionado. Ya había guardado el arma, y ahora, una vez que el “peligro” había pasado, podía pensar con más claridad. Acercándose un poco, Hunter estudió el cadáver, pero el chico ya sabía que no había nada. Algo entre las palabras de Colt habían llamado su atención, y Zack se volvió hacia él.

---¿De verdad puedes verlo?---preguntó Zack, conteniendo el aliento. El joven clavó sus ojos oscuros en el rebelde y se encogió de hombros.

---Los muertos van, los muertos vienen---dijo solamente Colt---. Ellos siempre están por todas partes.

Hunter se alejó del cuerpo para situarse cerca de los otros dos chicos. Sus ojos ambarinos brillaban con determinación y temor, pero Colt parecía obligarse a sí mismo a sostenerle la mirada, imperturbable. Zack olisqueó el rastro de la sangre, pero se cortaba unos metros más allá.

---¿Y no puedes preguntarle al muerto quién lo ha matado?---preguntó Zack, volviendo con sus compañeros---. Quizás pueda darnos alguna pista.

---No funciona de ese modo---murmuró tranquilamente Colt---. Según he podido comprobar, sólo se puede hablar con un alma si ésta quiere, además de que hay que tener algo de relación con ella. Yo a esta mujer---El chico señaló el cadáver con la punta de su bastón, un alargado cilindro metálico que servía tanto para el transporte como para el combate---no la conocía de nada.

El callejón se quedó en silencio. Colt parecía algo nervioso, pues se pellizcaba los bordes de su capa sin parar, tras guardar su arma. Hunter no se percató de ésto, así que, tras dar un par de vueltas más en busca de pistas, se volvió hacia los otros dos. Los tres enmascarados se miraron, en silencio, intercambiando una orden silenciosa. Zack entendió sin necesidad de palabras. Debían largarse de allí ya, no había nada que pudieran hacer.

Juego de Héroes: Máscaras Negras [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora