Bueno, mierda. Estaba tratando de encontrar las ganas para disolver aquel ambiente desagradable que envolvía a todos dentro del auto, pero era algo que simplemente no podía hacer. La noche anterior no había dormido muy bien que digamos y aun estaba tratando de lidiar con el enojo del día anterior gracias a que Owen lo hizo esperar una jodida hora fuera de la escuela y luego simplemente se había ido sin acercarse a decir adiós. Solo se despidió con un mensaje, como si no fueran más que simples conocidos. Eso lo había hecho sentir más contrariado.
En el fondo se decía que estaba siendo estúpido. Que su mejor amigo era así, a veces descuidado, que no era personal. Pero últimamente todo se sentía personal y eso lo hacía sentir irritado, fuera de base. Lo que desencadenaba en momentos como aquellos en los que el silencio era como una bruma espesa entre ellos.
—Entonces...—dijo Payton con un poco desconcierto —¿Se pelearon o algo así?
La chica iba en el asiento trasero. Tenía trece años de edad y ya mostraba razgos de la chica que sería en un par de años. Impresionantes ojos azules que dejaban sin aliento a la mayoría de chicos. Ese cabello color caoba largo y ligeramente rizado en las puntas...era como ver una versión joven y ángelical de Sam. Eso obviamente provocaba que todos mantuvieran un ojo en ella para evitar que cualquier idiota quisiera propasarse. No es como que ella no pudiera defenderse sola, porque lo hacía, pero de igual forma el instinto protector era difícil de ignorar.
—Eh, nop— respondió Owen con su hermoso rostro un poco confundido— ¿por qué lo dices muñeca?
— Es que normalmente irían hablando sin parar o tú más que nada y Parker te escucharía y te corregiría en cualquier cosa como le encanta hacer, pero hoy están tan callados que solo creí que estaban peleando o algo así.
— No es nada de eso— Parker clavó la vista en la ventana y se encogió de hombros. Había algo en esos ojos azules que lo hacían sentir demasiado expuesto.
—No es la primera vez que sucede. Últimamente tres de cuatro días a la semana, tenemos este ambiente extraño— opinó el rubio sentado junto a Payton.
Ese era Kedall, el pseudo hermano de Owen. Parker seguía creyendo que era un poco gracioso, extraño y admirable que Joe, padre de Owen, se llevara tan bien con su ex esposa como para lograr que sus hijos se trataran de esa manera tan fraternal. O tal vez era solo que Owen tenía una facilidad para congeniar con las personas y eso lo había llevado a formar esa relación con Kendall. Fuera como fuera, era genial. El chico estaba en el último año de secundaría, lo que era conveniente porque podía cuidar de Pay cuando ellos no estaban cerca. Además era un chico agradable, bastante serio y callado, pero también podía ser divertido cuando quería.
—Cierto, Kendall tiene razón — acotó la chica frunciendo el ceño. — Eso es tan extraño, porque ustedes siempre son todo risas y charla.
—No todo el tiempo— Owen le restó importancia estacionando frente a Ashton Wethmore que en los últimos años se había ampliado creando un edificio sólo para la secundaria. — Ahora vayan, portense bien y nada de hacerle bullying a sus compañeros y eso va para ti, Pay.
— Tonto— ella se rió y se estiró para darle un beso en la mejilla a cada uno— los veo después y dejen de ser silenciosos, eso es tan extraño.
Kendall por su parte se limitó a chocar puños con ellos y seguir a la dulce chica manteniendo un paso lento para que a ella no le fuera difícil seguirle el ritmo. Owen espero hasta verlos cruzar la puerta principal antes de poner el auto en marcha nuevamente. Quizá ese hubiera sido un momento ideal para acabar con el incómodo silencio, pero parecía que ninguno estaba por la labor así que se conformaron con terminar el trayecto en silencio. Cada vez era más y más evidente que algo estaba estropeándose entre ellos y Parker solo quería que las cosas volvieran a la normalidad, porque era agotador lidiar con todos los sentimientos que Owen le causaba últimamente; miedo, enojo, amor, incertidumbre y más que nada tristeza. Solo quería un respiro. Nada más.
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Un Amor Infinito (Suerte #8)
RomanceÚltima historia de la saga suerte. Las amistades verdaderas soportan hasta la prueba más grande. Y los amores infinitos son inquebrantables. NO Copias No adaptaciones Todos los derechos reservados