Extra 3: Lo único importante

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Cap (4/5)

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No pudo evitar morderse el labio inferior mientras veía a Owen acostado en la banca, elevando aquella barra con sus brazos. Era sexy verlo ejercitarse.

Se encontraban en su apartamento, en la habitación que habían acondicionado como cuarto de entrenamiento. No es que fuera extremadamente grande, pero tenía lo suficiente para los días en que no querían o no tenían tiempo para ir al gimnasio del cual eran miembros.

Se relamió los labios sin dejar de pedalear en la bicicleta estática. Los bíceps de su novio estaban tensos por el esfuerzo y Parker solo quería acercarse y tocar por todos lados. Sin embargo se quedó en su lugar porque la vista era igual de buena.

Owen empujó la barra hacia arriba un par de veces más y luego la colocó en el soporte para poder sentarse. Alcanzó su botella de agua y la toalla que tenía al lado. Ugh, era solo tan atractivo. No importaba lo que sea que estuviera haciendo, siempre era un deleite observarlo.

Cuando esos ojos amielados por fin conectaron con los suyos, Parker sintió ese familiar cosquilleo recorrerlo de pies a cabeza y no pudo hacer más que recostar los antebrazos sobre la consola de la bicicleta para poder inclinarse al frente. Owen rodó los ojos pero sonrio.

—¿Estás ejercitándote o estás acechando?

—Ambas— le guiñó coqueto y Owen se rio para luego ponerse de pie y empezar a estirar.

—¿Ves? Esa es la razón por la que prefiero ir al gimnasio en un horario diferente al tuyo— arqueó una ceja de manera interrogativa— de lo contrario ninguno de los dos se ejercitaría en lo absoluto.

Eso lo hizo reir. Decidió que ya había tenido suficiente por ese día a pesar de que a su teporizador aun le restaban veinte mimutos. Pero había perdido el ritmo además de que conocía otra forma más divertida de ejercitarse. Así que se puso de pie y se acercó a su chico con una sonrisa coqueta.

—Creo que podríamos trabajar muy bien juntos — dijo cuando lo tuvo enfrente y pudo dealizarle las manos por el pecho. Su camiseta estaba un poco húmeda — corrección, podríamos trabajarnos muy bien el uno al otro.

—En serio, eres imposible— Owen inclinó levemente su cabeza hacia abajo y capturó su boca en un beso lento y provocativo. Le mordisqueó el labio inferior de esa manera que a ambos les gustaba tanto.

El rubio casi ronroneó por lo bien que se sentía y se pegó más a su cuerpo, adorando la manera en que el calor de Owen se adirió al suyo.  Deslizó sus manos por debajo de su camiseta, frotando toda esa piel provocándole un estremecimiento. A lo largo de los meses que llevaban juntos descubrió lo receptivo que Owen era a sus caricias, la maneta en que su piel se erizaba cuando tocaba ciertas zonas de su cuerpo, por ejemplo el punto donde su mandíbula se unía a su cuello, también sus clavículas y el pecho. Pero si había una zona que lo derretía al ser tocado era el lugar detrás de sus orejas.

Parker lo había descubierto una noche mientras veían una película tendidos en la cama. Owen se había acomodado entre sus piernas recostando la espalda contra su pecho. En algún momento el rubio dejó de prestarle atención a la película y se dedicó a dejar caricias y besos en el cuello de su novio, ganándose suspiros de aprobación. Owen ladeó un poco la cabeza para darle más acceso a su cuello y fue ahí donde Parker rozó esa zona tras su oreja. Fue un poco alucinante escucharlo gemir por ese simple roce y mejor aun, después de eso el de cabello cobrizo había estado listo para jugar un poco.

Por eso en aquel momento Parker no dudó en apartar sus labios de los de Owen y en cambio hacer un camino de besos por su mejilla, hasta llegar a esa zona erógena y pegar sus labios ahí, dando toquecitos con su lengua. El efecto fue inmediato, Owen soltó un gemido ronco y profundo al tiempo que lo aferraba por las caderas y lo hacía retroceder hasta que lo tuvo contra la pared. Metió una de sus rodillas entre las piernas del rubio para fijarlo en su lugar y eso solo le dio a Parker la oportunidad de comprobar cuan efectivas habían sido sus caricias. La dureza de Owen se sentría a la perfección contra su cadera.

Un Amor Infinito (Suerte #8)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora