Un Amor Infinito (Suerte #8)

42| Y entonces...

Capítulo dedicado a:  nam-kathe  Esta dedicatoria fue petición de una amiga que siempre va a estar para tí y quiere decirte que siempre vas a poder contar con ella para todo, los malos momentos no van a estar siempre y después de este sacrificio vas a tener una recompensa muy grande. Recuerda que debes vivir "minuto a minuto". 😊

Cap(1/3)
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—¿Aun no ha respondido tus mensajes? — Negó a la pregunta de Payton mientras con un pie mesía la banca colgante en el porche delantero de los Presley. —Eso es tan extraño.

«Y que lo digas» pensó con amargura porque hacía cuatro días desde que Owen lo dejó tirado en el hospital y desde entonces no había tenido noticias suyas. No respondía ni sus mensajes, ni sus llamadas. Parker no sabía que hacer al respecto.

—¿Y por qué no vas a verlo?— Ella tenía las piernas pegadas al pecho y estaba envuelta en un largo y grueso suéter de lana en tonos grises, naranjas y beige.

—No creo que sea lo correcto.

—Creí que no estabas dispuesto a rendirte tan fácil.

—Y no lo estoy, pero...—negó. No sabía como explicarle a Pay que esta vez era diferente. Que si bien al principio Owen era hosco con él, respondía a sus mensajes y llamadas, aun si era con algo sarcástico. Este repentino silencio por parte del chico era extraño.

Algo en su interior le decía que presionar esta vez no era lo mejor y sin embargo la espera estaba matándolo. Sobre todo cuando recordaba que faltaba poco para que Owen volviera a Denver para retomar sus estudios. Si, si. Denver no estaba a más de un par de horas de distancia y sin embargo tenía la sensación de que si lo dejaba marchar, lo perdería para siempre. Pero tampoco quería acercarse.

—Es complicado —dijo con un suspiro. —La manera en que está evadiéndome no es como antes y yo solo no sé que hacer con eso.

—Si no conociera a Owen diría que es como una venganza por la manera en que te fuiste hace años— también había pensado en eso, pero no le parecía que fuera así y a ella tampoco — Pero sé que Owen no haría algo como eso, así que debe ser algo más.

—Y me esta matando no saber que rayos fue lo que hice mal como para ahuyentarlo de esa manera— se quejó revolviéndose el cabello al tiempo que resoplaba y empañaba sus gafas con el aliento. Ugh, odiaba que pasara eso. —Creí que había conseguido conquistarlo aunque sea un poquito y ya estaba planeando nuestra siguiente cita, pero él solo desapareció.

—A usteded les gusta hacerlo todo tan complicado — dijo ella recostándose contra su costado en busca de calor. —Solo ámense y ya.

—Ojalá fuera así de fácil— le rodeó los hombros con uno de sus brazos y volvió a balancearse. —De ser así, te juro que ya hubiera puesto un anillo en su dedo.

—Es tan extraño oirte hablar así.

—¿Así cómo?

—Tan coqueto y decidido. Antes eras todo reservado en cuanto a lo que sentías. Tan reservado que te las arreglaste para ocultar lo que sentías, por años— ella abrió mucho sus ojos— no creo poder haber hecho lo mismo.

—No te veas tan sorprendida. Créeme, no poder esconder lo que sientes no es una hazaña. Porque duele y aun si fuera lo correcto, el precio es demasido alto.