Capítulo III

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El campo de fútbol se veía realmente impecable, Dan sentía la ansiedad y el nerviosismo queria demostrar su talento y ser elegido para formar parte de equipo de fútbol de la universidad.
Hace ya veinte minutos que se encontraban allí junto a un gran grupo de estudiantes, todos vestidos con la casaca suplente del equipo. Las pruebas eran la primera instancia eran individuales, luego un partido contra el equipo titular de la universidad.
Estos los observaban curiosos y con cierto aire de superioridad, quizás algunos de ellos tenían su edad pensaba Dan aunque ya sé encontraban en años más avanzados.

Sintió nervios al ver como el entrenador observaba a Tim realizar los trucos individuales que les pedían hacer, luego era turno de Dan, él sentía su mano sudar y un nudo en la garganta, tener la mirada de todos puesto en él le parecía algo incómodo, pero solo debía soportarlo por unos minutos se recordaba así mismo.
Sintió cierta tranquilidad cuando vio al entrenador anotar unos cosas y dialogar con su ayudante animadamente mientras observaban a Tim.

El turno de Max había pasado hace varios minutos ahora él esperaba junto a otros chicos con un semblante preocupado mientras miraba a su amigo y esperaba por Dan.
El entrenador le pidió a Tim que se detuviera y lo mando a esperar junto a los demás. Al llegar, Max fue hasta él mientras ambos miraban a hacia Dan, el entrenador le hizo una señal indicándole que ya era su turno, Dan suspiro y camino decidido hacia el centro del campo en donde tomó el balón y espero a que el entrenador le indicará iniciar, sentía que esos pocos minutos que pasó haciendo los trucos que le pedía nunca pasaban, y ni siquiera miro hacia el frente, sin más el entrenador lo mando a espera junto a los otros chicos, al llegar Max le hablo.

-¡Vaya amigo eso estuvo genial!- comento. Dan se limitó a asentir mientras respiraba para tratar de recuperar el aliento.

Tim solo le observó y sonrió, en esas semanas de amistad había entendido que él era un hombre de pocas palabras, la mayoría de las veces Tim solía permanecer callado y solo opinar cuando Max se lo pedía. Así fueron pasando los demás chicos ingresantes, luego de ello el entrenador propuso que se realizará un pequeño partido para probar equipo.

El equipo titular ya los esperaba en el centro de la cancha, el ayudante del entrenador fue por los ingresantes después de algunas indicaciones el juego inicio.
Cómo era de esperarse no ganaron ese juego pero al finalizar el entrenador camino hacia los nuevos como los llamaban y les empezó a entregar casacas del equipo a aquellos que fueron elegidos.
Dan sonrió de felicidad al saberse elegido por el entrenador casaca con la número dos esa era su posicion defensor en ella destacaba su habilidad, cosa que se veía ayudado por su metro ochenta de estatura.
Max se llevó la número cinco el medio campo, mientras que a Tim le tocó la número siete la delantera.
Se sentía feliz su deporte amado y sus amigos en él no podía quejarse.

-Eres bueno muchacho- escucho decir al entrenador mientras palmeaba el hombro de Tim.
Su amigo solo se limitó a sonreír y asentir con la cabeza - Los que no han sido seleccionados no sé sientan mal siempre pueden venir a participar en los entrenamientos, formarán parte del equipo suplente, aquí todos tienes un lugar- hablo en voz alta palmeando el hombro de varios muchachos al pasar -Entonces, a las duchas los veré mañana para entrenar- el entrenador se alejo junto a sus ayudantes.

-¡Definitivamente elegí la  universidad correcta!- Max llamo la atención de sus amigos - ¡Son geniales!-  comento mientras se dirigían hacia las duchas- ¡Primero el Profesor Wilson y ahora el entrenador creo que son personas muy buenas! he escuchado que son los más queridos de la universidad además ¿Dónde se ha vistos que alguien les de un lugar a los que no han calificado?- continuo Max

-Es verdad, me sorprendió eso- apoyo Dan.

Siguieron caminando mientras se dirigían hacia las duchas al llegar un muchacho moreno se acercó y les enseño los casilleros que usarían en esa área, Dan le agradecio mientras dialogaba con sus amigos se enteró de que ese chico en realidad era el capitán del equipo.
Terminaron de bañarse y esperaron en las gradas junto a Tim a que Max saliera.

-¿Nos vamos?- cuestionó Max atrayendo su atención. Ambos se pusieron de pie y luego en compañía de Max salieron del campus.

Para Dan el camino hacia su casa no era lejos, así que tomaron el parque y continuaron caminando mientras charlaban animados, sabía que sus amigos debían tomar el bus para llegar hasta unos barrios más abajo donde vivía, en ese trayecto se enteró que esos dos eran amigos desde niños ya que eran vecinos del mismo barrio, eran de familias acomodadas y gozaban de una buena posición económica, pero eso era lo de menos eran personas humildes y agradables.
Según sabía los padres de Max se habían separado cuando él tenía doce y su madre fue a vivir a otro estado dejándolos a él, sus dos hermanos y una hermana a cargo de su padre este pasaba el día trabajando por lo cual Max no compartía mucho con él, pero parecía  no importarle se veía independiente y estable pero Dan sabía que algo escondía de tras de esa personalidad tan extravagante.
Tim vivía con sus padres y dos hermanos, su familia era pequeña y sus padres ambos eran médicos, la primera vez que fue a su casa se sorprendió al ver la humildad en cómo vivían, no una humildad que muchos tienden a confundir con pobreza sino una humildad que se veían en su forma de ser y tratar amables y agradables.

-¿Que harán está noche?- cuestionó Max después de un largo silencio- Es viernes pueden venir a casa y comeremos unas pizzas mientras vemos el clásico español.... Tim tú tienes que venir- invito pero lo último salió más cómo una demanda hacia Tim.

-¿Para qué?- Tim lo miro y resopló- Tu quieres que vaya para pasar toda la noche escuchando de la suerte que tienes de que a Mel le haya tocado ser tu pareja en el informe y que es una señal del destino.... - Dan sonrió y los observó de verdad esos chicos eran como niños pero parecían conocerse muy bien, notó el rostro de Max mientras arrugaba el entrecejo dispuesto a contraatacar pero Dan se le adelanto.

-¿Quién es Mel?- cuestionó confuso.

-Es el amor de mi vida- respondió Max con una sonrisa y mirada soñadora.

-Mel o Melanie Marsden es la morena que le tocó como pareja para hacer el informe- agrego Tim mientras rodaba los ojos y su voz era cansada.

Dan solo asintió mientras sonreía al observar a sus amigos, realmente les hacía mucha gracia cómo se comportaban pero les recordaba a sus tiempos de preparatoria allá en su pueblo.

-¿Y tú qué harás Dan? También puedes venir a mi casa-

- Esta vez no podré Max lo siento tal vez la próxima así me cuentas más de esa tal Mel - sonrió- Quedé con Sandy para que me presenté con Sara Dawson y poder hablar sobre el informe- explicó.

-¿¡Que!?- Max lo miro sorprendido pero cambio su mirada a Tim que lo miraba con una mirada que él no pudo descifrar- ¿¡Escuchaste Tim!? Dan ya consiguió quedar con Sandy y tú ni siquiera la puedes saludar- Max rompió en carcajadas mientras el rostro de Tim se sonrojaba y su mirada estaba al frente con expresión seria.

-Oye amigo no es lo que crees- Tomó el hombro de Tim y lo obligó a mirarlo- Es que ella conoce a mi compañera de informe y se ofreció a acompañarme a su casa para presentarnos- explicó.

-Descuida - dijo Tim dándole una media sonrisa- Vas a tener que comer esa pizza solo, porque yo no iré a tu casa - dijo dirigiéndose a Max quien dejó de carcajear y su rostro se descompuso en una mueca de susto- Bueno Dan aquí nos separamos, debemos ir por la otra calle para encontrar nuestro bus - explicó mientras le daba un apretón de manos - Nos vemos mañana, recuerda que entrenamos igual y asi nos cuentas de tu compañera tampoco la conocemos- Tim se puso a caminar, sin esperar por Max que aún continuaba allí parado procesandolo todo.

- ¿¡Que!?... Aguarda Tim espera- pidió corriendo tras su amigo pero se detuvo y se giró para despedirse, corrió para estrecharle la mano - Nos vemos mañana - volvió a correr hacia Tim quién no se detuvo a esperarlo.

Dan los observo perderse, sabía bien que Tim conocía a Max a la perfección por ello hablaba confiado y sabía que él correría para buscarlo después de todo ese par eran como hermanos.
Sonrió negando con la cabeza por la situación, enfiló el rumbo hacia su casa tomó una gran bocanada de aire antes de ingresar, a esa hora sus padres no estarían en casa y su hermana tampoco.

Pero al instante en que ingreso a su casa sintió el ambiente de siempre tenso y triste, lo que contrarrestaba al ambiente qué vivía en la universidad con sus amigos, pero solo se limitó a caminar escaleras arriba para darse un baño y prepararse para ver a Sandy que lo llevaría hacia la casa de Sara.
Solo quería que las siguientes horas pasarán rápido, además de la curiosidad que sentía por conocer en persona a la chica de melena castaña, también quería salir de su casa, no soportaba el ambiente que se respiraba allí.

¡Y Si Decido Creer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora