¡Y Si Decido Creer!

Capítulo XXXI

Pedirle ayuda a Ross, era considerada una de las decisiones más difíciles que Dan tuvo que tomar.
Sobretodo porque el rubio no se la hizo nada fácil, para poder elegir el lugar correcto a donde llevar a Sara en una especie de cita ese sábado en la noche, tenía que soportar ver la mirada arrogante del rubio mientras estaba sentado en el sofá del departamento de Max, el rubio llegó junto a Jack y los cinco chicos se encontraban allí.
Dan había pasado los días planeandolo todo, Mel y Sandy cuidarían de los hermanos de Sara, claro que Tim y Max las ayudarían al menos unas horas, Jack y Ross se presentarían en la casa para supervisar que todo marchará bien, en resumen todos irían la noche del sábado luego de la reunión juvenil a la casa de Sara.

Después de dos horas Dan consiguió que el rubio le diera la dirección del lugar favorito de Sara, era lo único que quería saber pero Ross no dudó en decirle la mesa que debía elegir, y como le gustaba la hamburguesa a Sara, que refresco pedir, y aunque Dan odiara admitirlo era información valiosa. Él hubiera preferido llevarla a un restaurante mas privado pero lo descarto después de todo solo quería que Sara se sintiera cómoda.

Sin embargo la hora había llegado, luego de la reunión juvenil Dan prácticamente rapto a Sara llevandola hasta el auto, al principio la castaña no entendía y se estaba empezando a resistir, lo ideal sería mantener la sorpresa hasta que llegarán al lugar, pero tuvo que confesarselo a Sara, de otra manera ella no se movería del lugar y no dejaría a sus hermanos.

Mientras conducía hacía el lugar, el silencio se hizo protagonista en el auto, Sara iba vestida sencilla como siempre pero el sonrojó en las mejillas la hacían ver aún más tierna, a Dan le tenía sin cuidado el aspecto que ella pudiera tener después de todo él también llevaba su típica ropa.
Al llegar al lugar, observó la sonrisa en el rostro de Sara y se sintió dichoso, definitivamente hacerle caso al rubio había surtido efecto. Se encargó de guiar a la chica a la mesa y pedir la hamburguesa y el refresco como Ross le dijo que a ella le gustaba, aunque llegó a pensar qué talvez el rubio le había jugado una broma pero ese pensamiento se fue al observar la felicidad en el rostro de la castaña.

-¿Cómo lo supiste?- cuestionó Sara mientras la mesera dejaba los pedidos en la mesa.

- Te seré sincero, tuve algo de ayuda...- sonrió.

-¿Ross?- Sara sonrió al tiempo que Dan asentía resignado

- Solo quería que pudiéramos tener esta cita y poder hacer algo diferente...- Sara le regaló una sonrisa dulce y Dan sintió su corazón galopear en su interior.

Era la primera cita que tenían, aunque él había preferido algo más romántico pero no se arrepentía de su decisión, observar el rostro de Sara tan feliz y el brillo de sus ojos no le dejaban dudas.
Él quería estar con ella para poder hablarle, abrirse con ella a otro nivel, sacarla un poco de la rutina y hacer algo distinto.
Observó a la castaña comer y sonreír mientras le contaba una de las travesuras que Tommy había hecho, el ponía atención a cada palabra de la castaña.
Pero luego de unos minutos hubo un silencio entre ellos, está vez no era incómodo, Dan sabía que ambos se veían como dos tontos enamorados mientras se miraban el uno al otro y se sonreían.

- Gracias por esto Dan, pero me hubiera gustado que me avisarás antes...- Sara noto cierta tristeza en los ojos de Dan y se apresuró a continuar...- Es que me hubiera gustado haberme arreglado un poco más...- Sara bajo la mirada para verse.

- Estás hermosa así Sara, para mi siempre lo estás no importa que traigas puesto...- Dan tomó la barbilla de la chica e hizo que ella la mirará. Sara sonrió con el sonrojo en el rostro...- En realidad te traje aquí porque quiero contarte algo...-

- No tienes que hacerlo sino quieres Dan, no quiero que te sientas presionado al decírmelo...- Sara sabía a donde se dirigía, él había tratado de contarle en más de una ocasión pero no lo logro.