Capitulo VII

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Dos largos años habían transcurrido desde que todo paso, dos años desde el día en que por una desgracia su vida dió un giro de ciento ochenta grados cambiando su ser por completo.
Paso de ser una adolescente problemática a hacerse cargo de sus cinco hermanos.
Sabía que la responsabilidad que había tomado no era nada fácil, ocuparse de criar a tres adolescentes y dos niños no era tarea sencilla, pero era una decisión que había tomado.
Después de la tragedia de haber perdido a sus padres.

Cuando todo paso solo le faltaban dos semanas para cumplir los dieciocho años y Sara no dudó en pedir la custodia de sus hermanos.
El juez y servicios infantiles se habían encargado de explicarle  como serían las cosas, una vez tomada la decisión no podía retractarse, ya no había marcha atrás, ella era responsable de velar por ellos y eso se aplicaba a todas las áreas de la vida de sus hermanos.
Sara sabía que la responsabilidad que había tomado era muy grande, pero ella estaba determinada a no permitir que sus hermanos fueran a vivir con algún familiar o a hogares transitorios, mientras esperaban a una familia que los adoptará, la sola idea le producía un escalofrío en todo el cuerpo.
Sus hermanos eran pequeño, Kim apenas si tenía seis meses de vida, Tomy tenía cuatro años, Andy tenía trece y los gemelos Ben y Leo tenían catorce, no podía abandonarlos a su suerte, jamás se perdonaría si algo les hubiera pasado, sus padres no estaban y ella pensaba que no había nadie que los pudiera cuidar mejor que ella misma, como hermana mayor, esa era su responsabilidad.

La situación no era para nada fácil, trabajar por las mañanas y estudiar en las tardes, atender a sus hermanos y ser como mamá con esa edad fué todo un desafío. Hizo muchos sacrificios cuando tomo aquella responsabilidad, dejó de lado muchos sueños y proyectos, pero si de algo estaba segura era que nunca se arrepentiría de la desicion que había tomado.
Hechaba de menos a sus padres, y anhelaba que ellos estuvieran allí pero sabía que eso ya no era posible.
Luego de que todo paso asumió su papel de hermana mayor, el dolor y el luto por sus padres los paso en silencio, al principio se negaba a aceptar, creía que todo se trataba de un mal sueño y que cuando despertará ellos estarían allí, las noches cuando Kim despertaba llorando o enfermaba, los días cuando Tommy preguntaba por sus padres, escuchar a sus hermanos decirle que los extrañaban, lidiar con las situaciones típicas de los adolescentes aún con las suyas propias la hacían sentir por momentos impotente y en más de una ocasión estuvo a punto de dejarlo todo.

En cuanto la noche se hacía presente, Sara se desbordaba, allí en las penumbras de la oscuridad, lloraba en silencio ahogando los sollozos para no despertar a Kim y Tommy que se habían mudado a dormir con ella. Lloraba por horas hasta quedarse dormida, cada día era la misma rutina, sumándole el nuevo desafío de buscar un empleó estable, era un tsunami de preocupación y problemas que parecían cada día aumentar más.

Una noche mientras una tormenta se abría paso en la ciudad, se dirigió al patio trasero y camino en línea recta hasta llegar a los límites donde iniciaba un pequeño bosque.
Miro hacia el cielo sintiéndolo más lejano que nunca. Su interior le recordó que se derrumbaba, se detuvo y sus rodillas tocaron el húmedo suelo, de sus labios se escapó un susurro que a gritos ahogados exclamaba que ya no podía más, las lágrimas inundaron sus ojos y empezaron a marcar surcos sobre su rostro, mientras aquellos sollozos que por tanto tiempo había ahogado en su habitación salieron despedidos mientras su garganta quemaba. Su cuerpo se movía de forma violenta mientras procuraba tomar aire para continuar sollozando. Se dejó caer completamente al suelo mientras en posición fetal abrazaba sus rodillas y daba rienda suelta a su llanto.

¿Por qué? ¿Por qué? Y ¿Por que? Era el único cuestionamiento interno que se hacía ¿Por qué Dios permitió que todo eso pasará?, ¿Por que tuvieron que ser sus padres? ¿Por qué Dios no los cuido? ¿Por qué a ella? ¿Por qué sus hermanos? ¿¡Dios por qué!?....
Soltó ese grito sin preocuparse por si alguien la escuchaba, Sara sentía que ya había llegado al límite de sus fuerzas, ella no quería demostrarlo frente a sus hermanos, sabía que ellos se apoyaban en ella y si la veían derrumbarse, ellos también lo harían.
Pensó ser fuerte para hacerle frente a la realidad con aquella responsabilidad sobre sus hombros, pero sus fuerzas la abandonaron, ella ya no podía sola, ya no podía más.
Las gotas de lluvia empezaron a descender con fuerzas, el viento fresco y violento parecía rugir, ya nada le importaba solo quería llorar y llorar...¿Pero que podía hacer? Sus hermanos eran su prioridad... Ya no sabía qué hacer ni cómo actuar.

Ella solo quería que todo esto acabará, levantó la mirada hacía el cielo y entonces sus lágrimas cesaron al darse cuenta de lo que sucedía, podía ver y sentir el viento fresco y violento, podía ver la lluvia caer y el suelo mojado a su alrededor, pero mayor fué su sorpresa al notar que ella y su ropa estaban totalmente seca, el lugar donde ella se encontraba estaba seco. Le pareció algo irreal y pensó que estaba soñando así que decidió darse un pequeño pellizco para ver si estaba dormida pero no lo estaba, entonces aún más sorprendida se puso de pie miro nuevamente hacia el cielo y pudo ver qué la dirección desde donde ella miraba el cielo estaba despejado, sus ojos se abrieron de par en par todo le parecía irreal, no podía ser cierto.

Entonces como si de flashes se tratará, recuerdos en su mente se empezaron a activar, palabras y cánticos que había escuchado. Ella iba a una iglesia cristiana de la ciudad, pero lo hacía como una costumbre y para acompañar a sus padres. Pero desde que ya no estaban no había vuelto a pisar la iglesia. Sintió que sus ganas de llorar se incrementaron no sabía cómo explicar esa sensación, se llevó las manos al rostro y volvió a darle riendas sueltas a su llanto, recordó una frase certera que sus padres le habían dado en un momento cuando ella empezó a cuestionarles su fe "Jesús es tan real como el viento, no puedes verlo pero lo puedes sentir"...
Las lágrimas seguían saliendo de sus ojos, entonces pronunció estas palabras.

- ¡Mis padres siempre te pedían por mi!- ahogo un sollozo cuando recordó la escena que había visto, una noche en la que volvía luego de haberse escapado para ir a una fiesta- ¡Ellos oraban por mi siempre me lo decían, yo nunca les hice caso, no quería escucharlos y aún menos escuchar de ti!- las palabras abandonaban sus labios de forma entrecortada por el hipeo incontrolable que le provocaba el llanto- ¡Ni siquiera pude pedirles perdón por haber sido una mala hija!- un sollozo fuerte y profundo abandonó su boca mientras una imagen de sus padres sonriendo aparecía en su mente- ¡Pero te pido perdón a tí porque ahora que ya no los tengo entiendo todo lo que me decían!- sentía la garganta quemar, y su rostro humedecido por las lágrimas -¡Diles que lo siento... Lo siento mucho...!- Sara sentía su respiración entrecortada.

Nunca antes había llorado tanto como lo hizo ese día, lo que pasó en ese lugar era algo inexplicable, algo que ella no sabía cómo ponerlo en palabras. Pero tenía la certeza por dentro, de que algo tan sorprendente y sobrenatural era obra de aquel cuyo padres siempre le hablaban, de que existía un Dios en los cielos, que existía un Jesús que dió su vida por todos y que sólo tenía que creer para experimentarlo en su vida, no fue eso lo que hizo que Sara creyera, fue tener esa experiencia con él por qué ella tenía la certeza de que era Jesús esa noche con ella.

Al volver dentro de su casa, minutos antes de que amaneciera, sintió que nuevas fuerzas la embargaba, que ya las dudas que tenía en la noche se habían esfumado y que algo nuevo se había formando en su interior.
Quizás no sabría cómo explicarlo, si alguien le preguntará, con palabras no sabría que contestar. Pero de algo estaba segura, era Jesús con ella...
Claro que los cuestionamientos y el querer saber las razones del porque habían pasado las cosas, estaban allí, su corazón tenía paz, de saber que en algún momento conocería las respuestas que buscaba y de las que no, entendía que desde los cielos había alguien que tenía todas las cosas bajo su control.

A sus padres nunca dejaría de extrañarlos, o de anhelarlos pero creía que algún día los volvería a ver. Siempre los tendría presente y aunque la separación era dolorosa, ya era tiempo de continuar, mirar hacia adelante, hacia aquello que le esperaba en el presente y el futuro, aunque no fuera fácil, Sara creía que existía un ser superior que le daría las fuerzas necesarias para continuar, y ella lo haría, por sus hermanos y por ella.
Siempre algo nuevo por delante la esperaba y la podia sorprender.

¡Y Si Decido Creer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora