Frisk

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- Bien, ya es suficiente.

Chara empujó con suavidad el cuerpo de Frisk lejos del suyo. Parecía la de siempre, ojos fríos y expresión tranquila, como si no hubiera pasado nada. Frisk iba a decir algo, pero se calló, si Chara cambio su expresión era porque ya lo había dicho todo y quería cambiar de tema.

Miro los ojos de Chara. La tristeza, la rabia y la frustración, habían desaparecido ¿Ocultaba su dolor? ¿Tal vez estaba incómoda por el abrazo? ¿Se sentía vulnerable tras haberle contado su pasado?
No podía saberlo, ni sus ojos ni su cara le permitían saberlo.

Chara giró su cabeza con un movimiento rápido, dirección a la salida. Su expresión pasó a ser una fastidiada.

-Tenemos que irnos- sentenció, y comenzó a caminar hacia la salida con paso firme.

Frisk no entendió su cambio tan brusco.

-¿Qué ocurre?

-Es la azulita- Frisk abrió sus ojos, ahora que lo decía llevaba mucho sin saber nada de Saki

-¿Qué le pasa?-pregunto preocupada.

-Esta con la cuatro ojos, puedo sentir sus presencias no muy lejos de aquí.

-¿Puedes sentirlas?

-Pues claro, es por eso que estamos aquí ¿No?

- ¿Pensé que Saki era la única que podía sentir a las almas?

- El odio tiene la necesidad de alimentarse de almas para existir, cuando hay una cerca de él se pone inquieto. Y ahora mismo está muy alterado.

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Una lluvia de agujas caía sobre su cabeza. Con movimientos rápidos y gráciles, como si de una danza se tratase, la azulada esquivo cada una de las agujas. La oji morada preparo otro arsenal  seguido de cerca por sus tres hilos. Saki esquivo las agujas y con sus poderes inmovilizó por unos segundos los hilos de Janet. Sus poderes no le permitía detener ataques de almas durante mucho tiempo, pero le era suficiente esos segundos para alejarse de su cercanía y esquivarlos con gracia.

Janet estaba impaciente, desde que su pelea había comenzado no conseguia tocarla o atraparla, era demasiado flexible y sus movimientos eran rápidos y precisos, como si estuviera haciendo una actuación en sus narices tratando de burlarse de ella. 

Había podido atraparla con suma facilidad momentos antes, entonces ¿por que ahora resultaba tan difícil tocarla?

Una aguja paso por debajo de las rótulas para hacerla caer.  Saki que estaba de espaldas al ataque, dio un salto con voltereta hacia atrás, tomó la aguja de Janet antes de aterrizar, una vez en el suelo, tomó impulso y la lanzó con fuerza hacia ella. 

La morada se agacho sorprendida, sin esperar ese contraataque de la azulada, evitandolo por los pelos. Subió su mirada hacia Saki aun agachada en el suelo. 

-Tendrás que esforzarte un poco más- dijo Saki con su mirada clavada en ella.

Esa frase no iba de broma o tratando de sonar graciosa, sino que iba en serio. La oji morado se incorporó, sin apartar su mirada de su contrincante.

- Veo que eres más ágil de lo que aparentas.

-Bueno he hecho gimnasia y ballet por 12 años, de algo me tiene que servir ¿no?- dijo con una sonrisa 

Las comisuras de los labios de Janet subieron levemente, Saki se lo tomaba enserio y eso a ella le encanto. Casi nunca la veía con ese porte, luchadora, fuerte, confiada. Siempre había convivido con su actitud de princesa de cuento, creyendo sus fantasías en un mundo bueno y sin desgracias, sin asimilar la realidad. Ver a Saki en su porte de chica seria le encantaba. 

Psiquetale (Au Undertale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora