Psiquetale (Au Undertale)

Mi amigo

Con paso pesado y amenazante el rey caminó hasta Frisk, la tomó por el cuello de su sudadera y la elevó sobre su cabeza, mientras la atravesaba con su mirada.

- ¡No tenéis suficiente con arrebatarme a mi familia, sino que ahora  profanas sus aposentos!

Tras ese grito, lanzó el cuerpo de Frisk fuera de la habitación, chocando contra la pared. Frisk no expulsó ningún grito, debido a la enorme fuerza con la que su cuerpo chocó con el muro de piedra, sus pulmones lo ahogaron.

Con furia, Asgore volvió a encaminarse hacia Frisk para agarrarla de su costado y tirarla con fuerza al suelo. Esta vez el grito de dolor se escuchó.

- ¡Malditos humanos! ¡Ni siquiera sabéis lo que es el respeto por los muertos!

El rey creó su tridente para darle fin a su miserable vida. Hasta que una silla impactó con fuerza en su cabeza y lo hizo retroceder hacia adelante. Permaneciendo en silencio durante un rato, las gotas de sangre por la herida abierta en su cabeza comenzaron a gotear en el suelo.

Giró su cabeza hacia la trayectoria de aquel mueble y frente a él pudo ver la figura transparente de un fantasma. Reconociéndola al instante.

- Vaya, vaya, tú eres aquella alma corrupta que estaba con Saki ¿no es verdad?- dijo mientras giraba su cuerpo hacia ella con una sonrisa

- ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?- dijo mostrando sus dientes en una expresión de enfado.

- Y a quien te refieres ¿a ti?- escupió con sarcasmo y burla- De todas maneras ¿Por qué la defiendes? Las almas corruptas no sienten apego ni preocupación por nadie, solo quieren lastimar y destruir.

- ¿Cómo, tú?

Encaró Chara con soberbia y falta de respeto.

- A mi parecer tú no eres mejor que yo, monstruo.- aquella palabra iba dirigida con dos significados. Uno, de forma despectiva hacia su raza, y dos, la manera de llamar a un ser horrible y sin empatía.

- Tú no sabes nada. ¡NINGUNO DE VOSOTROS SERES DESPRECIABLES SABE COMO ME SIENTO AL TENEROS CERCA! ¡VOSOTROS NOS LLAMÁIS MONSTRUOS, PERO LOS VERDADEROS MONSTRUOS SOIS VOSOTROS! ¡Nos arrebatan lo que más queremos, nos despojan de una vida tranquila y nos encerraron en un agujero para que nos pudramos! ¿¡Quienes os creéis?!

- Sé lo que se siente.

- eh?- exclamó con sorpresa

- Todo eso, se que se siente. Yo he vivido lo mismo que tú. ¡Y he comprendido que no todo se arregla con venganza!

Aquellas palabras hicieron que el fuego y la ira del rey se desbordaran.

- ¡TU QUE VAS A SABER! ¡NO SABES NADA!

- ¡Si que lo se!- gritó perdiendo la voz- Se que es que los humanos te desprecien, se que es perder al ser más amado por su culpa. Lo sé. Y no conseguirás lo que buscas haciéndolos sufrir, por más que los humilles, golpees y mates...él.....ya no volverá- dijo aquello último con voz desgarrada, pero sin perder su mirada fría y enfada.

Los dientes del rey rechinaban de la rabia.

- Vengare su muerte ¡AUNQUE SEA LO ÚLTIMO QUE HAGA! ¡ELLOS PAGARÁN! ¡LOS ARÉ PAGAR A TODOS!

- ¿Condenaras a los humanos por el crimen de uno solo? y a quien por cierto, tu mismo eliminaste

- Si ¡Los humanos son egoístas y temerosos, buscarán la forma de erradicar a cualquier criatura diferente a ellos! ¡Nunca seremos parte de un mundo nuevo, porque ellos no piensan en nadie salvo ellos mismos, siempre ha sido y siempre será así ¡Por eso deben ser eliminados! ¡No habrá paz con ellos en el mundo!