Prólogo

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En definitiva, todos somos diferentes, algunos de pequeños le tenían miedo a los fantasmas, algunos a la oscuridad, algunos los monstruos debajo de la cama y algunos le tenían miedo al agua, yo pertenecía a aquel grupo. El agua para mi era misteriosa, intrigante y hasta podía decir que despiadada, pero yo la respetaba, conocía el poder que ella tenía y pensaba que aquel no era lugar para mi. No era mucho de piscinas, ni de ríos, ni de playas, aunque claro que había visitado algunas, pero todo moría ahí, yo solo podía pasar 10 minutos en el agua y para dentro, para nada como ahora.

Sentada en el fondo del agua observaba poco a poco mi vida pasar y de alguna manera me sentía protegida en un lugar en el que tanto tiempo había tenido miedo, contaba al rededor de cuatro minutos y mis pulmones me exigían oxígeno, así que no me hice de rogar nadando hacia fuera sin apuros, casi podía sentir como el agua se llevaba todo el dolor, todos los males, las dudas, las incertidumbres, luego de tanto tiempo podía amar estar dentro del agua, pero aún la respetaba como cuando me atemorizaba.

Toda mi vida la había vivido en una burbuja, estaba conforme y era feliz con mi vida porque no conocía nada más, no sabía que por complacer a los demás y por mis miedos me estaba perdiendo de las cosas más hermosas de la vida, hasta que la conocí a ella, fue entonces que por primera vez en 18 años comencé a cuestionarme cada aspecto de mi vida. Nada estaba claro cuando esa mujer estuvo frente a mi por primera vez, pero algo si sabía claramente y era que nunca en mi vida olvidaría aquellos ojos.

Hay cosas que por más que trates no puedes evitar, hay algunas promesas que se rompen. No estoy muy segura de que es lo que obra exactamente en la vida, si Dios o el destino, ¿Quién sabe? Quizás van de la mano, pero si de algo estoy segura es que todo pasa por una razón, todo pasa por y para algo. Quizás para que amara con el corazón y con el alma, quizás para que me amara a mi misma de la misma manera, quizás para que aprendiera a seguir mis sueños, para que soltara.

Soy Camila Cabello y te voy a contar lo que me pasó cuando tenía 18 años, cuando mi vida cambió de la forma más increíble e inexplicable.

Heavenly Desire (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora