Capítulo 33: Perdida

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Al día siguiente te mire y estabas un poco raro – ¿Te desvelaste? - señale mis ojeras – me dormí tarde haciendo tareas- entrecerraste los ojos como dudando - ¿A qué hora? - me pasé la mano por la cara – A la 1:00 A.M- me diste una mirada poco crédula- Yo como a las 3:00 A.M- te mire sorprendida, ¿Qué tanto hacías para dormir a esa hora? –Eres un vago desocupado-

Me diste una mirada de "¿En serio?" –¿Y tú que hacías? -¿Really? Te acabo de decir porque me dormí tarde ¿y lo preguntas otra vez? - Haciendo tareas y hablando con mi hermana- parecías el típico novio celoso bah, pero no lo eras... reíste- ok y ¿cómo amaneciste? aparte de desvelada-

Estaba cargado mis cuadernos y una hoja cayó al suelo- Por alguna razón feliz- Levantaste la hoja y miraste lo que estaba escrito: "No puedes pensar en él, no puedes hablar con él, no puedes sentir cosas por él, no puedes hacer nada que tenga que ver con él y tienes que olvidarte de el" algo como un reglamento u oración que había hecho cuando supe lo de Diana, se supone que no la tenías que leer pero las cosas nunca salen como uno quiere.

Lo leíste y tu expresión cambio, me diste la hoja- Es en.. se... rio..?- con un tono distinto como preocupado, medio sorprendió, pensé que no te importaría – Si- dije fríamente

–Sabes que me va a doler- seguro de eso o es otra triste mentira, si nos volvíamos a hablar, pero ya no caería –pero es necesario que lo cumpla- te acercaste a mí- Espero desde lo más profundo de mi que no funcione- siento que ya voy a fallar y ni he iniciado.

Iba a responder me llegó a buscar la coordinadora para decirme que me habían llegado a traer, ¿Qué? Pero si no dije que lo hiciera; lo que había pasado, era que mi abuela había muerto, el cáncer de mi abuela había empeorado tanto... su pérdida fue muy dura necesitaba estar tranquila, porque, aunque estuviera desecha tenía que ser fuerte para apoyar a mi mamá.

Fue horrible perderla, prácticamente fue quien crio a mi hermana y a mí; mis padres no estaban mucho en casa de hecho mi mamá ni en el país estaba, así que pasaba la mayor parte del tiempo con ella. En el entierro llovía a cantaros puesto que un huracán quería entrar al país, mis hermanos y yo íbamos empapados hasta los calzones, pero no importó.

Robert y Marina llegaron, fueron de gran apoyo, Robert me dio su suéter y me dijo – Tranquila todo va a estar bien, yo te apoyare- me lo puse; pase el resto del camino hacia el cementerio con él; el viento estaba tan fuerte que muchos árboles se caían. Llegamos al cementerio y verla partir fue lo más horrible del mundo, Robert, Tatiana y Mariana me consolaban. Al final de todo le iba a devolver su suéter a Robert, pero dijo – Quédatelo y me lo de vuelves cuando vuelvas a la escuela- les agradecí y se fueron

Después de 4 días de la perdida de mi abuela, preste cuadernos para estar al corriente con los demás, mire mi celular y había muchos mensajes de "Lo siento por tu perdida", de muchas personas, pero no la que esperaba... no había señales de ti... pensé que te importaba como estuviese, pero al parecer no...

Regresé al colegio el 9 de Octubre, el día de tu cumpleaños, sobre lo de la "sorpresa" que era tu regalo, eso ya estaba listo desde antes y aunque no me sintiese muy bien por lo ocurrido igual quería que tuvieras algo lindo, que la pasaras bien y no te faltara nada, lo lleve en mi mochila y se lo di a Raquel – Dáselo tú, no estoy en buen estado para verlo y tengo que ir a 4 exámenes y 2 exposiciones- Raquel aceptó

La carta que nunca te di (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora