Es miércoles, solo otro día más para ignórate, pero a la vez acosarte; si soy bien bipolar, pensaba mientras caminaba a mi salón y te veía de largo.
¿Cómo puede ser tan perfecto y tan hijo de puta a la vez?, esos ojos azul claro, esa sonrisa tan perfecta, su cabello negro alborotado, ese caminar, esos brazos, todo él.
Y así fue en todo el día, trataste de acercarte a mí, pero te evitaba a más no poder.
Hasta la hora de irnos; estaba con Raquel, estábamos por irnos a la casa de Robert, como es la costumbre; solo que no lo encontrábamos.
Raquel lo miró, subiendo las escaleras, buscando a quien sabe quien, lo seguimos porque obviamente no podíamos llegar a su casa sin él; cuando íbamos subiendo escuchamos música, Raquel me miro y compartimos una mirada de¨ ¿qué mierda? ¨
Mientras más subíamos más se aclaraba la letra de la canción, Raquel se aclara la garganta y dice – esa no es- pero la interrumpo – This Town de Niall Horan- con un tono de melancolía.
¡Cuando por fin subimos esas escaleras infernales, miramos a Robert meterse a la sala de maestros, lo seguimos, mientras gritábamos – hey! Vámonos! ¡Hey! ¡Vámonos! ¿Qué estás haciendo aquí? -llegue a la puerta de la sala y te miré... deje de respirar por unos minutos, estabas sentado en el suelo, a la par de un reproductor, escuchando y cantando esa canción.
Nuestras miradas se encontraron y por un segundo todo desapareció, parecía como que estuviéramos solos los dos, "¿Por qué no me puedo mover? ¿Por qué no puedo dejar de verte?" el pánico entro en todo mi ser.
Nunca he sido una persona que le importe otra sentimentalmente, siempre lo he visto como una cosa vaga, algo que no importaba para nada, el enamorarme siempre me produjo un temor horrible, era a lo único que no me atrevía nunca.
Reaccionaste y sonreíste – Hanna!- , Te levantaste lo más rápido posible, pero yo seguía en shock; cuando mire que te estabas acercando a mí, salí corriendo por pánico... pero fuiste más rápido que yo.
Me tomaste en tus brazos, me abrazaste por detrás tan fuerte que pensé que iba a explotar; estaba tratando de escapar de tu agarre cuando escuché – Perdón-.
Me paralicé, no sabía qué hacer o decir, cuando iba a hablar, a la par de nosotros apareció una niña, nos estaba viendo sonriente – Hola, ¿ella es tu novia?- seguía dando una sonrisa de boca cerrada.
Me miraste y contestaste -no, no es mi novia- sonreíste, lo pude sentir –pero es la mujer de mi vida- imagínate si ya estaba más que súper nerviosa de estar así tan pegados, como no me iba a poner después de que esas palabras dejaron tu boca.
¡Me estas matando! Y creo que te estoy comenzando a quererte más.
MALDITA SEA QUE DEBIL SOY CUANDO ESTOY CONTIGO!
Cuando ese pensamiento me invadió, me solté, subimos y Raquel me estaba esperando; me fui con ella, le dije lo que acaba de pasar mientras bajábamos, creo que ya me esperaba lo que iba a decir – dale una oportunidad- la miré y sonreí – se la daré- nos fuimos felices para la casa de Robert.
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La carta que nunca te di (Libro 1)
Teen Fiction"Lo que debe suceder, sucede siempre en el momento en que debe suceder, de forma inesperada, como un milagro." . . . . La forma de conocernos fue extraña, Harry Potter nos juntó y por alguna extraña razón, poco a poco nos volvimos buenos amigos y co...