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Sábado 08:12 am
Había pasado como 15 minutos mirando aquel letrero, estaba convencido de que ese era el lugar de la dirección que le habían enviado. Tenía un mal sabor de boca y un escalofrío recorrió desde su espina dorsal,tenía muchas teorías sobre lo que iba a ocurrir pero, sentía que debía verlo de nuevo,los recuerdos del pasado inundando su mente en esos momentos.
"boywithlove"
Es el burdel más famoso de la ciudad, dirigido por uno de los proxenetas más poderosos y ricos de Seúl,¿cómo Seokjin había terminado allí?.
Recordaba cuando ambos corrían de la policía en Ddaegu,siempre escapaban,siempre fueron muy astutos.
Las cosas cambiaron totalmente, tenía esa sensación, si esa, la de miedo,miedo que se expande por todo el cuerpo como veneno.
Pero Yoongi,es un adulto que sabe lidiar con el miedo.
La mañana está soleada y no hay casi nadie sobre esa parte del barrio,estaba apunto de ingresar al lugar,dejando de lado los recuerdos agrios para verlo de nuevo.
—l-lo siento.
Se disculpó un joven de cabellos azabaches,su mirada gacha y tenía puesto un cubre bocas negro, todo sobre ese muchacho indicaba que quería pasar desapercibido.
—no te preocupes,solo ten más cuidado para la...pró...xima—respondió sin importancia,no fue para tanto el pequeño impacto que ambos tuvieron,Yoongi solamente negó,aunque ese joven se le hacía bastante familiar.
El azabache hizo un reverencia y salió rápidamente de la escena como si estuviera huyendo de algo.
Yoongi ignoró ese pequeño acontecimiento para centrarse nuevamente en el burdel que tenía en enfrente.
No se retrasó más y decidió ingresar, todavía era de mañana, el lugar no estaría en servicio y solamente podrían pasar personal autorizado.
Quería sacar su placa de policía y ordenar que lo dejen cruzar pero, la realidad lo golpea, ahora es nuevamente un delincuente.
Había dos hombres aguardando la puerta principal, ni siquiera el sol parecía molestarle,se tomaban enserio su trabajo.
—el horario es de 21:30 pm. No puedes estar aquí—habló atropelladamente un hombre mucho más alto que el pálido pero,eso no lograba intimidarlo.
—sí,lo entiendo pero,no estoy aquí para ser cliente—comentó,estaba calmado lo cuál era un gran logro,porque siempre Min Yoongi pierde la paciencia en cuestión de segundos.
Los hombres se miraron para después posar su mirada de nuevo en el peliplateado.
—no puedes estar aquí—repitió con un poco más de brusquedad.—es mejor que...
