Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Antes,el silencio era como era su mejor compañía,un silencio donde podía escuchar sus pensamientos pero ahora,el silencio era su peor temor,porque después de que su padre se haya marchado solamente los recuerdos dolorosos se reproducían una y otra vez.
Bajó del vehículo con cuidado,para después observar con detalle aquel apartamento,estaba casi abandonado.
—¿enserio?¿aquí?... Que asco,te mataré Taehyung—murmuró para si mismo y sacó el bolso negro que estaba en el asiento de copiloto,cerró la puerta del auto detrás de él.
Mientras ingresaba al edificio arrugó la nariz al sentir un olor a alcohol y sexo,no era un buen ambiente,una mujer anciana lo atendió.
—busco una habitación—murmuró enseñándole unos cuantos billetes.
—tengo una,es la habitación 9—respondió la mujer sacando una llave para entregársela al joven de cabellos castaños.—es la mejor que tengo,hay calefacción y un baño limpio, también hay una ventana.
—perfecto,me quedaré algunos días.
Después de realizar una pequeña reverencia a la anciana,el castaño comenzó a subir algunos escalones para llegar a la habitación que se le fue entregada.
Cuando abrió la puerta quedó sorprendido al ver lo limpio y ordenado que estaba todo,sin duda parecía ser la mejor habitación que tenía, sonrió para sus adentros.
Tiró el bolso en la cama y se quitó los zapatos para recostarse también,soltó un suspiro de frustración,quería ayudar pero,ahora estaba alejado de todo,para protegerse.
Sonaba patético, se sentía un cobarde por estar huyendo y no poder hacer nada pero,confiaba en ellos.
Flashback;
—¡buenos días,Jimin!¡Feliz cumpleaños!—saludó después de ver al nombrado bajar de las escaleras se acercó y dándole un pequeño abrazo lo felicitó de nuevo,luego lo guió hasta la mesa para que finalmente puedan desayunar juntos después de tanto tiempo.
—gracias por tomarte la molestia en venir papá,sé que tienes mucho trabajo— expresó mientras tomaba una tostada y lo untaba con jalea.
—¡bah,tonterías! No me perdería el cumpleaños número 18 de mi hijo— soltó dándole un sorbo a su café.
Jimin rió mientras llevaba la tostada a la boca,después de digerir nuevamente habló.
—¿cómo va el trabajo,Pa?— observó con detenimiento al adulto enfrente suyo,las arrugas de su rostro eran más notorias cuando sonreía y el cabello comenzaba a desaparecer con lentitud.
—va bien,me encargo yo personalmente de eso,entonces está bien—respondió con simpleza.
—¿acaso no dejas a cargo a alguien más?— curioso y sorprendido prestó más atención que antes.
