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La noche fría,tan aterradora como una pesadilla de la cual no puedes escapar.
En la habitación más cercana de una ventana,las cortinas se movían al compás del leve viento.
Mientras la luz de la luna menguante iluminaba con cierta dificultad en su oscura habitación.
—¡Yoon!...Yoonie~escuchame—murmura una voz lejana que con lentitud puede oírse cada vez más clara. —Yoon—se escucha el suspiro de alivio de aquella joven mujer de cabellos negros,sus ojos tan llorosos mientras en su rostro había rastros de golpes.
—¿qué s-sucede? ¿JiEun?¿que te..que te pasó? — pregunta el menor sentándose en su cama observando mejor a la pelinegra que estaba a su lado sosteniendo una mochila.
—ten... Tienes que irte. Llamé a Seokjin,él te ayudará a escapar ¿me oíste?— sujetó las mejillas del pálido y dejó un dulce beso en su frente mientras sentía las lágrimas caer, acarició con delicadeza los cabellos del menor.
—y-yo... Yo n-no entiendo, JiEun ¿qué pasa?¿por que Seokjin vendrá? ¿Que sucedió en tu cara?— estaba asustado,jamás lo habían despertado en la madrugada de ese forma ni mucho menos el estado en el que estaba su hermana mayor.
—¡JiEun!¡¿dónde estás?!...¡maldita, ven aquí!— exigió una voz grave desde abajo donde la habitación de la nombrada estaba.
—Suga... Ya vámonos—habló finalmente un chico castaño que acababa de ingresar por la ventana.
El pálido no estaba seguro lo que ocurría pero, no dejaría sola a su hermana,ella lo cuidó por tantos años y lo crió como un hijo, en ese momento necesitaba ayuda y no la abandonaría.
—no,me quedaré contigo—murmuró abrazando a la mayor,mientras un sentimiento de angustia invadía su cuerpo.
—no,Yoonie,no—lo alejó mirando a Seokjin quien de inmediato apareció cerca de ellos para separar al menor.—no puedes quedarte conmigo... Tienes que irte con Seokjin... Y-yo estaré bien,te buscaré d-después—prometió soltando más lágrimas.
—¡JiEun!—otravez esa voz. El miedo se aprisionaba de todos,mientras que la joven mujer temblaba y levantaba de nuevo la mochila entregándosela al castaño. —cuidalo mucho,Seokjin no dejes que nadie lo lastime—pidió dirigiéndose a la puerta para salir,el nombrado asintió totalmente de acuerdo.
—¡hey~ vamos!—susurró halándolo del brazo, el pálido hacía el esfuerzo por no moverse—salgamos por la ventana, por favor, solamente tengo una misión no hagas que esto sea difícil—rogó con un intento de convencerlo.
