◎Mαɾʋҽʅ αƈαԃҽɱу◎

Nuevas confesiones

El día había llegado, algunos esperaban ansiosos a los nuevos estudiantes, otros, en cambio, les daba igual.

Ese día, mientras desayunaban habían empezado a hablar sobre aquel tema.

—Steve, ya que eres el delegado y parte del comité estudiantil. ¿Vas a hacerles el Tour por la Academia? A si no te esperamos para ir a entrenar. —Comentaba Sam mientras se llevaba una tostada a la boca.

—Supongo, ¿no me vais a acompañar? Que malos alumnos. —Rió el rubio.

—Depende, si hay alguien que te pone ojitos si te acompañaré. —Opinó su pareja quien devoraba su tazón de cereales.

—¿La apuesta sigue en pie? —Preguntó Scott.

—Se acaba esta semana, tenemos hasta el lunes. —Comentó Loki quien sacaba una libreta. —¿Por quien apuestas?

—No, solo quería saber si seguiais con esa tontería. —Scott se llevó las manos al rostro. Él, junto a Wanda, eran unos de los más inocentes, aun que obviamente, Peter se llevaba el premio.

Después de esa pequeña conversación, el tiempo que tenían para desayunar se terminó y todos fueron a sus clases.
Allí, Phill esperaba para anunciar la llegada de los nuevos alumnos.

—Alumnos, alumnas, hoy es un día muy importante pues vamos a recibir nuevos alumnos, algunos son de intercambio y otros no. Espero que seáis amables y no haya el mismo problema que la última vez. —El ayudante del director se refería a lo ocurrido el año pasado, pero no quiso entrar en detalles.

—Si si... —Dijeron todos con aburrimiento.

Segundos más tarde, una chica de cabello liso y rubio, con los labios pintados de negro y vestida con una chaqueta verde y unos leggins negros, irrumpió en el aula.
Pronto, los ojos del hijo más joven de los Odinson se clavaron en la chica, alertando a su hermano quien pronto le llamó la atención.

—Loki. ¿Esa no es tu ex? —Exclamó el de cabellos rubios.

—¡Callate! —Susurró en voz algo alta. Era obvio que Loki se acordaba muy bien de aquella chica, y rogaba que ella no se acordase de él.

La chica, sin cruzar palabra y con un andar presuntuoso, se sentó en el lugar que estaba libre.

Segundos después, entró otra mujer, esta, en cambio, llevaba el cabello de color verde y vestía de negro. Ella, en cambio, se presentó con una escueta sonrisa.

—Hola a todos. —Comenzó.—Voy a estar poco tiempo, pero voy a presentarle. Llamenme Lorna.

Y con esa presentación, la chica se sentó al lado de la otra recién llegada.

El recreo llegó, y Steve, de forma amable y respetuoso se acercó a ambas chicas y les ofreció ser su guía para enseñarles toda la Academia, pues al ser muchos alumnos y tener dinero, contaba con múltiples lugares, clases y zonas de recreo.

—Hola, soy Steve, el delegado de ésta clase. Comenzó a hablar. —Si queréis os puedo enseñar un poco este lugar para que no os perdáis.

—No gracias, no voy a perder el tiempo. —La rubia se levantó de su asiento y se marchó.

Cuando Steve se giró para mirar a la chica de pelo color verde, esta ya estaba siendo abrazada por su hermana.

—Que feliz soy de tenerte aquí. —Dijo Wanda con una gran sonrisa.

—Yo también me alegro de estas aquí, aun que sea por tiempo reducido. —Exclamó la otra copiando su sonrisa.

De ese modo, el corto tiempo que les quedaba lo pasaron mostrando a la recién llegada todas las instalaciones, no sin antes juntarse con el resto por si en la otra clase habían accedido a hacer también el recorrido.