◎Mαɾʋҽʅ αƈαԃҽɱу◎

Último momento de paz

La mañana llegó y con ella los alumnos y alumnas de la Academia se veían obligados a despertar.

—¿No podríamos alargar la noche un poco más? —Murmuró unsomnoliento Tony. Sus ojeras eran muy notorias, tanto, que ni con maquillaje era capaz de taparlas.

—Si no hubieras ido a hacer el idiota a otra habitación seguramente sería todo muy distinto. —Se rió su pareja mientras terminaba de vestirse.

—Admite que te ha gustado las vistas. Por cierto... Dije ciertas cosas de nuestra vida personal. —Murmuró Tony.

—¿Que has dicho? —Preguntó el rubio con voz cansada esperando cualquier cosa.

—Algo que quizás Natasha te recuerde hasta el siguiente curso. —Volvió a murmurar.

Steve suspiró, y listo, esperó a su pareja, quien ahora se peleaba con su cabello pues no quedaba como le gustaba.

El panorama en las distintas habitaciones no era distinto, mucho de ellos (la gran mayoría las chicas y Loki) se rehusaban a levantarse.

—Wanda, apaga el despertador, diremos que nos hemos dormido. —Gruñó Natasha mientras pegaba aún más su rostro a la almohada.

—Tenemos que levantarnos, vamos a llegar tarde. —Wanda, quien ya estaba casi preparada. Estaba sentada en el borde de su cama y se sobaba la cabeza por la resaca.

—Te dije que no bebieses tanto, no estás acostumbrada. —Habló la pelirroja con una voz suave. —Ya me levanto, pero tómate algo para ir a clase. Una aspirina quizás.

En otras, en cambio, todo seguía igual.

—¿A que llego antes al comedor? —Retaba una vez más Pietro a su pareja.

—Sueña. —Contestó Clint mientras se terminaba de atar las zapatillas y salía corriendo fuera de la habitación.

—¡Hey! ¡No he dado la salida! —Gritó el de cabellos grises al mismo tiempo que salía detrás de su pareja.

Y todo se repetía como todos los días.

—¡Wade! ¡Vamos a llegar tarde como no te despiertes! —Gritaba un desesperado Peter.

—¿Que día es? ¿En que universo estoy? —Habló en sueños el contrario.

—¡Vamos idiota! —Empezó a tirar de él Peter.

Y como era costumbre, todos por fin se reunieron en el comedor.

—¡Ja! ¿Quien es el lento ahora? —Gritaba un orgulloso Clint.

—Cállate anciano, me has ganado por suerte. —Contestó Pietro de brazos cruzados.

—¿Va a haber un día en el que no discutais o aposteis algo? —Preguntó Steve.

—No creo, estoy seguro que lo llevan grabado en el ADN. —Asintió Sam.

Una vez todos estaban juntos, empezaron a desayunar.

—Scott ¿por que tienes esa cara? ¿A pasado algo malo? —Preguntó Hoppe.

—Si... Anthony está enfermo y le he tenido que separar del hormiguero, no creo que sobreviba. —Dijo alicaído.

—¿Como sabes que es él? ¿No son todas las hormigas iguales? —Preguntó Bucky.

—¡Claro que le diferencio! Él tiene alas y es más roja que el resto. —Murmuró ofendido.

—¿Y te pones así por una hormiga? —Siguió preguntando sin creerlo, ganando que el contrario se pusiera aún más triste.

—¿James por que no vas y me traes una manzana? —Pidió su pareja para que el castaño dejase de fastidiarla.