Antes de la tormenta

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Era lunes, San Valentín había terminado, y los estudiantes volvían a sus clases regulares y las clases volvieron a sus ritmo normal.

Los profesores daban su materia se forma algo apresurada, pues se estaban quedando atrás en estudio conforme a las otras academias, y aquello no era bueno para su reputación.

Los estudiantes, por su parte, trataban de adaptarse al ritmo que habían tomado las clases, y luego, tendrían también que adaptarse a los nuevos estudiantes que entrarían esa misma semana.

A segunda hora, mientras los estudiantes del aula D tenían su clase de Biología, el ayudante del director, Phil Coulson, entró en el aula para dar un corto anuncio.

—Mañana a primera hora, ingresaran en esta Academia los nuevos estudiantes y estudiantes de intercambio. Os recuerdo que un mes después tendréis el viaje de estudios, pero esta vez, será una especie de retiro a una cabaña en el bosque. —Después de ese corto inciso, el hombre abandono aquella aula, dirigiéndose al aula B para dar el mismo anuncio.

—¿Teneis alguna idea de quien va a venir a la Academia? —Susurró Bruce.

—Nuestra hermana Hela. —Suspiró Loki.

—También va a llegar nuestra hermana. —Sonrió Wanda entusiasmada.

—¿Tienes otra hermana más? ¿No erais tres? —Preguntó Natasha asombrada.

—Es como... Nuestra hermanastra. La van a transferir de la Academia X. —Informó Pietro.

—Vaya, van a llegar los hermanos de todos. —Murmuró Tony. —Bueno, ¿sabemos de alguien más?

—No, pero mañana sabremos quienes son. —Se encogió de hombros el antiguo capitán de fútbol.

—¿Sigues de mal carácter por que te han sustituido? —Quiso urgar en la herida Loki, ganándose un pequeño golpe por parte de su hermano.

—¡Steve tu sabes que tu siempre serás nuestro capitán favorito! —Exclamó Thor de forma enérgica, ganándose el reproche por parte del profesor.

—Ya lo se. Pero no puedo evitar estar deprimido por eso. —Murmuró el rubio.

Hacía solo cinco días, el entrenador había avisado a Steve que había sido sustituido y que el capitán sería otro. Esto había deprimido al nombrado, pues aquel puesto le parecía importante y se sentía orgulloso de eso.

Las clases siguieron a aquel ritmo ensordecedor, provocando que los estudiantes empezasen a agobiarse por la tarea que poco a poco se empezaba a amontonar.

Para esa semana les habían informado que tendrían que entregar al rededor de 5 trabajos, y ese día no habían dado todas las materias, a si que sabían que a lo largo de aquella semana, su trabajo empezaría a agrandarse.

Una vez las clases habían terminado, el grupo de amigos se juntó para hablar y quejarse.

—Maldita Academia de alto rendimiento, va a acabar por matarme del estrés. Ya no me da tiempo ni para ir a ensayar. —Gruñó James.

—Pero que más te da. Si enseyas en la habitación a la 1 de la mañana. —Se quejó Sam, pues por mala suerte, su habitación estaba debajo de la del bajista.

—Ya, si ya te oigo quejarte. —Se burló.

—Bueno, pues yo he conseguido encontrar un piso pequeño. —Comentó Steve. —El alquiler es barato, a si que me puedo permitir el apartamento y la Academia.

—Steve, compañero del alma, yo que he sido por años tu amigo y te he protegido de peleas. Adoptame. —Le rogó su amigo. —No aguantaré pasar otro fin de semana en esta Academia. Pagaré parte del alquiler, y sacaré la basura.

◎Mαɾʋҽʅ αƈαԃҽɱу◎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora