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Emma Dwan.

1940.

Estaba mirándome atraves del espejo y limpié mis lagrimas sin que nadie me viera.

Hay días que simplemente me dan ganas de rendirme pero no puedo porque jamás a estado en mi sangre.
Hay días que deseo despertar y ver a mi mamá leyendome un cuento como cuando tenía cinco años.

Pero nada de eso es posible.

Mi madre...ella es la ex- duquesa Olivia. Ella murió en el años 1927.
Jamás supe el porqué murió, mi padre, el Duque Francisco jamás me a revelado el porqué murió.

No puedo decir que estos años han sido los peores que he tenido porque sería una gran mentira.
En verdad recuerdo muy poco a mi madre, tenemos unos cuadro de ella y una que otra foto.

¿Porque estaba llorando?

Porque hoy debo de dejar mi hogar para irme hacia mi destino.
Me dolía dejar a mi padre.

Mi padre y yo tenemos una relación muy buena ya que fuimos el apoyo del otro cuando pasó todo esto.
Mi padre jamás se casó ya que el mismo me ha dicho que ninguna mujer le llega ni siquiera al dedo gordo del pie de mi madre pero el jamás me a negado que a tenido una que otra amante.

-¿Duquesa?- suspiro y salgo de mi tocador para ir a mis aposentos.

-¡Pase!- subo un poco la voz y entra mi mano derecha en este castillo.

-Buendos días Duquesa- le sonrío- Recuerde que hoy es el día- suspiro- Va a conocer al rey de nuestro país- yo hago una mueca.

-Solo quieren que me casé con el inútil del príncipe- ella me mira como si hubiera dicho una mala palabra.

-Duquesa no debería de decir eso por ahí- asiento.

Jamás podría hacer callar a Karla ya que ella prácticamente me crió así que ella para mí es como mi mamá número dos.

-Es verdad, el príncipe Shawn es un joven que no sabe que va a gobernar una nación- ella me mira mal- Me imagino que debe de ser horrible- ella se ríe y niega.

-Se nota que usted señorita no conoce a nuestro príncipe- yo gruño- Ya, es hora de vestirla así que debe de bañarse y me avisa para ayudarla con su vestido- asiento.

Escucho como Karla grita que prendan la caldera de los aposentos de la duquesa y yo prendo el agua.

Espero a que salga caliente para meter mi cuerpo debajo de esta deliciosa agua.

Hoy iba a ir a conocer a el príncipe Shawn y no podía estar más a disgusto con esto porque sabía que esto iba terminar en una boda.

Corto el agua y me envuelvo en una toalla.

Me seco para ponerme mi ropa interior blanca.

Arriba soy talla mediana y abajo talla grande.
Mi piel es morena algo que me atrajo muchas quejas del pueblo pero que la realeza se a encargado de que se callarán.

Mi madre era una mujer de color y que fue muy bien recibida ya que mi padre mandó a matar a toda la gente que se quejara de su color en público.
Yo salí morena, ni tan blanca y tampoco tan negra...yo diría color canela pasión.

Salgo y veo el vestido.

Yo era una mujer que siempre daba de hablar, algo que me encantaba.
Mi forma de vestir siempre a sido muy alabada y muy criticada en los diarios ya que yo no sigo las normas en ese sentido. Usos telas que no son muy permitidas y esas cosas pero a mi no puede importarme menos.

La Duquesa [S.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora