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-¿Su majestad?- sonó una voz desde las escaleras, era O'Brien

-Dime- el emperador se puso rígido de nuevo

-El príncipe escapo- dijo,

La cara del Emperador se puso sombría

No recuerdo muy bien lo que sucedió despues de eso, paso todo tan rápido; la servidumbre estaba alterada, los soldados estaban dispersos por todo el palacio y el emperador se encerró en su oficina, según me dijo Ágata.

Ese día no hablamos mucho en el comedor, el ambiente se había hecho muy tenso, al igual que las caras de las demás concubinas. Sabía que era muy serio de que Nyx hubiera escapado, pero no pensé que a todo el palacio le afectara.

-Señorita Jade ¿Puedo hablar con usted un momento?- interrumpió la cena O'Brien

Todas se me quedaron mirando, por supuesto era inusual que el caballero del emperador le hablara directamente a una concubina.

-Si- dije

El caballero y yo nos dirigimos al pasillo, afuera del salón del comedor. Nos detuvimos en seco, el volteo a verme; su expresión era muy dura, parecía una persona desalmada. Me asuste de lo que pasaría, aunque no hubiera hecho nada malo.

-¿Qué paso anoche?- su voz sonaba diferente, ahora si parecía un verdadero caballero de guerra –cuando se encontró con el príncipe Nyx-

-El- estaba insegura de decirle, pero no tenía opción –Intento escapar, pero logre evitarlo y fue cuando usted llego-

-¿Solo eso paso? ¿No hay nada más?-

-Bueno, durante todo el día me estuvo siguiendo y cuando estábamos en la biblioteca- me interrumpió de repente el caballero

-¿Le dijo algo?- parecía desesperado

-Sí, pero nada importante, solo discutimos sobre el espionaje- lo mire a los ojos, estaba inmerso en sus pensamientos. Yo creo que trataba de unir pistas, pero luego recordé algo, no sabía si era útil –Le dije que se parecía mucho al emperador y de repente él se enojó, grito diciendo que no era como él-

La cara del caballero me dijo todo, al parecer ya tenía todos los cabos unidos. De repente dio un paso atrás y luego me hizo una reverencia rápida.

-Muchas gracias señorita Jade- cuando termino de decir estas palabras se retiró rápidamente.

De repente escuche voces detrás de mí se escuchaban susurros

-Oye, no me empujes-

-No te estoy empujando-

Abrí la puerta del comedor y ahí estaban, las concubinas pegadas a la puerta, Ophelia y Perla cayeron sobre mis pies. La única que seguía sentada era Ágata, tan formal como siempre.

-Jade, hola, no estábamos escuchando- dijo Perla con una sonrisa forzada, se nota que no sabe mentir

-Solo queríamos saber si estabas bien- rápidamente se excusó Ophelia

-Pues estoy bien- dije dirigiéndome hacia la mesa

Todas me siguieron y tomaron sus respectivos asientos.

-Tengo una supuesta idea, pero me gustaría confirmarla ¿Por qué todos están tan tensos?- me dirigí hacia Ágata

-¿Por qué? Es obvio, el príncipe se escapó- me dijo molesta Titania

-No me refiero a eso, incluso los sirvientes de bajo estatus están preocupados-

-El emperador puede tomar una decisión desesperada en ocasiones como estas- dijo Ágata –Es más peligroso cuando está molesto-

Entonces tenía razón, todo el mundo le tenía miedo al emperador. Tal vez si no lograban encontrar a su hermano el los haría pagar por eso.

-¿Sabes porque escapo?- dije

-el emperador y el príncipe tienen una relación un poco difícil- interrumpió Onix, su mirada seguía inmersa en su platillo

Aunque quería saber más no quería preguntar, algo me detenía y tal vez era por la atmosfera que se había creado en este cuarto. Lo único que pude hacer en ese momento fue rezar por el bienestar del príncipe y la tranquilidad del palacio.

La concubina del demonio de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora