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Tenía más o menos mi edad, unos 21 años al parecer, su cabello era rubio y largo, ojos color azul, piel blanca, era igual de hermoso que una mujer, y llevaba una bata blanca mal puesta que dejaba ver sus pectorales. Si no fuera por su cuerpo lo confundiría con una chica. Había algo en sus ojos que no mostraban que era un chico joven, estaban llenos de odio, desprecio, me pareció que su mirada era así por ver al hombre gordo.

¿Este es el emperador? No, es demasiado joven como para serlo, debe ser el hijo.

-Arrodíllense ante el emperador- dijo Amin, de inmediato el hombre gordo se arrodillo.Como no tenía más opción yo también lo hice.
Así que realmente este es el emperador, su padre debió haber muerto joven para dejar el lugar a su hijo.

El hombre gordo y yo nos levantamos, cuando vi al joven este parecía no tener interés en nosotros, supongo que tenía otras cosas de las cuales preocuparse.

-¿Para qué viniste?- dijo el emperador, me sorprendió su voz varonil, con esa cara me era difícil imaginar su voz.

-E-emperador le traje un r-regalo- dijo el hombre gordo tartamudeando, supongo que era obvio, él es un duque y está frente al emperador, ahora solo parecía un intento ridículo de Porky, no pude evitar reírme. El hombre volteo a verme con rapidez, al parecer me había escuchado reír.

-Esa no fue mi pregunta- volvió a hablar el emperador y esta vez volteo a ver al duque. Este se acercó al emperador, cosa que conmociono a sus soldados, el duque se arrodillo y beso la mano del emperador.
Que hombre tan repugnante.

-Mi señor, he venido a pedirle un préstamo, y-yo, mi pueblo, estamos muy afectados por la baja económica de estos años, apenas y puedo mantenerlos en pie- dijo el duque aun sosteniendo la mano del emperador -sé que aún tengo deudas que pagar, pero por favor. Yo le traje este regalo para compensar un poco de lo que le debo- me señalo

El emperador retiro su mano y comenzó a reír, como si todo lo que le había dicho el duque fuera una broma

-¿Crees que puedes tomarme por tonto?- dijo mirando al duque con desprecio

-n-no, yo no- el duque comenzó a ponerse nervioso

-Sé que utilizas el dinero para saciar tus caprichos y que tu pueblo muere de hambre-

El duque volteo a verme desesperado, se levantó y fue rápidamente hacia mí, di varios pasos atrás pero él me agarro del brazo, me jalo hacia donde estaba el Emperador y me empujó hacia el suelo, termine en los pies del emperador. Subí la mirada, el me veía con los mismos ojos con los que había visto al duque. Un escalofrió cubrió mi cuerpo, estaba completamente intimidada.

-Ella es virgen y una de las más hermosas de Foamete, por favor acéptela, le prometo que esta será la última vez que le pediré algo- dijo el hombre gordo detrás mío. ¿Foamete? Jamás he escuchado que una región se llame así, ¿y si realmente estoy en otro mundo?, uno diferente al mío.

El emperador sonrió, volteo a ver a un soldado que estaba junto a él, este era pelirrojo y con ojos azules intenso. El soldado se acercó al hombre gordo y lo empujo al piso, a pocos centímetros de mí.

-Me debes tantas riquezas que jamás podrías devolver, usas a esta prostituta para darte tiempo y encima de eso ensucias mi piso con tu asqueroso sudor- dijo sonriendo cínicamente

-No, por favor, le prometo que le devolveré todo, por favor tenga piedad de mi- el hombre gordo comenzó a lloriquear, ¿Por qué?

El emperador simplemente levanto su mano, levanto su pulgar y con este señalo al piso. En mi proceso de comprensión de lo que eso podía significar el hombre gordo comenzó a gritar y por inercia voltee.

El hombre gordo que antes gritaba y suplicaba ahora estaba en el piso, muerto, con una espada en su espalda. La sangre se acumulaba en el piso formando un charco, pero no solo estaba en el piso, también había en mi cara y ropa. Jamás había visto a alguien morir ante mis ojos y ahora un hombre muerto estaba a unos centímetros de mi.

La concubina del demonio de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora