Capítulo 14

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Namjoon aterrizó la avioneta en la pista un poco antes de las 7 de la noche

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Namjoon aterrizó la avioneta en la pista un poco antes de las 7 de la noche. Adeline había alquilado un coche en el que metieron las maletas y se pusieron en marcha. Cuando estaban por salir del aeropuerto sonó el teléfono móvil del rubio, miró el número antes de responder.

- Es Hye para saber si hemos llegado bien

   Le dijo a la ojimiel, entonces contestó.

- ¿Qué?... Si, estoy aquí... si, unos 45 minutos cuando mucho. Hasta pronto.

   Colgó y se pusieron en marcha nuevamente.

   Al llegar al centro de ilsan pudo ver que la oficina de correos y los supermercados ya estaba cerrados, pero había luces en "El Mundo de Suga". Adeline sonrió, aquella era la noche de Hoseok con "El Nuevo Romanticismo y el Nuevo Milenio".

   Namjoon entró en el callejón que había entre la librería y el local de su madre, el Cypher. Aparcó al lado de la puerta donde había un letrero que decía "Reservado".

   El coche de la izquierda era un bonito Mercedes deportivo y el de la derecha un Porshe verde lleno de polvo.

- Parece que Seokjin y Taehyung están aquí.

- ¿Para desearte feliz cumpleaños?

- Es una posibilidad... huele a fiesta sorpresa ¿Qué crees tú?

- Me temo que si.

- Adelante, sal – le dijo mientras abría la puerta del coche.

- Gracias.

   Adeline se encaminó hacia la puerta del Cypher pero se detuvo a esperar al rubio con la ceja arqueada. Vio que llevaba uno de sus bonitos trajes de seda, un abrigo negro, zapatos y guantes de piel. Debería estar fuera de lugar en la puerta trasera del bar de su madre, pero no lo estaba. Exudaba confianza en si mismo y a Adde le dolió el corazón con solo mirarlo.

   "Lo superaré. Conseguiré olvidarlo".

- ¿Adde?

   Se dio cuenta de que se había quedado embobada viéndolo por lo que se apresuró a acercársele. Cuando llegó a su lado el Kim abrió la puerta y le cedió el paso.

- Yo creo que están escondidos en el bar. Al final del pasillo a la derecha – dijo Namjoon.

   Estaba muy cerca de ella, más de lo necesario, casi podía sentir su calor en la espalda. Debería haber empezado a caminar pero en vez de eso se quedó donde estaba y miró hacia atrás.

- Sé donde está el bar Namjoon. Yo también crecí aquí ¿recuerdas?

   No parecía que el rubio tuviera prisa por moverse tampoco. Una sonrisa perezosa se dibujó en sus labios.

- Oh, es verdad... ¿es verdad?

   ¿Estaba tomándole el pelo? Eso parecía ¿pero por qué? Ellos lo habían dejado claro ¿verdad? Iban a continuar su relación estrictamente profesional.

Amando a mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora