23. Sirenas

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El olor a gasolina, cristales por todas partes, sangre...

Todo eso hace que salga de mi desorientación, miro a ambos lados, a mi derecha la puerta de un coche y a mi izquierda un hombre.

Busco algo de voz en mi cuerpo y a pesar del nudo de mi garganta consigo susurrar una palabra.

- Papá...

La ausencia de respuesta me hace darme cuenta de que esta inconsciente y eso me alarma

Mis intentos por abrir la puerta son en vano, pero una extraña sensación recorre mi cuerpo.

Angustia, estrés, nervios y sobre todo agobio, me encuentro en un coche boca abajo y hasta donde alcanzó a ver parece completamente destrozado.

Alguna que otra lagrima rueda por mi mejilla, esta situación es intimidadora, siento como cada vez tengo menos oxígeno y todo se va estrechando cada vez más, necesito salir de aquí y necesito sacar a papá.

Sigo intentando abrir la puerta hasta que escucho sirenas a lo lejos o quizá están cerca, ni siquiera lo sé.

Unos minutos después la luz de una linterna consigue deslumbrarme

- Hay dos personas - dice el portador de la linterna, nunca en mi vida me había alegrado tanto de escuchar una voz, ni siquiera se quien es, pero estoy segura de que nos ayudará...

El sonido del despertador me hace abrir los ojos, son las seis y media y esta noche trabajo.

Así es, para acabar mi mierda de día tengo que ir a trabajar.

Por una vez me alegro de que el despertador allá sonado, sin duda alguna la pesadilla empeoraria en cualquier momento y este sonido me ha salvado.

Ahora mismo lo único que me viene a la mente es el sonido de las sirenas, ese sonido que tanto he adorado siempre y que ahora se ha convertido en mi peor pesadilla...

Ignoro todo pensamiento negativo que pueda tener y me concentro en elegir algo que ponerme para esta noche, en realidad no me caliento demasiado la cabeza y cojo una blusa blanca de botones y manga larga y unos vaqueros claros, además de la ropa interior, entro en el baño con todo y me doy una ducha relajante y lenta, el agua caliente hace que se evaporen mis problemas y causa a mis músculos una relajación increíble, ya no hay nada en mi mente que pueda causarme mal estar, es más, no hay nada que pueda causar cualquier sentimiento en mi.

Es como si el tiempo se parase y con ello mi mente.

Pensaréis, esta tía es estúpida, ¿como puede sentirse así por una simple ducha?, fácil, porque no es una simple ducha, es mi único momento de relajación del día y ni de coña pienso desaprovecharlo.

Unos minutos después salgo de la ducha y me envuelvo en una toalla, miro el reloj y aun son las siete, por una vez en mi vida voy bien de tiempo, estoy flipando, literal que esto nunca me había pasado.

Me seco y me visto, decido dejar mi pelo hoy al natural, así que no me lo aliso.

Me maquillo un poco, pero hoy que tengo más tiempo decido hacerme el eyeliner, el cual queda mejor de lo que esperaba, cojo mi movil y algo de dinero para el bus y salgo de mi habitación.

Al bajar al salón veo a los idiotas de mis hermanos jugando a la play y frunzo el ceño

- ¿Desde cuando hay play? - digo

- Desde que la hemos comprado - dice Chris y yo ruedo los ojos

- ¿A donde vas? - dice Cole

- A trabajar, volveré tarde, no me esperéis para cenar

- Esta bien, ten cuidado - dice este y yo asiento

- Jess, ¿necesitas que te llevemos o te recogerá tu macarra? - dice Chris con una sonrisa divertida, lo que hace que Cole imite su gesto y también me mire

- Eres idiota, enserio - digo y salgo de la casa, a la mierda mi buen humor, joder es que no entiendo de qué coño va todo esto, ¿A qué viene tanta insistencia? Chris debe preocuparse por madurar, tiene 21 años y ni siquiera sabe hacer la colada, y en cuanto a Cole lo que tiene que hacer es preocuparse por su novia, no de recordarme todo el día a Eric, y mucho menos de decirme que siento algo por él, ¿enserio? ¿No se les ocurre nada mejor para joderme?

Llego a la parada del bus, hoy estoy completamente sola, a diferencia de los demás días.

Unos minutos después el bus llega y yo subo, tomo asiento sola y paso el viaje revisando Twitter y buscando algunas frases que describan mi mierda de vida.

El autobús para y es entonces cuando en doy cuenta de que hemos llegado a la siguiente parada, yo me bajo tras un par de personas y espero al siguiente bus, pero esta vez no estoy sola, hay una mujer y un niño a mi lado, la mujer parece joven, podría tener unos treinta o quizá menos, y el niño debe de tener 3 o 4 años, me hace mucha gracia la forma en la que la mujer, que supongo será su madre, le riñe porque no quiere quedarse quieto, esto me recuerda a una vez cuando era pequeña, yo tendría unos 8 años mientras que mis hermanos tenían 12, recuerdo como papá siempre nos llevaba al parque y todos los días Chris la liaba, un día mi querido e idiota hermano decidió hacerse el malote frente a la chica que le gustaba, lo que acabó en pelea con otro niño, por lo cual después mis padres le dieron una buena riña, aunque todo hay que decirlo, esa niña era una bruja, los tenía a todos comiendo de su mano, y ella lo disfrutaba, Chris estuvo enamorado de ella hasta los 16, hasta que un día se dio cuenta de lo zorra que era y decidió pasar de ella, fue muy duro para él tener que dejar de querer a alguien a quien había querido durante tanto tiempo, pero aún así lo consiguio y juró no volver a enamorarse, y así lo hizo, o al menos lo está intentando.

El bus llega y subimos a este, aunque esta vez me toca compartir asiento con una anciana que ronca como si no hubiese un mañana.

~⚡~

Miró el reloj, las diez y media pasadas.

No paro de preguntarme dónde se ha metido el trío problemas, como yo lo llamo, aunque bueno siendo sinceros, se me acaba de ocurrir, pero a partir de ahora los llamaré así, todos los días están aquí a las nueve y media más o menos y ya llevan una hora de retraso, es extraño, porque desde que estoy aquí trabajando no han faltado ni un día.

En ese momento Matt sale de su despacho y se pone frente a mi al otro lado de la barra

- ¿Te pasa algo? Pareces preocupada

- No, no queva, solo estaba pensando - respondo con una pequeña sonrisa.

- Aah, por cierto, ¿Sabes algo de los chicos? - dice y yo niego, a ver, no hay que hacer un máster para saber a qué chicos se refiere - Que raro, vienen casi todas las noches y me extraña que Eric no aparezca mientras tu estés aquí

- ¿A qué te refieres? - Digo confusa y con el ceño levemente fruncido

- Jessica, Eric babea por ti - Damas y caballeros ahora es cuando la gran arruga de mi frente hace que me parezca a calamardo, el personaje que siempre estaba de mal humor en Bob Esponja.

- ¿Que dices? - digo y él suelta una carcajada.

- Pensaba que eras más espabilada Jess, pero aún te queda mucho por aprender - dice Matt y yo niego - Bueno, tengo que ir a casa a ayudar a Kyle con unos asuntos, vuelvo luego

- Esta bien - digo, él deja un beso en mi mejilla y se va, sinceramente Matt es una de las mejores personas que he conocido en mi vida y se ha convertido en alguien muy importante para mí.

Un rato despues me pongo a limpiar vasos y a colocar las bebidas, cuando escucho la puerta abrirse, dirijo mi mirada hacia ella.

El trio entra, pero toda mi antencion va al chico de enmedio, yo observo atónita y ellos parecen darse cuenta

- Necesitamos tu ayuda - dice Marco

¿Crees que te tengo miedo?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora