Academia Windstorm

9: Padres, Arquería y Lobos Salvajes

La puerta de la habitación se abrió en un estruendo, levantándonos a mí y a Malika de golpe. Ambas miramos hacia la entrada de la habitación, encontrándonos con nuestros padres en el umbral.

Mamá sostiene un globo color celeste entre sus manos y una canasta.

—¡Mamá! —exclamo como niña, saltando fuera de la cama y llevándome las sábanas conmigo.

—¿Cómo estás? —pregunta, envolviéndome entre sus brazos— ¡La casa es tan silenciosa sin ti!

—Te extraño —digo.

—Ya estoy aquí.

Me separo de mamá un momento. Malika me sonríe.

—Estos son mis padres —dice ella—. Blaire y Grant Circa, padres, ella es Alex Atria.

—Oh, mamá, ella es Malika —digo.

Me presento con sus padres brevemente. Malika es el retrato vivo de su madre, lo cual, de cierta manera resulta perturbador.

—¡Vamos! —exclama Malika— ¡El comedor ya está abierto!

—¿Te has cepillado los dientes? —pregunta mamá.

Niego, con una sonrisa culpable.

—Apenas y me he despertado —ruedo los ojos.

*****

En el comedor nos encontramos con los padres de Jade y terminamos uniendo dos mesas para que todas nuestras familias puedan entrar. Mamá me había traído una canasta con algunos jabones y cremas corporales con sus fragancias favoritas y algunas velas para que prendamos en la habitación.

Los padres de Malika le habían traído un par de plantas desde su hogar.

Jade se sienta a mi lado, vestida con una chaqueta de arcoíris y tenis blancos.

—Casi como estar en casa —dice, apoyando su cabeza en mi hombro— ¿Ya viste a los padres de los Clark?

Busco con la mirada a los hermanos por todo el comedor, encontrándolos en una mesa apartada cerca del fondo del salón. Están acompañados de la misma pareja del otro día.

Su madre es una mujer de cabello oscuro y desde aquí sus ojos se ven claros, su padre comparte los mismos rasgos que sus trillizos mayores.

—¿De qué muchacho andas tan pendiente? —pregunta mamá.

Los ojos de todos los presentes en la mesa giran hacia mí. Sonrío incómoda.

—Nada qué ver —respondo.

Mamá ríe —, era solo una broma.

—Pero yo sí, iré un momento a saludar a los Harrison —dice Jade, levantándose de la mesa y yendo hacia la familia Harrison pegando saltitos.

Su vestuario es tan colorido que difícilmente pasa desapercibida.

—¿Ya estás en algún club?

—La directora Surata sugirió ballet —asiento—, pero la arquería me estaba suplicando que le dé una oportunidad.

—¿Dos equipos? —cuestiona— ¿Vas a poder con tanto?

—Sí, yo... Haré ballet los miércoles por la tarde y arquería los domingos... el resto de días estudiaré —prometo.

—Mientras no estés encerrada en tu habitación todos los días —dice.

—¿Estás bien estando sola en casa? —pregunto, preocupada.