10: El Baile de Bienvenida

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Un Ikiryo, un Ejército Fantasma controlados por una vieja loca, dos hermanos asesinos buscando venganza y cuyos planes no conocemos del todo están amenazando con arremeter contra todos nosotros, pero nada eso importa, nada de eso puede importar cuando Jade Solaria ve los folletos e invitaciones al Baile de Bienvenida.

Bueno, ya nos hacían falta problemas normales y preocupaciones normales de estudiantes de secundaria.

Ella salta en su sitio, abrazando el folleto que anuncia el primer baile del año. Gira hacia Kian mientras este le rodea la cintura con sus brazos.

—Tenemos que ir a inscribirnos como reyes del baile —dice ella más como una orden que una sugerencia.

Él sonríe, besando su frente.

—Haré lo que tú quieras —accede él.

Ruedo los ojos, alejándome de ellos para tomar un folleto de la mesa junto a la sala de música.

"Baile Formal de Bienvenida"

—¿Otra vez sola?

Con solo oír su voz siento ganas de apuñalarme a mí misma. Sonrío de la manera más hipócrita que encuentro en mí y giro sobre mis talones para poder ver la cara de Suzie Hamilton.

—Oh... Sigues viva —digo.

—Tú volviste —señala—, debo admitir que cuando te vi entrar con todos esos muchachos creí que tu momento había llegado, definitivamente ya no eras una perdedora pero veo que solo es cuestión de tiempo para que las cosas vuelvan a su orden.

¿Cuál es su problema?

—Debo admitir que cuando te vi el primer día creí por un momento que ya te habías por siempre —respondo—. Creí que te irías a París.

—No se pudo —responde con algo de amargura—. Pero... Conocí a Nathan Clark, estamos juntos en química, cálculo y arte ¿Él te dejó, no es así? Eso se rumora por los pasillos.

—¿Dónde aprendiste a hablar así? —cuestiono— ¿De los villanos de Disney Channel?

Suzie me da mala cara, ideando una respuesta a lo que dije pero es tarde, sacudo mi mano en una despedida.

—Adiós.

Por lo menos ya no le tengo miedo a Suzie Pies Grandes Hamilton y a lo que pueda decir de mí. En el pasado, lo que ella pudiese decirme solía llevarme a encerrarme en mi habitación la tarde entera y a tener vergüenza al andar por los pasillos.

Oh, de haber sabido que todo ese tiempo tenía la capacidad de rostizarla como a un pollo...

Me choco con Wes al girar por el pasillo, este me toma por los hombros antes de que pueda irme de espaldas.

—Ahí estás —dice, elevando ambas cejas.

—Ahí estás tú —respondo.

—¿Por qué todo el mundo está enloquecido con el Baile de Bienvenida? —pregunta, frunciendo el ceño al ver a otro grupo de chicas pasar hablando al respecto.

—Bueno, en la rica cultura de la secundaria de Rosemont, el Baile de Bienvenida es importante —explico—, siempre ocurre algo importante esa noche.

Desde inesperados reyes del baile, venganzas, parejas nuevas se forman, otras se deshacen, alguien se cae, echan a alguien... Todo puede pasar.

—Oh... ¿Vas a ir? —pregunta.

—¿Yo? No, no quiero hacerle la tercera rueda a Jade y las chicas ya dijeron que no tienen interés en los bailes —respondo.

Gaby, Alexandra y Sofía tenían una misión y las actividades de la secundaria no podrían importarles menos. Tenemos cientos de problemas, es cierto pero es mi último año también y no quiero pasarlo encerrada en casa temiendo por mi vida.

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