Las puertas dobles de la entrada principal se abren de par en par y la estampida de estudiantes se abre paso a través del corredor principal. Algunos entran al comedor buscando un desayuno rápido y otros se apresuran a subir las escaleras hacía los salones de clase.
—...Te lo juro —repito una vez más.
—A mí me interesa llegar a la parte en la que te dio su chaqueta —dice Jade, cruzándose de brazos.
Ruedo los ojos, abrazada a la sudadera de Nathan. Debo encontrarlo para regresársela.
—Solaria... la falda —pasa la profesora Capaldi.
Jade baja su falda un poco mientras refunfuña.
—Estaba lloviendo y fue amable —respondo— ¿En dónde te metiste el resto de la tarde? Te espere en la sala común por media hora.
—Me entretuve en los jardines, lo siento —hace un puchero.
—Buenos días, señoritas —la voz de Caleb a nuestras espaldas nos hace girar sobre nuestros talones.
Jake y Nash vienen con él.
—¿Y su hermano? —cuestiono.
—Despertando tarde, como siempre —Jake rueda los ojos.
—¿Alguno de ustedes sabe si llegó control de animales anoche? —pregunto.
Nash frunce el ceño.
—¿Lo dices por los lobos que aullaban ayer?
—¿Por qué otra cosa lo diría? —pregunto.
—Creo que los lobos siguieron su camino hacia el norte antes de que se pudiese hacer algo —responde, metiendo sus manos en los bolsillos de su blazer.
—¿Cómo sabes que iban al norte? —pregunta Jade.
—Es por la temporada de caza —dice Malika, incorporándose a nuestro desfile por en medio de los pasillos.
Nash corrobora la información de Malika con datos de aquella especie animal.
—Bueno, Malika y yo vamos a literatura —dice Jade tomando de la mano a la morocha de cabellos ondeados.
—Tengo trigonometría —dice Caleb encogiéndose de hombros.
—Nosotros dos física —dicen Jake y Nash— ¿Qué clase tienes, Alex?
—Biología, con su hermano —respondo.
Caleb ríe.
—Suerte con eso —responde—. Mira... ahí viene.
Por el otro lado del pasillo se acerca Nathan, robándose -como parece ser costumbre- uno que otro suspiro. Termina de ajustar su corbata y se calza en blazer del uniforme.
—Bueno, los dejamos —dice Nash sonriendo—, nos vemos, hermanito.
Nathan solo rueda los ojos hacia ellos.
—Adiós, chicos —digo.
Me dirijo a Nathan y extiendo la sudadera hacia él.
—Pedí que la lavaran —comento.
Toma la prenda y se detiene un momento para refundirla dentro de su mochila.
—Gracias —digo, sin obtener respuesta.
Observo su rostro pacífico esta mañana y no puedo evitar pensar en cuál hubiese sido su final si la flecha hubiese impactado con su rostro. Niego con la cabeza.
Ambos caminamos en silencio hacia el salón de biología en el segundo piso. Me distraigo observando las distintas pinturas antiguas decorando las paredes de los pasillos. De reojo veo la larga figura del profesor Dorsey en el último escalón.
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Academia Windstorm
FantasyAlex Atria es enviada a un internado en el pueblo vecino, un lugar frío y lluvioso la mayoría del tiempo. Un castillo albergando miles de estudiantes y un secreto. Cuatro hermanos que dejan más preguntas que respuestas y una voz extraña que habla en...