Capítulo 19.- Lagrimas.

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De pronto un preocupación se apoderó de Brooke, pensaba casi todas las noches que iba hacer si su familia lo conoce ¿Cómo serían su reacción? ¿Cómo reaccionaría al verla? casi después de diez años de no ir a Grecia, estaba preocupada por Connor, por ella y por su relación.

Cuando los dos amantes se estaban vistiendo, Connor no pudo evitar mirar su escote. Él no se iba a meterse en como ella se vestia, pero se debia confesar que era muy sexy su vestimenta.

—¿Por qué usas ropa tan escotada? —le preguntó mientras se abrochaba la camisa.

—¿Celoso? ¿Preocupado? —preguntó ella mirándolo.

—Celoso no —dijo mirándola—. Pero sabías que el primer día que te vi en el ascensor, usabas escote.

—Si lo sabía ¿pero qué tiene que ver? —preguntó ella seriamente—. No creo que sea un problema como me vista.

—Cuando íbamos adentro del ascensor tu ibas tranquila, pero yo no.

—¿Por qué? —Brooke lo quedo mirando.

—Porque te veía tu escote además te moviste y se te vio un pezón —dijo mordiéndose el labio—. Qué recuerdos...

—Pervertido —dijo ella molesta se dio vuelta y empezó a caminar.

—Pero soy tu pervertido —Connor la tomó para besarla.

Ella se alejó de a poco y le dio un beso. Después se tomaron de la mano y bajaron al estacionamiento, Connor condujo hasta la cafetería más cercana.

Más tarde, al llegar al trabajo, se estacionaron y se bajaron. Caminaron hasta la entrada, las miradas fueron directamente hacia la pareja. Ellos saludaron a algunos socios y subieron al ascensor. Llegaron al piso y saludaron a Caitlyn, quien estaba viendo algunas cartas de la empresa. Brooke y Connor se separaron para hacer su trabajo.

Brooke vio que tenía cartas pero no eran de su madre y abrió una de ellas mientras Connor la miraba.

"Querida Brooke ha sido invitada a su antigua universidad, para recordar los años que han pasado desde su ausencia y conjunto para celebrar el aniversario de los licenciados ansiamos su cordial visita."

Dirección Sperthig 154 Av. Generet.

Habían pasado cinco años y nunca había vuelto a ver su universidad. Recordó en ese momento cuando la molestaba por su notorio sobrepeso y porque había conocido a Caitlyn quien en esa época era una chica que casi ni se podía notar por su falta de alimentación.

—¿La has visto ya? —le preguntó a su amiga.

—Sí. —dijo ella mirándola.

—¿Qué piensa hacer? —pregunta mirándola, Connor no tenía ni idea de lo que hablaban.

—No sé dime tú —dijo su amiga—. Quizas ir...

—Yo pienso lo mismo.

—¿Tú crees que nos reconozcan? —preguntó ella y Brooke negó—. Ya quiero ver sus caras.

Su amiga rió y miró a Connor.

—Y más con nuestras compañías —Brooke miro a Connor.

—Tenlo por seguro que Brad va ir —Brad era el esposo de Caitlyn.

—Al igual que Connor —Brooke formo una sonrisa al ver a Connor quien la miraba.

—Ya lo espero con ansias —dijo su amiga por último.

Catlyn se fue caminando hacia la puerta. Brooke se preguntó cómo estarían todo y que había sido de sus vidas. Connor la miro algo pensativo y se acercó a ella para besarla suavemente y saliendo así Brooke de su pensamiento. Ella miró a Connor con ternura y dulzura.

—¿Pasa algo? —preguntó mirándola.

—¿Me acompañarías a mi ex universidad? —preguntó algo dudoso.

—Obviamente que si —dijo mirándola—. ¿Te ocurre algo amor?

—Creo que si — lo miro y se rodeó los brazos en su cuerpo—. En la universidad no la pase muy bien que digamos, ya sabes lo típico.

—¿Por qué? —preguntó preocupado.

—Porque no era bonita, además era gordita. Lo típico que suele pasar —Brooke se sintió nerviosa de pronto—. Creo estar asustada ahora.

—Amor —la beso—. Eres hermosa, no dudes de ti y si en el caso, yo iré a tu lado para recordar lo jodidamente caliente que pones todas las mañanas. No dudes de ti Brooke.

Brooke sonrió.

—Sabes cómo sacarme una sonrisa.

—Es mi deber —le dijo dándole un abrazo tierno.

A Connor le impresionó que ella se muestre tan fuerte y cortante como la primera vez que fue con él y que en la universidad, la pasaban a llevar casi todo el tiempo. Pero Brooke no tenía miedo, solo estaba preocupada.

Después de pasar el día Brooke y Connor se fueron a su departamento. Brooke seguía pensativa de todo. Que algún día le tendrá que decir a su familia de Connor ¿Cómo será la reacción de ellos? ¿Cómo la verían a ella? ¿Seguiría igual todo?

Al entrar al departamento Brooke abrazo a Connor y él la miro.

—¿Te sientes bien? — le preguntó, pero sabía que estaba algo temerosa.

—No amor —respondió con la mirada en el vacío.

—¿Por qué? —sentándose con ella en el sofá.

—Por todo —dijo ella—. Tengo miedo de mi familia además que voy ver a mis antiguos compañeros de universidad. Es algo muy repentino.

—Yo estoy para ti —dijo el—. Y no tengas miedo por tu familia si ellos no los aceptan no importa. Yo te amo y eso es lo que cuenta.

—Van hacer lo imposible por separarnos —dijo ella con miedo.

—Si tengo que pasar por tu familia, no dudare en hacerlo.

Ella fijo su mirada en él.

—Te amo —Brooke lo abrazo.

—Yo más.

***

Al termina de hacer el amor, Connor la beso y la abrazo. Al pasar las horas Brooke no podía dormir con cautela se levantó y fue a tomar un poco de agua. Le dolía caminar un poco por lo sucedido anteriormente. Tomo un poco de agua y se puso a pensar qué haría si de su vida desapareciera Connor. Estaría seguramente seguiría aumentando su depresión por la soledad.

Camino hasta la ventana para mirar la noche de Nueva York, estaba realmente hermosa. Brooke derramo unas lágrimas al pensar todo; ya no quería más sufrir. Había pasado por todo y había quitado amores antiguos de su corazón que la habían despreciado y humillado.

Brooke suspiro y pensó para sí misma.

"Él es quien yo amo y nadie nunca me lo van a poder quitar de mis brazos, nadie."

Al terminar la frase pensativa se dio cuenta que algunas lágrimas recorrieron sus mejillas y que unos brazos la rodeaban por su cintura.

—¿Por qué llorar mi amor? –le pregunta y la aprieta contra él.

—Porque —suspiro y se giró para verlo—. Son solo tonteras.

—Tonteras que te afectan por favor dímelo —dijo mientras subía su mano para acariciarle la mejilla.

—No quiero perderte — dijo ella mirándolo—. Tengo miedo ahora.

—No me perderás —dijo él—. Te amo más que nada.

—Promete que siempre estarás a mi lado.

—Te lo prometo —el beso—. Y tu promete que, que yo soy el dueño de tu corazón y cuerpo.

—Te lo prometo —sonrió mientras las últimas lágrimas le corrían por las mejillas.

Connor la tomo con sus brazos y ella lo beso.

—Te amo y esto es más fuerte que todo —enlazó las manos de ella con las de él mientras la miraba a los ojos.

El tiempo te cambia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora