Una semana más tarde...
Brooke y Connor, no han dejado de mirarse en el trabajo. Cuando tiene un tiempo a solas, que por cierto es muy poco, se besan el uno al otro. Sus miradas llegan a brillar al verse, sobre todo las miradas de Brooke; que está ardiendo de deseo por Connor, para que le haga el amor. Aunque no sabe, si será correcto... es el hijo de su jefe.
Brooke ya pasado el trabajo se encontraba limpiando el piso, de su casa. Ya que su hermano, había derramado café con chocolate. Cuando por fin quito la mancha. Se había dado cuenta, que ya era de tarde. En un par de horas tenía que ir a la gala, que tanto ha deseado. Guardo los utensilios de limpieza, en el armario pequeño para limpieza. Miro su casa, y había quedo limpia. Suspiro y sé fue al Baño. Se preparó un baño, con perfumes aromáticos. Se sacó la ropa sucia, y la dejo en el tiesto de ropa sucia. Se metió a la tina, y se bañó, cada una de sus partes de su hermoso cuerpo. Cuando salió, ella olía a Vainilla.
Se secó su cuerpo y saco la ropa que utilizaría. Saco el conjunto, que le compró Connor hace dos semanas exactamente, cuando tuvo el beso más dulce de su vida. Sacó su vestido que se compró el mismo día de aquel beso. Se puso primero el conjunto, una braga y brasier color crema. Después se puso su vestido negro. Su figura se la amoldo con el vestido, haciéndola más sexy y ardiente. Su escote apretaba muy bien sus senos; lo hacían ver más grandes.
Se supone que es una fiesta de trabajo, donde tiene que ayudar a su jefe, a reconocer persona, por lo tanto, tiene que ir como una verdadera dama. Se puso uno tacones negros que hacía juego con su vestido.
Vio ya era de noche y tenía que estar ahí. Tomo las llaves de su auto y salió. Cuando ella salió en su auto, Brooke se miró al retrovisor, para asegurarse que estaba bien.
Connor esperaba con ansias la llegada Brooke, mientras esperaba afuera del edificio. Los autos estaban estacionados por casi toda la calle. Cuando vio el auto de ella, una sonrisa se dibujó en la cara de él. Al pensar también, que esta noche por fin seria suya.
Al estacionarse ella, dejó de prestarle atención a su padre que estaba al lado suyo. Cuando se abrió la puerta del auto de ella. Su erección, se le apretó dentro sus pantalones. Nunca había la había visto, tan sexy, hermosa y ardiente. Su vestido marcaba bien su figura. De inmediato algunos hombres, que estaban en lugar la miraron, Connor sintió celos; pero él sabía que ella era de él. Ella tampoco pudo quitar la mirada de Connor, que traía en un traje que marcaba su figura varonil.
—¿He llegado tarde? —preguntó ella con una sonrisa.
—Para nada —dijo su jefe para dar media vuelta.
—Te ves hermosa —le dijo Connor, quien la miraba directamente a sus ojos.
—Tu igual —dijo ella, con una sonrisa y de forma lenta, que derritió a Connor.
Brooke y Connor, entraron sin quitarse la mirada. Cada uno al lado de Jeremy, como sus representarse de la empresa. Al entrar se dieron cuenta que había muchos empresarios jóvenes, muy pocas mujeres. En seguida la mayoría de ellos pusieron la mirada en Brooke. Connor tenía celos, pero no demasiado, porque Brooke lo miraba cada segundo y eso le daba algo de seguridad.
Brooke y Connor, parecen ser de las principales personas de la noche. Gente refinada, educada y Brooke, con educación presentaba a Jeremy, a los demás. Otra razón, porque Connor amaba a Brooke porque ella era una mujer hecha y derecha. Algunos jóvenes empresarios, miraban a Brooke descaradamente de pie a cabeza devorándola con la mirada y esto a Connor, no le gusto.
Las presentaciones a personas de la alta sociedad y a empresarios fueron bastante largas. Como aquel caso, de un Joven que había mirado a Brooke en toda la conversación de que tuvo con Jeremy; Connor le había dado una mirada fulminante y la había dejado de mirar por un momento.
ESTÁS LEYENDO
El tiempo te cambia ©
Teen FictionLa pequeña Brooke es encantadora en todos los sentidos pero ante los ojos de su familia griega no es así, siempre ha sido el desliz de su madre. Con la ayuda del tiempo, Brooke se dará cuenta que el sufrimiento de pequeña le ha dado la fortaleza suf...