Capítulo 18.- Un día relajado en casa.

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Brooke estaba durmiendo cuando oyó el timbre sonar. Con cuidado se despegó del lado de Connor se puso la bata y fue al baño para lavarse la cara y poder quitarse el sueño que tenía en el cuerpo. Ella al abrir la puerta, entró Fabián con Alonsito y su mochila.

—¿Qué ha pasado? —preguntó ella mirando a su hermano y sobrino, quien sonreía.

—Una urgencia —dijo su hermano.

—¿Qué urgencia? —preguntó algo preocupada Brooke.

—Tienes que cuidar de Alonsito, no hay problema ¿cierto? —preguntó Fabián.

—Claro que no —dijo ella y miró al pequeño para tomarlo en los brazos—. Yo amo a este hermoso y precioso bebé.

—Gracias hermana... —suspiro Fabian—. Nos vemos en la noche.

—¿Qué ha pasado? —preguntó ella.

—Cosas sin importancia —dijo él y su hermana dio vuelta los ojos—. Esta todo lo necesario para Alonsito en su bolso.

—Chao papi —dijo el pequeño dándole un beso en la mejilla

—Chao mi bebé —dijo él—. Chao Brooke y gracias.

Brooke vio como Fabián abrió la puerta y se fue.

—Ahora ¿qué quieres hacer? ¿Comer? —preguntó ella mirando a su sobrino para dejarlo en suelo.

—Quiero leche con galletas viendo televisión —dijo con una pequeña sonrisa.

—Vaya a sentarse y yo te traigo —Alonsito fue al sofá.

Cuando se sentó el pequeño se quitó su mochila y la dejo al lado. Ella le prendió el televisor y le puso el canal de monitos animados. Después fue a la cocina, mientras veía a su sobrino ver televisión. Se acordó que en la mochila tenía la mamadera de Alonsito, así que las sacó y se fue otra vez a la cocina. Le puso la leche en un vaso, le colocó varios tipos de galletas como a su sobrino le gustaba. Entregó la leche con galletas y le dio un beso a su sobrino.

Brooke fue otra vez a la cocina para hacer desayuno. Coloco la mesa para los tres, para que también Alonsito comiera con ellos. De pronto escucho risas que venían de la sala. Vio que era Connor que estaba vestido con pantalones largo, lo agradeció. De paso lo vio jugar a las cosquillas con Alonsito.

Brooke camino hasta ellos y tomó a Alonsito en brazos..

—Buenos días amor —dijo Connor besándola.

—Buenos días a ti —dijo besándolo.

—Hugh... —dijo el pequeño sacando su pequeña lengua hacia ellos.

Connor sonrió por aquello.

—Mejor vamos a tomar desayuno —le anuncia ella.

Brooke sentó con cuidado a su sobrino en la silla para que no ocurriera ningún accidente, mientras Connor miraba cada movimiento de ella. Brooke le daba desayuno a su sobrino, con mucho cuidado de no manchar su ropa. Connor se limitaba mirar cada caricia, cuidado y afecto de amor que hacía Brooke a su sobrino. Le encantaba porqué se imagina cuando ella cuide a sus hijos y él esté trabajando.

Cuando Alonsito termino fue a ver televisión. Mientras ellos tomaban desayuno.

—Serías una madre excelente —dijo él mirándola.

—¿Por qué? —preguntó con una sonrisa mientras limpiaba la mesa.

—Porque eres lo más dulce que he visto en mi vida —dijo besándola—. Te amo mi Diosa afrodita.

—Yo igual y deja de decirme afrodita —dijo ella abrazándolo y Connor rió.

—¿Oye sabes mudar? —de repente la pregunta descoloco a Brooke.

Se quedaron en silencio.

—Sí, ¿por qué? —le responde ella que aún lo miraba.

—Porque Alonsito nos está mirando con cara de angustia —ella miro a su sobrino y se dio cuenta que estaba colocando un rostro extraño.

—Hay que ir a mudarlo —dijo ella parándose.

—Te ayudo —le dice Connor mirando la mochila de Alonsito.

Ella tomó con cuidado Alonsito y Connor tomó la mochila. Dejó a su sobrino en la cama y Connor la estaba viendo que hacía en esos momentos.

Cuando abrieron el pañal de Alonsito este río y claro que se había hecho. Connor le paso pañuelos para limpiarlo. Connor fue al lado de Brooke y le dio un pequeño beso, mientras ella limpaiaba a su sobrino. Tiempo suficiente para que Alonsito fuera corriendo sin pantalones por toda la casa.

Connor fue corriendo detrás del niño mientras Brooke se reía de la situación. Porque el pequeño corría y Connor se ponía de su tamaño con el pantalón de Alonsito en la mano. Ya minutos más tarde lograron capturar a Alonsito para colocarle el pañal limpio.

Más tardeBrooke se dedicó a hacer la comida para almorzar. Cuando terminó colocó la mesa mientras Alonsito y Connor estaban en la sala jugando.

—Connor ve al bañarte, le daré la comida a Alonsito —dijo ella tomando a su pequeño sobrino.

—Claro preciosa —le dijo para darle un beso.

El pequeño hizo una nuevamente una cara de asco.

Connor se fue a bañar mientras Brooke le daba de comer a su sobrino. Cuando terminó Alonsito, ella se dispuso a comer. Al terminar, le sirvió a Connor mientras ella se iba a bañar. Antes de que fuera se dio cuenta que Alonsito estaba dormido ya en sofá, así que tuvo que ir a dejarlo a la su cama para que durmiera.

Finalmente se metió a la ducha para darse un baño por varios minutos, cuando salió por fin se encontró con Connor quien estaba esperándola en la habitación.

—Ha tratado de despertarse —le dijo su novio.

—Ya veo.

Connor vio como ella se quitaba la toalla para vertiste. Aprecio aquella escena mientras Alonsito estaba durmiendo. Cuando ella estuvo lista fueron hasta la sala para ver televisión

—Alonsito es muy juguetón —dijo ella.

—Me imagino cuando tengamos nuestros hijos —dijo abrazándola.

—¿Y cuando quieres tenerlos —bromeó ella mientras cambiaba los canales.

—Cuando disfrutemos mucho nuestro noviazgo —le ronroneo al odio—. Hay muchas que hacer todavía.

—Pervertido...

—Tú también —la beso.

—No lo soy tanto como tu... — le dijo ella—. Niño.

—Un niño que te hace gemir —la beso nuevamente.

Pasaron la tarde hablando y viendo la televisión, hasta que era tarde y vieron que Alonsito seguía durmiendo. Connor fue a preparar la cena mientras Brooke le hacía bromas. De pronto habían tocado el timbre y sabía que era Fabian.

—¿Cómo han estado con Alonsito? —preguntó Fabian mientras entraba a la cocina.

—Súper bien —dijo Connor.

—¿Dónde está? —preguntó Fabián.

—Está durmiendo, en nuestra habitación —respondió Brooke.

—Entonces me lo llevo —dijo Fabián caminando hacia la habitación.

Fabián, entró y encontró a su pequeño durmiendo. Con cuidado lo tomo en brazos y Brooke le puso la manta. Se despidió de ellos y después cerró la puerta. Brooke quedó mirando aquello y pronto un sueño enorme la estaban invadiendo.

—Tengo mucho sueño amor —comento Brooke mientras se frotaba los ojos.

—Pero falta la cena.

—No tengo mucha hambre —dijo Brooke caminando hasta el sofá.

—Descansa cariño.

Connor sonrió al ver a Brooke en el sillón relajada.

El tiempo te cambia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora