La casa de Water Street estaba impoluta; durante su ausencia había venido alguien a limpiar cualquier indicio de su última visita. Afortunadamente, el agua y la electricidad todavía estaban conectadas, y esta vez el teléfono también funcionaba. ________ comprobó que hubiera línea, luego colgó el auricular arqueando las cejas ligeramente. No había nadie a quien quisiera llamar.
—¿Funciona el teléfono? —Harry estaba en el vestíbulo y llevaba las maletas.
—Sí.
—Si llaman no contestes.
—Creía que querías que supieran que estamos aquí.
—Y así es —afirmó—. Pero tanto como mantener una conversación con ellos no me apetece. —Se dirigió hacia las escaleras.
—Ya llevaré yo mi maleta —se ofreció ________—. Dormiré en mi antigua habitación.
—No, no lo harás. —Harry fue tajante—. Ya estoy harto de que juegues a ser Cenicienta.
—¡Vale! —exclamó ella—. Entonces dormiré abajo, y disfrutaré del lujo de la habitación de Sally.
—Lo siento —se lamentó Harry, sin parecer dolido en absoluto—, pero dormirás conmigo.
Ella le lanzó una mirada furiosa.
—Ya te he dicho que no quiero volver a dormir contigo nunca más.
El ni se inmutó.
—Acabas de hablar igual que mi madre cuando se mostraba arrogante. No sé cómo pude no darme cuenta de lo mucho que se parecen.
—Antes me has dicho que no era tu madre.
—Que no me diera a luz no significa que no fuera mi madre.
—De todas formas no voy a dormir contigo en la misma cama.
—No tienes por qué. Sólo te pido que compartamos la misma habitación. ¿Es que tu terca cabecita no ha entendido aún que tu vida está en peligro? Alguien quiere matarte. Alguien que piensa que estás obstaculizando una buena parte de la herencia. Esta casa es demasiado grande para que deambules por ella sin que nadie vigile tus pasos.
—¿Crees realmente que tío Warren va a presentarse aquí con una pistola? —Era incapaz de referirse a él de otro modo—. No lo entiendo. ¿Por qué iba a considerarme una amenaza? Hasta ayer noche des conocía mi relación familiar con él, y ahora que lo sé, lo único que deseo es mantenerme lo más lejos posible de su persona. No necesita matarme. Me ha repudiado toda su vida, no voy a reclamarle nada a estas alturas.
—Quizá quieras vengarte por su rechazo.
—Nunca he sido una persona vengativa —comentó categóricamente.
—Lo sé. Pero puede que Warren no sea tan observador. No ve mucho más allá de sus narices. El dinero familiar es su único interés, y le resulta imposible entender que no sea también una obsesión para los demás. De todas maneras, no sabemos si es Warren. Lo más lógico es pensar que sí, pero no hay ninguna prueba. A lo mejor Patsy no es tan tonta como parece.
—A lo mejor no —dijo ________ en voz baja.
—Dormiremos en la habitación que está encima del salón...
—¡Y un cuerno! Sólo tiene una cama.
—Al menos es grande. Descuida, cariño, traeré un colchón y dormiré en el suelo. Es la habitación mejor situada. Oiremos si alguien sube por las escaleras, tendremos vistas a Water Street y en caso necesario podremos escaparnos por el tejado del porche.
—¿Y qué hay de las escaleras de atrás?
—El suelo del vestíbulo cruje. Y la cama de nuestra habitación también, así que si cambias de opinión lo mejor será que lo hagamos en el colchón y no en la cama.
________ le miró fijamente.
—Te encuentro muy animado teniendo en cuenta que acabas de perder a tu madre y que estás convencido de que alguien quiere matarte. ¿O es que te pone contento la sola idea de pensar en todo el dinero que acabas de heredar?
Se había pasado de la raya.
—Por supuesto que sí. ¿Por qué, si no, habría esperado todos estos años, viviendo como un rey? ¿Es obvio, no?
—Perdona —murmuró ella.
—Y, francamente, me encantaría obtener las respuestas a las preguntas que me han estado persiguiendo durante casi dos décadas. Quiero acabar con esto, y quiero averiguar lo que hay detrás. Una vez descubierto, desapareceré de tu vida y podrás volver a ser la perfecta Styles, con la certeza de ser realmente uno de ello.
________ clavó la vista en él. Harry se había detenido en el rellano, y su voz era fría.
—¿A donde irás? —preguntó ella, sin poder ocultar el tono melancólico de su voz.
La hubiera oído o no, la ignoró.
—A donde me lleve mi sustancioso dinero, pequeña —respondió, y se fue escaleras arriba.
Era un día soleado, y una fría brisa primaveral soplaba en la isla. ________ abrió las ventanas, dejando que el viento se colara en la antigua mansión y la siguiera mientras iba de habitación en habitación, mirando todo atentamente.