16.

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JeongGuk no sabía qué hacer. YoonGi le había dado tiempo para que pensara, pero habiendo pasado los días, aunque ese tema estuviese allí, no tenía ni idea de qué hacer con ello. Estaba nervioso, sentía que pronto iba a ser criticado, y por ende terminó corriendo de nuevo donde estaba JiMin. Esa vez fue que el alfa se apareció de la nada en su casa (mentira, le había visto dirigirse hasta la de TaeHyung, pero le detuvo en medio camino) a preguntarle sobre qué hacer en ese tipo de situación. El alfa se volvió a reír en su cara, haciéndole sentirse como un idiota.


—Venga, hombre, yo tú hago lo que él quiera, eh, que al final de cuentas el sexo no es tan malo como ustedes creen —le aconsejó, haciendo que su cara se pusiera roja. Mierda, como odiaba sentirse así de avergonzado y que todos pudieran verlo como si fuese un libro abierto porque así mismo lo demostraba—. Es tu omega, intenta hacerlo feliz, ¿bien? Ambos van a salir beneficiados de lo que está pidiendo.

Asintió cuando le dijo aquello, y el alfa se fue hasta la casa ajena para, siendo seguro, visitar al omega que estaba allí viviendo de manera despreocupada. Entró en silencio a la suya, un poco dubitativo sobre la información que acababa de recibir. JiMin lo decía porque era un alfa normal, que no tenía problema con quien decidía cortejar, que además, también era millonario (un plus bastante sabroso para las diferentes relaciones que tuvo que haber tenido en un pasado), y que tenía buena cara. Él, a diferencia de ese hombre, a pesar que tenía dinero, no era millonario, y era un alfa anormal que jamás había tenido a alguien antes sino que solamente tenía a YoonGi. Las situaciones distaban de ser tratadas de forma similar.

Su esposo salió poco después de la cocina, mirándole mientras se quitaba el mandil negro que tenía para no mancharse la ropa. Ropa de siempre, que esa vez no se había cambiado y que llevaba un Shinra Tensei bien grande escrito en naranja mientras que Pain mantenía sus brazos abiertos.

—Ve a bañarte para servirte la comida, ¿bien?

Le ayudó a quitarse el saco y el maletín se lo llevó a otra parte  seguro cerca de la mesa, donde acostumbraba a dejarlo. JeongGuk crujió su cuello, subiendo las escaleras. YoonGi no había vuelto a tocar el tema sobre sus instintos sobre el sexo desde esa tarde, pero sí había sentido el leve aroma a leche caliente de su esposo rondando de forma feliz por los pasillos, como le había dicho antes. El castaño se metió primero a la habitación que compartían para tomar la ropa que iba a ponerse, y luego se encaminó al baño. No sabía si debía tomar cartas en el asunto, porque sabía que YoonGi, por obvias razones, no iba a negarse, sino que el problema se situaba en él mismo con su incapacidad para poder hablar de algo que todos consideraban banal. ¡Le daba vergüenza! Vergüenza y pena.

Se metió al baño, y se quedó pensando en todo eso que ocurría. Todos le dirían lo mismo, pensó, el hecho de que debía hacerlo, que si era bueno, que si a los dos le iba a gustar, que si esto y lo otro. Comenzó a dolerle la cabeza. Aquella vez fue un mero impulso lo que le había dicho que debía ir por el omega, pero ahora no estaba, ¡y lo peor era que no sentían celos! Por lo menos, si los hubiesen tenido, se le hubiese hecho más ligera la carga de tener que tener sexo. La naturaleza misma le obligaba a pasar bochornos.

Sin embargo, él sabía bien que YoonGi no le hablaría de nuevo del tema porque los iba a incomodar a ambos, y que si él no quería tener relaciones, no las habría porque se respetaban, y querían que todo fuese mutuo consentimiento, pero...

¿Por qué sentía que era un mal alfa, si no había problema alguno cuando su omega aceptaba que las cosas no se dieran como quería? Nadie debía obligarlo a tener relaciones, eso sería una violación. YoonGi conocía bastante bien el derecho a negarse a tener relaciones, y así lo aceptaba sin problema alguno, ni siquiera se mostraba molesto, él también lo hacía. ¡Pero no era que lo estuviese obligando! No, no era YoonGi, era que algo dentro de él, que era posible que fuese su propio y asustadizo alfa interior  fuese quien le estuviese comunicando que no había nada malo en querer aceptar algo como aquello. Que el sexo no era un tema para salir corriendo cuando apenas se quisiera insinuar. Que YoonGi, como todas las personas, tenía un libido que quería satisfacer con la persona que estaba casada.

Anormal [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora