Había caído la noche, y después de un día bastante tranquilo para JeongGuk, donde parecía que las cosas estaban mejorando, o quizás habían sido así un buen tiempo, el chico se acostó en la cama con una sonrisita débil. Como había dicho, el día había sido bueno, pero eso no evitaba que lo hubiesen tomado para arreglar cosas de la casa mientras charlaban. Habían hablado de sus vidas, y esas cosas, pero estaba cansado, no le gustaba limpiar las ventanas. Se enfocó entonces en el presente, uno en donde YoonGi estaba a su lado, acomodando la almohada y preguntando a cada instante si estaba bien, o si estaba calentita. El alfa le observó con los ojos ya cayendo al sueño, batiendo lentamente sus pestañas rizadas, mirándole con los ojos somnolientos, sin embargo notó pronto que el chico sonreía un poco antes de apagar las luces y querer irse de la habitación.
Como todo un niño que le asustaba la oscuridad, se sentó de inmediatamente en la cama, soltando un quejido que atrajo la atención de YoonGi, quien se giró al verlo y se sorprendió de notarlo sentado. Algo exhausto se acercó hasta este, poniendo sus manos grandes en sus hombros, bajándolo hasta la cama y volvió a poner las sábanas donde las había colocado en un principio. El alfa gimoteó, tomando su mano antes de soltar con vergüenza.
—¿YoonGi? ¿Por qué...? ¿Por qué te vas? ¿es que no te gusta la idea de dormir con... con quien soy ahora?
El omega sonrió, negando, no era que hubiese un problema como tal. Acomodó sus hebras castañas, glorificando la imagen tan suave que en esos instantes le mostraba el contrario. Aunque todavía, a pesar de tener su apariencia, sus ojos no eran dulces. Iba a hacer lo posible porque aquello sucediera, por tener esos ojitos dulces de vuelta a su lado.
—Quiero darte tu espacio, quizás más después pueda hacerlo —susurró, acariciando sus cabellos. El alfa no dijo nada más, acomodándose en la cama mientras volvía a mirarle con los ojos cansados. Entonces, decidió sentarse cerca para que le viese. JeongGuk le observó con curiosidad, mirando luego el techo.
—Me siento incómodo —dijo, llamando la atención de YoonGi—. Hay cosas dentro de mi que siento que no son mías, a pesar de que sé bien que lo son.
—¿Cómo qué? Para que sepas, no es que sea tan fácil entenderte —comentó, sonriendo débil. El alfa se dio la vuelta, mostrándole la espalda, en silencio. Así permaneció por bastante tiempo, inclusive, a pesar del dolor de verse ignorado, YoonGi se levantó para ver si había caído en la inconsciencia. Pero no, notó sus ojos abiertos, un poco—. JeongGuk, duerme ya, ¿si?
—Qué... Quédate —susurró, avergonzado—. Esas son las cosas que siento, aquí.
Tocó su pecho, escondiéndose, como si no quisiera hablar de ese tema. YoonGi suspiró, era obvio que le incomodaba como le había comunicado, y no quería molestarlo. Darle un poco de espacio no era malo. Él podía dormir en otro sitio, en serio. Aún así, JeongGuk no quería que se fuera, y seguramente era por parte de aquel alfa dentro suyo que le obligaba a quererlo a su lado.
Volvió a mirarlo, suponiendo que estaba dormido, porque ahora su respiración iba más lenta. Se alejó de la cama, caminando hasta la puerta. Eso hasta que se detuvo por mero impulso. Se dio la vuelta, viendo que JeongGuk le miraba con molestia en medio de la oscuridad.
—Te dije que te quedaras —dijo, en penas. Palmeó la cama par de veces—. Quédate, quédate aquí.
—JeongGuk, yo... sólo voy a coger algo de comer, no te preocupes, regresaré rápido.
—No te creo —espetó, comenzando a enojarse. El corazón de YoonGi aceleró la caminata. A ese JeongGuk no lo podía controlar como lo hacía con el otro—. Es que no quieres, ¿verdad? Quedarte a mi lado, te incomodo, ¿no?
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Anormal [KookGi]
FanfictionFic publicado igualmente en Sweek. «YoonGi, hay que decir, tiene una actitud... que no es apropiada para un omega. Él nació diferente, todos lo sabían. Su padre arrugó la nariz la primera vez que el niño le gritó, su madre alzó su mano iracunda cont...