23.

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—¡SE ME HA OCURRIDO LA IDEA DEL AÑO!

—¡TAEHYUNG, DEJA DE METERTE ASÍ EN MI CASA!

El beta ignoró lo que su amigo le había dicho, moviendo su mano de arriba para abajo, como si no le interesara que quisiera pelear con él también. Se sentó en uno de los tantos muebles que estaban bien limpios y decorados, haciendo que YoonGi apretara con desagrado su mandíbula. No se había pasado todo el día limpiando para que al final de cuentas, su vecino todo "adorable" viniese a poner su trasero todo sucio en el. Se echó un leve suspiro, dejando de lado la tarea de limpiar los estantes para verlo.

—¿De qué hablabas cuando entraste?

El otro pareció recordar a lo que iba, sonriendo.

—Ah, estaba pensando, ya que me dijiste que necesitaban unir a JeongGuk poco a poco contigo, que para relajarnos de toda esta madre que está sucediendo, podríamos ir a la playa. Cuando le dije a JiMin, me dijo que rentaría un yate. Ya sabes, eso de tener dinero y cosas de los Kylie Jenner del barrio. Un par de copitas de champagne, música y alguien que nos ayude a no morir en medio del mar será suficiente. Aunque sea por un día.

Alzó una de sus cejas, volviéndose a dar la vuelta para seguir limpiando.

—La verdad prefiero quedarme acá en casa. No estoy para el mar en estos momentos. Vayan ustedes dos. Tampoco quisiera ser mal tercio.

TaeHyung se levantó apenas al decir aquello, acercándose y le tomó por los hombros para darle un giro, observando sus ojos negros. Sonrió de repente, provocando que YoonGi se asustara un tanto. Claro, era Tae. Había que tenerle miedo sí o sí. Estaba bien loco.

—¿Cómo se supone que serás mal tercio si vamos a invitar a JeongGuk?

La boca se le torció un tanto. ¿JeongGuk? ¿Lo iban a invitar en serio? No, por Dios. Se iba a sentir demasiado incómodo. No había tenido noticias de él desde que se había ido del hospital, y por el momento, al parecer, el otro no lo necesitaba, porque ni siquiera una llamada de sus padres había recibido. Se negó entonces. Él no iba a ir. No quería seguir llenándose la mente de una imagen que no correspondía a lo que conocía de JeongGuk. No podía, no podía.

—No, no, vayan ustedes. Yo me quedo. Acá me siento mejor.

—¡Vamos, YoonGi! No seas así, no me eches el plan a perder —hizo un berrinche, alejándose. YoonGi se quedó en el mismo lugar.

—¿Qué plan?

—Bueno, en el supermercado se me ocurrió la flamante idea de hacerle saber que tú y yo éramos pareja. Ahora seguiremos con la misma vaina cuando vayamos al yate ese día. Y vas a ir porque sino te llevo arrastrado, eh —informó, sonriendo—. Ya sabemos que el alfa de JeongGuk sigue sintiendo algo por ti, sin embargo, deseo que la cosa vaya mejor.

Min negó, siguiendo entonces con la rutina de limpieza que tenía establecida desde por la mañana. Era un escape a la realidad que tenía. La verdad no estaba muy confiado de ese plan que era bastante tráfala, escuchándolo así por encima.

—No, eso es mucha molestia, deberías quedarte tranquilo tú. En vez de formar todo eso, tómate ese tiempo para poder seguir con JiMin, deja todo eso.

—No, lo vamos a intentar hasta que se muera de celos, punto. Si es verdad que le sigues gustando a su alfa, de alguna forma va a tener que reaccionar. Además, JiMin ya sabe de lo que quiero hacer. No hay problema.

YoonGi cerró los ojos con cansancio. Cuando TaeHyung se ponía de insoportable, era imposible, sí, bien leído, imposible de que se quitara algo de la mente. Y sabía que si no iba, correría a su casa para llevárselo volando hasta donde estaban los otros dos. Sólo esperaba a que las cosas salieran tal cual Tae decía, porque sino, lo más posible, era de que no pudiera soportar algo de esa calibre.

Anormal [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora