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Advertencia: smut.

Lamento si queda mal, hace tanto que no escribía de ello que lo hice porque llevaba más de un mes sin actualizar aquí y siempre dejo los limes empezando. Además, necesito instruirme más de esto, porque siento que escribo mal estas cosas 🤣.

Spam: tengo otra historia y one-shot KookGi, vayan a leer también 💙.

Gracias.

Tener que volver del trabajo fue cansino, era una letanía

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Tener que volver del trabajo fue cansino, era una letanía. Debido a que le había ocurrido lo anterior, la amnesia, se había tomado, sin saber, unas vacaciones bastante buenas, sin embargo todo en la vida tenía que acabar, y allí estuvo él durante todo el día, con cara de perro rabioso y los ojos yendo de un sitio a otro, de papeles repletos de términos y condiciones, y otras cosas más que ahora mismo no tenían cabida en su cabeza, no podía, sentía que la mente le estaba pidiendo que se tirara a la cama y que se durmiera sin tener siquiera que bañarse. Tomó sus cosas, su maleta, las llaves del automóvil y su celular para bajar del auto. Lo único bueno era que estaba lloviendo. Pudo sentir una ventisca refrescante a pesar de lo helada que estaba y observó el cielo. Estaba nublado.

Bien, había llegado en una buena hora.

Comenzó a caminar directo a la entrada de su casa. Al abrir la puerta se encontró con YoonGi llegando a donde se encontraba. Tomó sus cosas, cerrando el pedazo de aluminio y se dirigió con las mismas al interior de la casa. El castaño le siguió en silencio, cerrando los ojos y quitándose la molesta corbata que siempre tenía que llevar atada al cuello. Pronto sintió de la nada las manos de YoonGi colarse a su cuello y abrió los ojos cansados para verlo.

—¿Fue un mal día?

—Siempre son días malos, YoonGi —respondió con una sonrisa fatigada. El omega entonces acogió su rostro, mirando con cariño al hombre delante de si. Acarició con su pulgar su mejilla.

—¿Y las noches?

—No, las noches no, siempre que pueda verte las noches son un paraíso a comparación del infierno en el trabajo —susurró, estirándose. Le gustaba demasiado llegar a su casa. A diferencia de cuando no estaba casado, ir a su "hogar" representaba ansiedad, porque eso era lo que le daba. Ya que salía par de veces a unas clases, sentía el corazón ardiendo en latidos cada vez que se aproximaba la hora de irse. Pensando en ello, observó en una ojeada sus dedos. Las diminutas cicatrices que se extendían como ramificaciones poco se notaban. El pálido miró a otro lado al notar su silencio después de lo que le había comentado.

—Bueno, ve a darte un baño. Voy a calentar la comida.

El omega le dejó allí. JeongGuk entonces ralentizó sus pasos hasta las escaleras. Podía oler desde allí como el olor del pálido se iba con lentitud. Aunque YoonGi soltaba de sus feromonas algunas ocasiones eso no se notaba por lo imperceptible que era, ni decir del suyo. Arrugó un tanto la nariz, haciendo caso a lo que le había dicho el otro y se fue a bañar. Luego de quince minutos donde había buscado luego su ropa de dormir se fue a la parte de abajo, observando que el omega le esperaba sentado en la mesa. Sonrió enamorado, acercándose a él para sentarse en la mesa.

Anormal [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora