YoonGi regresó a la casa después de que hubiesen tenido que pedir un taxi, y sí, el hubiesen fue con TaeHyung, porque JiMin se había ido a quien sabe dónde, la verdad no le importaba, le resultaba insoportable justo en esos instantes. Su vecino le miraba triste antes de sonreír con pena al entrar a su casa, mientras que el omega abrió la puerta de la misma. Estando allí, pudo notar todo como lo había dejado hacia una hora. Y simplemente respiró hondo al sentir que sus orbes se llenaban de agua cuando se percató de su olor, y del hecho de que no habían regresado juntos.
Cerró la puerta, apagando todas las luces, dejando todo desordenado porque su mente estaba más pendiente a otras cosas que al mantenimiento higiénico de la misma. Subió, sintiendo sus pies pesados, las escaleras. A pesar de que el aroma de JeongGuk iba impregnándose poco a poco en todo el lugar, su mirada fría se venía una y otra vez a la mente del omega, provocando que un nudo en su garganta se hiciera cada vez más fuerte. Tembloroso, se tiró en la cama cuando la tuvo de frente, apretando una de las almohadas al sentir la helada sensación a dolor.
A ese dolor que le venía tanto cuando estaba en su antigua casa. Al frío, a la soledad. A las noches muertas, a la lejanía de su vida con la libertad. Por inercia, los ojos descendieron, y se encontró de nuevo con la tan característica negrura que lo consumía siempre. Luego, luego, se dijo, suave, como quien intenta consolarse a pesar de que sabía bien que no, que no iba a ocurrir algo bueno y que solamente iba a aproximarse una tormenta.
Luego volverá a ser el mismo, pensó, con una débil sonrisa que se rompió antes de volver a recordar sus gritos y la pregunta sobre quién era en la camilla del hospital, mientras veía campante el televisor, como si nada hubiese pasado. Apretó la almohada, no una, sino varias veces, llorando en voz alta mientras la almohada oprimida su rostro para no tener siquiera que escuchar sus lamentos. Los ojos se le hincharon en tonos rosados, las pestañas parecieron unirse debido a la humedad y las lágrimas se pintaban en la tela de la almohada.
La sensación de dolor, al final de cuentas, no era tan extraña a esos momentos donde pendía solamente de su propia consciencia. Abrió los ojos, separando la cara de la tela antes de mirar hacia las ventanas. Estaban cerradas. Todo estaba oscuro. Respiró hondo, sin poder evitar sollozar más de la cuenta. Se acomodó de nuevo en la cama, queriendo... simplemente desaparecer.
Quizás se había olvidado de ello, pero la nueva vida con JeongGuk era extraña, y le gustaba. Era relajante pasar el tiempo en un lugar que... creía que era suyo. El alfa era tan bonito con él que se sintió mal.
Y quizás sí, quizás se lo merecía. Al final de todo, era su destino...
Sí, así era.
Sin quererlo, en la amargura del momento, los peores pensamientos eran los que venían a mortificar su pobre consciencia. Así que, uno de ellos vino de repente.
—¡Miren, es YoonGi! Está defectuoso.
—¡Qué asco!
—¡No te me pegues!
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Anormal [KookGi]
FanfictionFic publicado igualmente en Sweek. «YoonGi, hay que decir, tiene una actitud... que no es apropiada para un omega. Él nació diferente, todos lo sabían. Su padre arrugó la nariz la primera vez que el niño le gritó, su madre alzó su mano iracunda cont...