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Adonis decidió que quería almorzar en uno de los restaurantes de la empresa, así que lo dejé allí para ir a hablar con mi padre que seguro estaría bastante enojado conmigo por no contestarle, pero, ¿qué podía decirle? Querido padre arrojé mi teléfono contra mi jarrón favorito que traje de Palermo y se rompió...no era una buena opción para hablarle a un ser que adora todo lo relacionado con decoración, mejor solo le decía lo del celular; cuando estaba a punto de abrir la puerta de su despacho escuché una voz conocida, tal vez por psicosis pensé que sería Emilia, abrí un poco la puerta para mirar adentro y de inmediato reconocí ese cabello negro lacio: ¿qué carajos hacía en mi empresa la zorra de Jade Jones? ¿Por qué zorra? Porque sabía que tenía una obsesión con los hombres adinerados, masculinos y con tatuajes, Adonis en peligro. ¿Por qué mi empresa? Porque solía decir que era de mi padre para no ponerme un cargo innecesario pues hasta las sillas estaban a mi nombre. ¿Por qué conocía a Jade Jones?
Porque era mi supuesta mejor amiga, aunque después de no verla por cinco años a ella y a Chris, mi mejor amigo, bueno, supuesto mejor amigo, había preferido no tener amistades ni derivados pues nunca sabes quién te puede traicionar.
—Jade Jones — dije entrando en la oficina de mi papá.
—¡Ángel caído! — me saludó Jade levantándose y acercándose hasta abrazarme, respondí a su abrazo con unas cuantas palmadas suaves en la espalda, odiaba que me llamara así, no soy Lucifer —. Cuanto tiempo, Dios mío, ¿y tus mechones rojos en el cabello? ¿Dónde están?
—Ahora trabajo en una oficina, no puedo andar pintándome el cabello — expliqué con una sonrisa falsa.
—Me alegra verte, tengo tantas cosas que contarte — expresó Jade, sonaba afligida, falsa.
—Jade, por favor, espera a Angel unos minutos afuera, tengo que decirle unas cuantas cosas — interrumpió mi papá mirándome serio.
—Claro, Vladimir, gracias por tu consejo, te veo luego, Angel— me dijo y salió del despacho cerrando la puerta.
Mi papá esperó paciente a que Jade cerrara la puerta y tras eso se acercó hasta quedar frente a frente, cruzó los brazos, enojado.
—¿Me puedes explicar por qué carajos no contestas tu celular? — indagó alterado.
—Lo rompí — mencioné y crucé los brazos.
—Eso parece un comportamiento de una niña de siete años — comentó y cruzó también los brazos.
—Sí, sí, claro, no llores por eso. ¿Para qué me llamabas? — le pregunté sentándome en su sillón.
—¿Por qué quieres prohibirle la entrada a Emilia? Creo que es la novia de Adonis, Louis me dijo que empezarían a salir, lo promoví a gerente, también tiene derecho a que traiga a quien desee — anunció.
—¿Adonis el gerente? ¿Por qué? Lo conoces hace muy poco —pregunté sin entender.
—Conozco a Louis hace años, él mismo me dijo que Adonis es muy bueno como gerente y como me hacía falta uno, lo puse en ese cargo, ¿tienes algún problema? — preguntó arqueando una ceja.
—Ningún problema, pero bueno, Adonis será el gerente y todo lo que quieras, pero la dueña de la empresa soy yo así que Emilia no entra y punto, dando por terminada esta charla, me retiro— finalicé y salí de la oficina de mi padre cerrando la puerta.
Salí de nuevo al lobby para buscar a Adonis, ¿gerente? Eso sonaba interesante, mi papá le estaba dando mucha confianza a quien, aunque no lo sabía, era su ex nuero. Al llegar al restaurante donde se había quedado el dios griego, vi que Jade ya había encontrado a Adonis, estaba sentada con él en la mesa donde él se tomaba tranquilamente un café, ella solo se acomodaba el escote tratando de llamar su atención, pero él estaba muy concentrado en su café como para verla, observé que ella dirigió su mano a su pierna y comenzó a acariciarlo, bueno, no sé qué le habría llamado la atención de Adonis pues tenía una chaqueta de cuero que no le dejaba ver los tatuajes; supuse que sería por su belleza masculina, su porte rudo y por supuesto, su nuevo cargo empresarial, decidí terminar con ese circo y me acerqué a ellos.
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Crímenes De Verano.
AçãoLos Leblanc siempre han pertenecido a la mafia italiana. Angel Leblanc es una mujer poderosa, decidida y capaz, aprendió a temprana edad sobre los negocios en los que su padre vivió desde pequeño y aprendió hasta ser excelente en el gremio. Se reen...