Deidara sonreía, le agradaba la idea de ser tío. Ya habían pasado dos semanas desde que Sasori salió del hospital, le encantaba ir con Itachi a visitarle. Al principio quería quedarse con él para cuidarle, sin embargo Pain no le dejó, le molestó mucho que no le haya dejado cuidarle, Itachi le calmó diciéndole —Ya mi Cielo, iremos a verle todos los días— Deidara ante esto no se negó, de alguna forma le parecía que Pain era el padre del niño.
Itachi le había comentado que Pain no era el padre, pero se comportaba como si fuese el padre, al parecer ésto no le importaba a Sasori ya que no se quejaba. Le encantaba estar con Sasori viendo las revistas de ropita para bebé.
- Itachi ¿Ya nos vamos?- Preguntó con una sonrisa.
- Espera, todavía no es hora- le sonrió- ¿Mejor juguemos a algo?
- Yo quería ir con Sasori- Hizo un puchero.
- Sí iremos, pero todavía no, hay que dejar que descanse, recuerda que Pain no le deja estar mucho tiempo fuera de la cama.- suspiró ya que su amigo no quiere dejarle en ningún momento.
- Está bien, ¿Cómo es el juego?- Preguntó, a lo que Itachi sonrió.
- Tienes que encontrar algún objeto que yo esconda.- Deidara le miraba con una ceja en alto.
- Pero...¿Si no lo encuentro?.
- Si no le encuentras yo gano, y si lo encuentras tú, te compro todo lo que quieras.- Deidara sonrió ya que hace poco había visto un trajecito, y le quería para el niño de Sasori.
- Bien, pero yo escogere el objeto que tendrás que esconder.- Itachi asintió.
Deidara miró toda la sala, buscaba con la mirada algo que fuera fácil de encontrar ¿El sillón?, ¿La televisión?. Mientras tanto el azabache le miraba con una sonrisa, le escondería bien para que no le encontrase, veía como el rubio caminaba de un lado a otro buscando algo que fuera fácil de encontrar.
- ¿Qué has escogido?.
- ¡Es muy difícil!- Se dejo caer en el sillón, pero al hacerlo calló encima de un cojín- ¡Esconderas a un cojín!
Sonrió y llevo el cojín en donde se encontraba Itachi, soltó una risita y se lo dió, antes de hacerlo le miró bien. Itachi con una sonrisa tomó el cojín rosando sus dedos con los del rubio, que al parecer ni cuenta se dió, suspiró,—Que difícil eres—pensó.
- Muy bien Deidara, ahora ve a la cocina y no salgas hasta que yo te diga.- Asintió y se fue a la cocina.
Itachi después de asegurarse que Deidara ya se haya ido, corrió a las escaleras, entró en su biblioteca y miró por todos lados buscando un buen lugar para esconder el cojín, sin embargo no encontró ningúno. Salió buscando alguna otra habitación, había una maceta y pensó en colocarle ahí, pero esa idea la descartó ya que sería muy fácil encontrarle.
Suspiró cansado, ya que llevaba casi veinte minutos queriendo buscar un buen escondite, camino hasta la puerta de su cuarto y en eso se le ocurrió una idea, cómo Deidara nunca había entrado a su cuarto ¿Por qué no esconderlo ahí?.
Deidara llevaba rato esperando a que Itachi le dijera que ya podía salir a buscar el cojín, había querido salir a ver porqué tardaba tanto, sin embargo si hacía eso sería trampa, así que decidió esperar. Mientras tanto comía muy gustosamente un helado o yogurt, no sabía ni que era pero decía "Edición Limitada" quizás era de Itachi, pero como tarda tanto decidió comerlo.
- Que rico estás- Le hablaba al envase ya casi vacío.- Me hubiera gustado que Itachi también comiera... ¡Pero no!- seguía hablando con el envase.
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Estoy Solo...
FanfictionDeidara un chico que ha tenido una vida muy difícil y siempre estuvo acostumbrado a salir adelante solo. Lo abandonaron sus padres por el simple hecho de ser un doncel, cuándo apenas cumplió los seis años lo dejaron en una pequeña casa alejada de la...