Cap.6.*Besarte*

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Se encontraba en un estado sorprendido, apenado y quizás algo de vergüenza, ¿De verdad iría con Itachi? Deidara era un un chico, ¡Un doncel al que no se le da de lujos!, siempre se a conformado con cosas simples y sencillas, es decir nunca había estado en un lugar tan "lujoso". La casa de Itachi le hacía sentirse de más ahí, simplemente no encajaba en lugares como esos. — Todo es muy caro— pensaba Deidara, ya que al ver los precios de las prendas, no comprendía el por qué de estar tan costosas, si sólo era simple ropa.

Itachi mantenía una sutil sonrisa en su rostro, verle en ese estado, al rubio le hacía algo de gracia,  comprendía que quizás no le gustase estar en lugares cómo éstos. Pero tenía la extraña sensación de darle lo mejor, quizás sólo eran simples ropas, pero para él sentía que no era nada, el rubio merecía lo mejor de lo mejor. Quizás tarde en hacer que Deidara le tenga cariño, pero para llegar a ello tenía que hacer que de alguna forma confiase en él.

Deidara mantenía la calma cada que veía el precio de alguna camisa, primero miraba la blusa y después volteaba la etiqueta dónde decía el precio, ¡Pero santo Dios! Algún día tendría que tirar la camisa que ya no le quedase, pero viniendo de está costosa tienda. Jamás se atrevería a si quiera a ponérsela. Era demasiado, talvez la idea de venir a comprar ropa no fue buena, si él lo hubiese sabido, hubiera mejor insistido en que Itachi le prestase algo de su ropa, o bien pudieron ir con Sasori a por algo de ropa.

- Y bien. ¿Cuál ropa vas a llevar?.

- Creo que ninguna... Es demasiado costosa...- Itachi le miraba serio, para después poner una sonrisa maliciosa y agarrar una prenda para después lanzarle al pequeño carrito a su lado.

- Escoje todo lo que quieras, sino soy capaz de comprar la tienda entera para ti-

Deidara le miraba confuso e indeciso, ¿En verdad compraría la tienda entera?, ¡Eso sería una locura!. Jamás le dejaría hacer algo así, Itachi le miraba sonriendo, se dió la vuelta y comenzó a coger prendas y al azar. Deidara trato de detenerle pero Itachi le repitió con dulzura que escogiera cualquier ropa que él quisiese, detal modo que si no lo hacía compraría todo lo que encontrase lindo para él.

- Y tienes que apurarte, recuerda que mi madre, no tardará en llegar a nuestra casa– "Nuestra" esa simple frase hizo un gran efecto en Deidara, quién trató de ocultarlo lo mejor que pudo.

- Vale...

Esa fue la simple contestación que dió. Le miró a Itachi sonriendo, se dió la vuelta para después comenzar a ver de nuevo las prendas. Quizá era demasiado lo que Itachi a hecho por él, se preguntaba asimismo como hiba a pagarle todo ésto. Desde que había llegado a casa de Itachi, no había podido hacer algo por él, realmente no sabía si merecía a alguien tan perfecto como Itachi, tomó un pantalón negro. Quizá sólo era el simple recuerdo de su familia, talvez no sería lo correcto decirles "familia" a alguien que le abandono por el simple hecho de ser un doncel. Aún recuerda que en los pocos años en que estuvo con ellos, el rechazo y el poco amor que pudiera aver tenido por él, sin embargo nunca tuvo una familia. La abuela y Sasori era lo más cercano a una familia, pero sin embargo siempre se a sentido solo...

Talvez solo falta algo o más bien alguien para hacerle feliz, — ¿Seré feliz algún día?— se preguntaba Deidara mirando a Itachi que veía unos espejos. Itachi al sentir la mirada se giró viendo a Deidara, le sonrió provocando un pequeño sonrojó al doncel que apartó la mirada volviendo a ver las camisas.

~•°•~

Ya habían llegado, después de tanto tiempo en esa costosa tienda, Deidara se repetía mentalmente que jamás volvería a esa tienda, en parte no era un gran gusto estar ahí dentro, ni en lo más mínimo le gustaron las prendas de doncel, eran un poco extravagantes por no decir más que atrevidas. Había preferido la ropa más sencilla que encontrase. Estaba más que agradecido con Itachi, y ahora tenía que encontrar un trabajo urgente, en el anterior puesto en el que estaba, tubo que renunciar ya que era un poco pesado su jefe, le obligaba a coger cosas muy pesadas, en más de dos ocasiones tropezó en las escaleras ocasionándole grandes moretones. Aún podía jurar que el cansancio que había tenido últimamente era debido a eso, Sasori en más de una ocasión tubo que sobarle la espalda, sin contar la vez que Itachi también lo hizo.

Estoy Solo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora