Cap.12*Hermanos*

971 117 27
                                    

[Está parte seguirá siendo narrada desde la perspectiva de Naruto]

Se encontraba nervioso, miraba de un lado a otro, esperaba que llegase pronto el chico, quería comprobar si realmente era su hermano, quizá sólo se estaba haciendo falsas ilusiones. Talvez jamás lograría encontrarle, debería empezar aceptar el hecho de que nunca lograría conocerle.

Mantenía la mirada fija en la mesa, tenía hambre, sin embargo no podía darse el lujo de pedir algún postre, tenía que pagar el alquiler y algunos gastos en comida para poder sobrevivir todo el mes y eso si le alcanzaba.

No había podido conseguir trabajo, nadie le quería contratar ya había hecho varias entrevistas de trabajo y siempre decían que le llamarían, pero nunca lo hacían, de alguna manera sentía que era por su condición de doncel.

«¿Por qué tuve que ser un doncel?
Odio ser doncel»

- Lamentablemente jamás podré cambiar lo que soy...- Levantó levemente su cabeza, todavía no había llegado nadie.

Desde pequeño siempre había sido un niño consentido, pero realmente a él nunca le agrado estar rodeado de numerosas joyas o prendas caras, siempre había preferido las cosas sencillas y sin tanto lujo cómo lo prefería su madre sin tener que mover un solo dedo para conseguir lo que quiere.

Cundo murió su padre, había tomado la decisión de encontrar a su hermano, pero al mismo tiempo tomaba otra desición la cual era renunciar al dinero y a todos los los lujos que tenía su madre... Y así fue, ya no tenía dinero ni hogar, eso significa darlo todo por su hermano, quizá sí le llegase a encontrar dejaría de estar solo...

¿Y si Deidara le odia por abandonarle? Esa era una de las preguntas que se hacía con frecuencia, le aterraba la respuesta.

- Disculpe... Le he preguntado si ordenará algo.– La mesera tocó suavemente su hombro con una pequeña sonrisa en sus labios.

- Oh, lo siento, estaba distraído.– Trató de sonreír.

- No te preocupes, a todos nos pasa. Ahora ¿Qué deseas ordenar?

Naruto pareció pensarlo pero al final negó.

- No deseó nada.– Se encogió de hombros.

- Oh pero ¿Por qué? ¿Acaso esperas a alguien?– Le acarició levemente su hombro.

- Sí, pero todavía no llegará, he venido antes de la hora acordada.

La mesera guardó su comanda y sonrió moviendo un poco la cabeza. Se inclinó un poco quedando a la altura del doncel.

- Ya casi es hora de mi descanso, si gustas te puedo hacer compañía- Naruto asintió con la cabeza casi inmediatamente.

- Claro, me encantaría.

La chica se dió la vuelta caminando a la cocina. Naruto seguía mirando la gran puerta de cristal con impaciencia, quería ya ver a su hermano. Después de unos cinco minutos la chica volvió pero sin su mandil.

- ¿Es una cita?– Preguntó llamado la atención del rubio.

- No realmente...– Pareció pensarlo durante varios segundos antes de responder– En realidad es para conocer a mi hermano.

- Creo que no me he presentado correctamente. Mi nombre es Tenten ¿Y el tuyo cuál es?– Dijo tratando de no indagar en el tema de su hermano.

- Soy Naruto...- Inclinó levemente su cabeza en forma de saludo ya que la chica parecía ser algunos años mayor que él.

- Oh. No hay necesidad de formalidades, no te preocupes por nada alfin de cuentas ni casada estoy.– Naruto inclinó levemente su cabeza ya que la chica lo dijo con un tono de tristeza y dolor en su voz.

- No te preocupes. Yo tampoco tengo novio– Rió– ¿Quién quisiera estar con un doncel como yo? ¡Y la persona que llegase a fijarse en mi realmente estaría ciega!

- No digas eso Naruto, tu eres un doncel hermoso. Si yo fuera un hombre créeme que desde el primer momento en que te vi te  hubiera propuesto matrimonio.

- Pues es una gran lástima que no lo seas.– Habló una voz gruesa y arrogante, el rubio dió un saltito del susto que sintió al escucharle.

- Oh...- Dijo Tenten al ver el nerviosismo del rubio y a la persona detrás de él.

- Veo que si has llegando antes.– Naruto se dió la vuelta para mirarle.– Eso es bueno.

- ¿Pensabas que no vendría o quizá qué me atrasaría por algún otro lado?

Decía Naruto con la voz baja pero no lo suficientemente como para no escucharle, también se podía sentir la molestia o quizá el enfado en sus palabras hacia el azabache. Sasuke sólo le miraba con el ceño fruncido, ¿Acaso el rubio era idiota? Pase a saber que le a ayudado a encontrar a su hermano le hablaba de esa forma tan "irrespetuosa" Se sentía enfadado, y todo gracias a se rubio.

- Están por llegar...– No terminó la frase ya que vió por la puerta como entraban su hermano y cuñado.- Naruto de pie.– El rubio sin desobedecer se levantó con los ojos vidriosos y las lágrimas contenidas.

- Dei...– Pronunció con la voz quebrada, quería echarse a llorar, sentía un nudo en su garganta de las lágrimas reprimidas, hiba a dar un paso pero Sasuke se lo impidió poniéndose frente a él.– Haste a un lado.– Dijo queriendo llorar, haciendo que la frustración recorriera todo su cuerpo.

- Cálmate, debes sentarte.– Puso una mano en su hombro queriendo calmarle un poco– Él todavía no sabe que tiene un hermano, no sería muy conveniente que fueras y le dijeras que es "tú hermano perdido" Te tacharía de loco si llegases a hacer eso.

Naruto le miró sin entender nada, él a estado años buscándole y ahora que por fin lo tiene frente a él no puede abrazarle y ni decirle cuánto le a extrañado o lo mucho que le a hecho falta, nada. Nada de eso podía hacer, miró a Sasuke con los ojos llorosos, y ahí fue que no pudo más se hecho a llorar frente a Sasuke, los ojos negros tan profundos que él poseía le hacían llorar más...

«Mi hermano... Es mi hermano, es Deidara»

Se dejó caer en el lugar donde entes se encontraba sentado. Seguía llorando, una de sus manos la llevó hasta su boca reprimiendo un sollozo, sus ojos se desviaron de los de Sasuke hasta su hermano... —Es hermoso, mi hermano es hermoso— Pensaba mientras seguía llorando. Sintió unos brazos rodearle y así fue como se dió cuenta que Tenten le abrazaba dulcemente.

- No llores... Todo va estar bien.– Recargó la cabeza del rubio en su pecho, le recordaba a su hijo.– Te lo prometo.

Con la manga de su suéter puesto le limpió las lágrimas, el rubio se quedó quieto ya no lloraba tanto como lo había hecho antes, ahora solo miraba sin hacer ningún movimiento o ruido alguno.

- Tengo que irme Naru...

~•°•~


Estoy Solo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora