Estoy Solo...

Cap.10.*Platica con Sasori*

Su mirada era fija, le sudaban las manos del nerviosismo que sentía, se arrepentía de estar en esa situación, sus hermosos ojos azules, no paraban de mirar de un lado a otro tratando de evadir la mirada tan penetrable que sentía sobre él.

El pelirrojo tenía levemente el ceño fruncido ¿Qué le ocurría a Deidara? No sabía exactamente qué era lo que le ocultaba, pero muy pronto le descubriría. Mientras tanto no despegaba su mirada de él, sabía que en cualquier momento le aria soltar todo, tenía casi toda su vida a lado de él, como para conocer que le ocultaba algo, solo tenía que esperar un poco para que el rubio dijera todo, solo un poco más...

- Y dime Deidara ¿Cómo te sientes?- El rubio no entendía a qué venía la pregunta, sin embargo se limitó a responder con nerviosismo.

- E..estoy muy bien, Sasori ¿Qué tal tu bebé?...

Itachi veía la escena de los dos donceles, le era muy grato verles bien, apesar del malhumor que traía el pelirrojo se entendían entre ellos.

- Dei... Vamos a preparar la comida- Se levantó jalando la mano de Deidara para que caminara.- Pain...- le miró, mientras susurraba para él.

- Ten cuidado, no te esfuerces mucho.– le dijo Pain y Sasori asintió.

- Ve, Cielo.- Itachi sonrió mientras le daba un leve empujoncito a la altura de su cintura a Deidara.

Le encantaba ese sensual rubio, la forma tan inocente de ser le traía loco, sin embargo no era el único, ya que su gran amigo, no dejaba de babear por el pelirrojo. Itachi sonrió burlón, mientras alzaba una ceja.

- Ya te lo has comido.- Dijo riendo.

- Mirá Itachi, lo más seguro es que tú te comas primero a Deidara, que yo a Sasori.- Sonrió.

- Ya le he probado. Es delicioso.- Jugo con un pequeño lápiz que había por ahí.

- ¡Con que el rubio ya está en cinta!- Sonrió con burla.

- Nada de eso. Quiero que primero me tenga la suficiente confianza como para entregarme su cuerpo, además Dei es un ángel caído, pero a caído en mis brazos y no pienso soltarle.

- El orgullo Uchiha lo tienes bien alto, más vale que no se te suba de más a la cabeza- Dicho esto los dos comenzaron a reír.

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La mirada de Sasori le hacía sentirse pequeño, sus ojos azules trataban de evitar esa mirada, que al parecer le era imposible. Se preguntaba cuál era la razón de que le estuviera mirando fijamente. Suspiró mientras terminaba de picar un trozo de carne.

- Deidara, ¿Qué sucede contigo?- Preguntó, tomó un vaso.

- N..Nada.

- No, dime- Ordenó, el Rubio trataba de no ponerse más nervioso de lo que ya estaba.- ¿Oh es qué acaso te hizo algo Itachi?.

El recuerdo le vino de golpe, recordaba las suaves caricias de Itachi, se sonrojo al instante, ¿Por qué Sasori no le dejara en paz? Su mente le jugaba ya que Sentía como si todavía le estuviese tocando.

- ¡No trates de engañarme!– Comenzó a gritar– ¡Sé cuándo me ocultas algo!

- Sasori..

- ¡Sasori nada, Deidara! ¡Me cuentas qué sucedió, o no vuelves a ir a la casa del Uchiha! ¿Entendiste?– Se volvió a sentar en la silla.